EVANGELIO JUEVES 29-05-2025 SAN JUAN 16, 16-20 VI SEMANA DE PASCUA
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Dentro de poco ya no me veréis, pero dentro de otro poco me volveréis a ver».
Comentaron entonces algunos discípulos:
«¿Qué significa eso de “dentro de poco ya no me veréis, pero dentro de otro poco me volveréis a ver”, y eso de “me voy al Padre”?».
Y se preguntaban:
«¿Qué significa ese “poco”? No entendemos lo que dice».
Comprendió Jesús que querían preguntarle y les dijo:
«¿Estáis discutiendo de eso que os he dicho: “Dentro de poco ya no me veréis, y dentro de otro poco me volveréis a ver”? En verdad, en verdad os digo: vosotros lloraréis y os lamentaréis, mientras el mundo estará alegre; vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría».
Es palabra del Señor
REFLEXION
Este pasaje de San Juan habla de la ausencia, la perdida, la tristeza.., pero también de la esperanza y la alegría de una Nueva Presencia que les abrirá los ojos del alma.
Todo ser humano ha pasado por la experiencia de no entender muchos acontecimientos en su vida, situaciones que desbordan… y uno se pregunta: ¿por qué a mí? ¿Qué significa esta situación en mi vida? ¿Por qué ahora?...Es el momento de interiorizar, de buscar esa luz que ilumina un horizonte nuevo, una interpretación que abre a la esperanza y a la confianza de que ¡Él vive! y no nos ha abandonado. El proyecto de Jesús de Nazaret, no termina con la muerte. Él, encarna el proyecto del Dios-Abba: “que todos tengan vida y vida en abundancia”.
La vida humana transcurre entre sombras y luces, entre dudas y horizontes nuevos. O si se quiere decir: entre “Paradigmas Nuevos” que crean inseguridad, pero que, nos empujan hacia adelante con la confianza de que, el Dios de la Vida nos envuelve y nos plenifica.
“Dentro de poco ya no me veréis y dentro de otro poco me volveréis a ver”.
¡Bendita ausencia que nos trae tal “presencia luminosa” al alcance de todos! Necesitamos que se nos caigan las escamas de los ojos del alma, para ver de otra manera. Para poner en sintonía nuestro ser, con el Origen de la Vida: “el Abba de Jesús de Nazaret”.