Es palabra del Señor
REFLEXION
La parábola que nos ofrece hoy en el Evangelio de san Mateo nos llama especialmente a la Misericordia. Misericordia primeramente con nosotros mismos, porque muchas veces no entendemos cómo pueden brotar en nuestro interior sentimientos y actitudes tan contradictorias, también en nuestro corazón crece el trigo y la cizaña juntos, y tendemos a desesperarnos al ver nuestros límites.
También estamos llamados a tener misericordia con el prójimo, con aquellos que nos han herido, maltratado, aquellos que no han conocido el verdadero amor en sus vidas. Dios tiene su tiempo y su modo con cada uno de sus hijos, a nosotros nos cuesta tantas veces comprender la pedagogía paciente y amorosa del Padre, pero es necesario que la cizaña y el trigo crezcan juntos, porque Dios quiere que todos se salven y lleguen a conocer la plenitud del Reino.
Tenemos hoy dos grandes santos a los que mirar como referentes: san Joaquín y santa Ana, sembradores de la buena semilla, que escucharon la voz de Dios y vivieron en su voluntad, haciendo de María una mujer santa, ejemplo de fe para toda la humanidad. Estos dos santos, patrones de la ancianidad, son modelo para nuestros mayores, recemos hoy por todos ellos, que vivan la alegría de ser testigos del Señor hasta el final.
Pidamos al Señor por nuestros abuelos, tengamos un detalle con ellos, hoy es un día para dar gracias por la experiencia y la transmisión de la fe, por ser lazo de unión en tantos hogares, porque ellos han sido fieles a la Alianza y la han sabido transmitir de generación en generación. Que san Joaquín y santa Ana intercedan por todos nosotros, para que seamos también sembradores de esperanza en medio de un mundo herido.