13/5/24

EVANGELIO MARTES 14-05-2024 SAN JUAN 15, 9-17 VII SEMANA DE PASCUA

 





En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor.
Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.
Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud. Este es mi mandamiento:
que os améis unos a otros como yo os he amado.
Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando.
Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer.
No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto permanezca.
De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo dé. Esto os mando: que os améis unos a otros».

                 Es palabra del Señor

REFLEXION

En la fiesta de San Matías la Iglesia nos invita a meditar sobre el sentido profundo de nuestra vocación cristiana. Allá donde muchos cristianos no ven más que la pesada carga de unos mandamientos, Jesús nos invita a descubrir el misterio más profundo de la vida divina, que es el amor.

La víspera misma de su muerte Él se ve a sí mismo envuelto en un amor infinito y sujeto a una sola misión: transmitir a todos sus hermanos y hermanas ese mismo amor.

Creer en este  amor y vivirlo día a día produce un fruto infalible: una profunda alegría. Aquí Jesús nos revela su secreto más íntimo: si fue pobre y desprendido de todos los bienes de este mundo, no lo fue por un absurdo deseo de mortificarse, sino porque estaba literalmente sumergido por una alegría tan grande que todo lo de este mundo pasaba totalmente inadvertido. Y sólo deseaba una cosa: vernos disfrutar de esa misma alegría.

“Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a su plenitud”.

Fr. Carlos Oloriz Larragueta O.P.
Convento de la Virgen del Camino (León)

12/5/24

EVANGELIO LUNES 13-05-2024 SAN JUAN 16, 29-33 VII SEMANA DE PASCUA

 





En aquel tiempo, los discípulos dijeron a Jesús:
«Ahora sí que hablas claro y no usas comparaciones. Ahora vemos que lo sabes todo y no necesitas que te pregunten; por ello creemos que has salido de Dios».
Les contestó Jesús:
«¿Ahora creéis? Pues mirad: está para llegar la hora, mejor, ya ha llegado, en que os disperséis cada cual por su lado y a mí me dejéis solo. Pero no estoy solo, porque está conmigo el Padre. Os he hablado de esto, para que encontréis la paz en mí. En el mundo tendréis luchas; pero tened valor: yo he vencido al mundo».

                                     Es palabra del Señor

REFLEXION

Creer es ir en busca de la confianza interior; estar convencidos de la experiencia vivida con Jesús Resucitado. No siempre esa confianza está llena de valor. El miedo, la persecución, las injusticias, los momentos en que el desasosiego está presente parecen hacer mella en nuestro espíritu y no nos permite ver claro cuando la confusión se apodera de nosotros.

Los discípulos no comprendían bien el lenguaje metafórico de las parábolas que Jesús utilizaba para explicarles la presencia del Reino de Dios en nuestras vidas. Así se lo expresan al Maestro. Jesús les pregunta ¿Ahora creéis? y además añade que quedará sólo cuando los acontecimientos de la pasión se reflejen en la historia con toda su crudeza.  La dispersión y la cobardía será el proceder de los discípulos cuando el Hijo del hombre sea alzado sobre la tierra.

Por eso les dice: «Tened Valor», porque en el mundo tendréis muchas luchas. Mirad sobre todo una cosa: «Yo he vencido al mundo». A pesar de esas palabras de aliento, los discípulos no estuvieron a la altura de los acontecimientos de la pasión y muerte del Hijo de Dios. No tuvieron valor. Su fragilidad, su debilidad se manifestó en la huida, en la traición, en la soledad del Maestro.

Es difícil tener valor cuando se presentan tiempos adversos con tanta crueldad. Estamos presenciando momentos de guerra tanto en Oriente como en Occidente; los que hoy son refugiados a causa de esos conflictos bélicos no están faltos de valor, porque hace falta mucho coraje para emprender un viaje incierto a un país extranjero para mantener a la familia unida; al menos con vida. Hace falta mucho coraje para soportar el hambre y la sed para seguir viviendo en condiciones tan precarias.

Los crucificados de hoy son los que padecen las consecuencias de tales guerras injustas. En tales condiciones, no pocos tienen una mirada que lanzan a Dios con desesperación; sus gritos de auxilio son constantes y desgarradores. La paradoja de esta situación injusta es que estas personas tienen un sentido mayor de una vida digna; sus gritos de paz son más auténticos que los que se proclaman en otras ciudades adormecidos por la indolencia. También es una paradoja que caminen hacia un éxodo interminable para defender a sus familias, cuando en otros países la familia ha pasado a ser una institución relativizada. Hace falta valor para mantenerlos vivos y unidos.

Esos hombres y mujeres son los que vencen al mundo con Cristo. Su mirada de fe, no es una mirada distorsionada, ni tampoco disgregada. Esas vidas hay que mirarlas con coraje, contemplarlas con admiración, y escuchar los gritos que elevan al cielo para que Dios les escuche.

Oremos por la paz, por los valientes de corazón, por los que muestran el coraje en la vida. Para que no desfallezcan en su búsqueda de Dios y de una vida más digna; que su fe sea inquebrantable para recorrer el éxodo de su liberación y que encuentren en Dios el consuelo ante tantas desgarradoras y crueles experiencias.

Fray Alexis González de León O.P.
Convento de San Pablo y San Gregorio (Valladolid)

11/5/24

DOMINGO 12 DE MAYO : VII DOMINGO DE PASCUA

 





Estamos celebrando la Pascua, tiempo de gozo, alegría y esperanza. Es verdad, Cristo ha resucitado y experimentamos su presencia en medio de nosotros cuando escuchamos su palabra y nos sentamos alrededor de la mesa para celebrar la Eucaristía. Él cumple su promesa y sigue estando con nosotros hasta el fin del mundo. Esta forma nueva de presencia, desde su Ascensión, nos hace tomar conciencia de nuestra responsabilidad.

Ahora somos nosotros, la Comunidad Cristiana, quienes sentimos la urgencia de hacer realidad el Evangelio y de construir el Reino que Él inauguró. Contamos con su presencia en medio de nosotros y con la fuerza de su Espíritu.

Son muchos los retos que se nos presentan hoy a los creyentes. No vivimos en una sociedad que haga fácil el testimonio de fe, pero sigue siendo, el nuestro, un mundo en el que todos siguen buscando un sentido a sus vidas. Nosotros tenemos en la experiencia de Jesucristo un tesoro que sacia nuestra hambre y nuestra sed. Estamos llamados a compartirlo con generosidad y alegría.

Fr. Francisco José Collantes Iglesias O.P.
Real Convento de Santo Domingo de Jerez de la Frontera (Cádiz)

LECTURAS DEL DOMINGO 12-05-2024 : VII DOMINGO DE PASCUA

 

Primera Lectura

Lectura de los Hechos de los Apóstoles 1, 1-11

En mi primer libro, querido Teófilo, escribí de todo lo que Jesús hizo y enseño desde el cominezo hasta el día en que fue llevado al cielo, después de haber dado instrucciones a los apóstoles que había escogido, movido por el Espíritu Santo. y ascendió al cielo. Se les presentó él mismo después de su pasión, dándoles numerosas pruebas de que estaba vivo, apareciéndoseles durante cuarenta días, les hablándoles del reino de Dios.
Una vez que comían juntos, les ordenó que no se alejaran de Jerusalén, sino: «aguardad que se cumpla la promesa del Padre, de la que me habéis oído hablar, porque Juan bautizó con agua, pero vosotros seréis bautizados con Espíritu Santo dentro de no muchos días».
Los que se habían reunido, le preguntaron, diciendo:
«Señor, ¿es ahora cuando vas a restaurar el reino de Israel?»
Les dijo:
«No os toca a vosotros conocer los tiempos y o momentos que el Padre ha establecido con su propia autoridad; en cambio recibiréis la fuerza del Espíritu Santo que va a venir sobre vosotros y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y “hasta los confines del mundo”».
Dicho esto, a la vista de ellos, fue elevado al cielo, hasta que una nube se lo quitó de la vista. Cuando miraban fijos al cielo, mientras él se iba marchando, se les presentaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron:
«Galileos, ¿qué hacéis ahí plantados mirando al cielo? El mismo Jesús que ha sido tomado de entre vosotros y llevado al cielo, volverá como lo habéis visto marcharse al cielo».

                                          Es palabra del Señor

Salmo

Sal. 46, 2-3. 6-7. 8-9 R. Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas.

Pueblos todos batid palmas,
aclamad a Dios con gritos de júbilo;
porque el Señor es sublime y terrible,
emperador de toda la tierra. R.

Dios asciende entre aclamaciones;
el Señor, al son de trompetas;
tocad para Dios, tocad;
tocad para nuestro Rey, tocad. R.

Porque Dios es el rey del mundo;
tocad con maestría.
Dios reina sobre las naciones,
Dios se sienta en su trono sagrado. R.



Segunda Lectura

Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Efesios 1, 17-23

Hermanos:
El Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, os dé espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo, e ilumine los ojos de vuestro corazón para que comprendáis cuál es la esperanza a la que os llama, cuál la riqueza de gloria que da en herencia a los santos, y cuál la extraordinaria grandeza de su poder para nosotros, los creyentes, según la eficacia de su fuerza poderosa, que desplegó en Cristo, resucitándolo de entre los muertos y sentándolo a su derecha en el cielo, por encima de todo principado, poder, fuerza y dominación, y por encima de todo nombre conocido, no sólo en este mundo, sino en el futuro.
Y «todo lo puso bajo sus pies», y lo dio a la Iglesia, como Cabeza, sobre todo. Ella es su cuerpo, plenitud del que llena todo en todos.

                        Es palabra del Señor

REFLEXION

  • Iª Lectura: Hechos de los Apóstoles (1,1-11): La Ascensión

 Es la primera lectura de esta fiesta del Señor  la que nos describe ese acontecimiento, casi inexplicable, conocido como la «Ascensión», un término que ha sido entendido como complemento de algo que ocurre en la Resurrección de Jesús; como si durante cuarenta días Jesús resucitado se hubiera entretenido en este mundo. ¿Para qué? En la visión particular de Lucas,  autor de los Hechos, para consolidar la fe de sus discípulos con objeto de dejarlos «entonados» en la misión apostólica que les debería llevar hasta los confines de la tierra  predicando y haciendo discípulos.

 En realidad, la Ascensión no es algo distinto de la Resurrección, porque es en la Resurrección donde Jesús recibe el poder y la gloria de Señor del universo. Por lo mismo, la Ascensión, en el libro de los Hechos, viene a significar el final de una etapa de experiencias muy especiales del Señor resucitado: Ahora es el momento de que la Iglesia pueda emprender una nueva tarea  en la que estará guiada por el Espíritu. Por lo mismo, el tiempo litúrgico de la resurrección llega a su fin, como se pone de manifiesto en la fiesta de hoy, aunque eso no significa que el Señor se desentiende de nosotros y de este mundo. La escena de los discípulos que miran hacia el cielo viendo cómo desaparece su Señor  evoca, para Lucas, la necesidad de mirar hacia el mundo, hacia la historia, para cambiarla; porque ese Señor estará ayudando a los suyos mediante su Espíritu  para cuya fiesta nos preparamos ya desde hoy.

 Es un texto que también, en una pedagogía muy particular, quiere resaltar una “ruptura” con los suyos, con los que han tenido que rehacer su vida después de los acontecimientos de Pascua, para hacerles comprender el papel que han de desempeñar en este mundo y en esta historia. Si bien es verdad que hablamos de “Ascensión” en términos cristológicos, no podemos olvidar que la Ascensión apunta a la eclesiología de la tarea de predicar y anunciar la salvación a todos los hombres. Bien es verdad que hay una promesa, la ayuda de la fuerza de lo alto  a donde Él se introduce  para llevar adelante este compromiso. Quizás esa sea la razón por la que Lucas se ha visto en la obligación de desdoblar el misterio de la Resurrección y el de la Ascensión con esos “cuarenta” días  que son más un tempo teológico que cronológico. Es un tiempo para llenarse de la fuerza de la Pascua y después, con la ayuda del Espíritu, lanzarse a la misión.

  • IIª Lectura: Efesios (4,1-13): Nuestra vocación cristiana

 La segunda lectura nos muestra una de las claves de la comunidad cristiana: la unidad en el Espíritu de una misma fe y de una misma esperanza, y consiguientemente del amor. Éste es una pasaje que tiene un cuño bautismal, litúrgico, en el que los nuevos cristianos son instruidos sobre su decisión de recibir el bautismo para formar parte del «cuerpo de Cristo», de la Iglesia, que tiene su fuerza en el Espíritu. La carta nos habla de la vocación a la que hemos sido llamados en la Iglesia, que es uno de los temas dominantes de este escrito del Nuevo Testamento.

 La aclamación y doxología de «un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo» resuena todavía en nuestros cantos como uno de los textos mejor formulados del cristianismo primitivo. La Iglesia de la que se habla está fundada en Cristo por medio de los apóstoles y profetas  que son ministerios de evangelización. En la Iglesia, pues, hemos recibido el evangelio, en ella hemos conocido al Señor de nuestra vida y en ella debemos vivir la experiencia de la salvación en este mundo.

  Fray Miguel de Burgos Núñez

      (1944-2019)




EVANGELIO DOMINGO 12-05-2024 SAN MARCOS 16, 15-20 VII DOMINGO DE PASCUA

 





En aquel tiempo, se apareció Jesús a los once y les dijo:
«Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación.
El que crea y sea bautizado se salvará; el que no crea será condenado.
A los que crean, les acompañarán estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos».
Después de hablarles, el Señor Jesús fue llevado al cielo y se sentó a la derecha de Dios.
Ellos se fueron a predicar el Evangelio por todas partes, y el Señor cooperaba confirmando la palabra con las señales que los acompañaban.

                   Es palabra del Señor

REFLEXION

El evangelio de hoy es una especie de síntesis de lo que sucedió a Jesús a partir de la resurrección; síntesis que alguien ha añadido al evangelio de Marcos cuando ya estaba terminado. Esto se reconoce hoy claramente por su estilo, e incluso, por su teología. Habla de la Ascensión según lo que hemos podido escuchar en el texto de los Hechos de los Apóstoles. Pero lo que verdaderamente llama la atención de este evangelio es el encargo de la misión del Resucitado a sus apóstoles para que hagan discípulos en todas las partes del mundo. Se describe esta misión de la misma manera que Jesús la puso en práctica en el mismo evangelio de Marcos. Por tanto, Él es el modelo de nuestra predicación y de nuestros compromisos cristianos. El Reino, ahora, se hace presente cuando sus discípulos se empeñan, como Jesús, en vencer el mal del mundo y en hacer realidad la liberación de todas las situaciones angustiosas de la vida por medio del evangelio.

Fray Miguel de Burgos Núñez
(1944-2019)

10/5/24

EVANGELIO SABADO 11-05-2024 SAN JUAN 16, 23b-28 VI SEMANA DE PASCUA

 





En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«En verdad, en verdad os digo: si pedís algo al Padre en mi nombre, os lo dará.
Hasta ahora no habéis pedido nada en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestra alegría sea completa. Os he hablado de esto en comparaciones; viene la hora en que ya no hablaré en comparaciones, sino que os hablaré del Padre claramente.
Aquel día pediréis en mi nombre, y no os digo que yo rogaré al Padre por vosotros, pues el Padre mismo os quiere, porque vosotros me queréis y creéis que yo salí de Dios.
Salí del Padre y he venido al mundo, otra vez dejo el mundo y me voy al Padre».

                              Es palabra del Señor

REFLEXION

Es claro que Jesús fue comunicando a sus apóstoles, poco a poco, todo lo que tenía  que ofrecerles. Uno de los puntos en los que más les insistió fue en lo relativo a su Padre Dios. En este pasaje evangélico empieza asegurándoles que “si pedís algo al Padre, en mi nombre  os lo dará”. Y les anima a que empiecen en lo relativo a las peticiones, una nueva etapa. “Hasta ahora, no habéis pedido nada en mi nombre: pedid y recibiréis para que vuestra alegría sea completa”. Al Padre le podemos pedir todo que vaya en la línea del amor, del perdón, de la verdad, en la línea de las bienaventuranzas… en la línea de Jesús.

 Jesús también  les dice que “os hablaré del Padre claramente”. Así fue y así se lo expresó a Felipe, que quería adentrarse en el conocimiento del Padre: “Felipe, quien me ve a mí ve al Padre”. Jesús nos ha mostrado claramente quién es él y, por tanto, quién es el Padre. Y en esta misma línea nos habla de su íntima relación con el Padre. “Salí del Padre y he venido al mudo, otra vez dejo el mundo y me voy al Padre”. Pero bien sabemos por otras afirmaciones de Jesús, que siempre permaneció unido al Padre: “Yo estoy en el Padre y el Padre está en mí”.

Fray Manuel Santos Sánchez O.P.
Convento de Santo Domingo (Oviedo)

9/5/24

EVANGELIO VIERNES 10-05-2024 SAN JUAN 16, 20-23a VI SEMANA DE PASCUA

 





En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«En verdad, en verdad os digo: vosotros lloraréis y os lamentaréis, mientras el mundo estará alegre; vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría.
La mujer, cuando va a dar a luz, siente tristeza, porque ha llegado su hora; pero, en cuanto da a luz al niño, ni se acuerda del apuro, por la alegría de que al mundo le ha nacido un hombre.
También vosotros ahora sentís tristeza; pero volveré a veros, y se alegrará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestra alegría. Ese día no me preguntaréis nada».

                            Es palabra del Señor

REFLEXION

El contexto del pasaje del Evangelio de Juan que hoy escuchamos es la última cena; en ella coloca el evangelista el último discurso de Jesús en forma de diálogo con los discípulos que le acompañan; y, como es habitual en Juan, las palabras del maestro que les dirige no les resulta fácil de entender.

En el versículo 16 de este mismo capítulo, Jesús les había dicho, de manera enigmática para ellos, “Dentro de poco no me veréis, pero poco más tarde me volveréis a ver”. Es esta afirmación, confusa para los discípulos, a la que el pasaje de hoy quiere dar respuesta.

Es la posibilidad de ausencia de Jesús, ese “dejar de verlo”, que hace referencia a su muerte próxima, la causa de la profunda tristeza entre los suyos; y es necesario revivir esta experiencia de dolor que supuso la cruz, para poder entender qué significa la promesa que Jesús les hace en este pasaje: “También vosotros ahora sentís tristeza; pero volveré a veros, y se alegrará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestra alegría”.

Porque la alegría a la que se refiere Jesús, tiene que ver con la “visión” del Señor. No ya de una manera física, sino interior, que surge del encuentro con el Resucitado y de una vida iluminada y guiada por su Espíritu que nos habita y habita nuestro mundo.

Es una alegría, como proclama uno de los himnos de la Pascua, “dada a luz en el dolor” como hoy expresa la imagen de los dolores de parto de la mujer, quien en el momento del nacimiento del hijo, es tal la alegría que siente, que olvida todas las penas del parto.

Junto con la alegría, se les promete a los discípulos un conocimiento pleno: ya no será necesario hacer preguntas. La presencia del Espíritu les guiará a la verdad plena.

Acojamos en este tiempo Pascual la promesa que Él nos hace; que nos permita vivir unidos a Él los acontecimientos de cada día, porque Él es la fuente de una alegría que nadie nos podrá quitar.

Hna. María Ferrández Palencia, OP
Congregación Romana de Santo Domingo

8/5/24

EVANGELIO JUEVES 09-05-2024 SAN JUAN 16, 16-20 VI SEMANA DE PASCUA

 





En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Dentro de poco ya no me veréis, pero dentro de otro poco me volveréis a ver».
Comentaron entonces algunos discípulos:
«¿Qué significa eso de “dentro de poco ya no me veréis, pero dentro de otro poco me volveréis a ver”, y eso de “me voy al Padre”?».
Y se preguntaban:
«¿Qué significa ese “poco”? No entendemos lo que dice».
Comprendió Jesús que querían preguntarle y les dijo:
«¿Estáis discutiendo de eso que os he dicho: “Dentro de poco ya no me veréis, y dentro de otro poco me volveréis a ver”? En verdad, en verdad os digo: vosotros lloraréis y os lamentaréis, mientras el mundo estará alegre; vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría».

                         Es palabra del Señor

REFLEXION

No es extraño, según nos cuenta San Juan, que los discípulos no entendieran aquellas enigmáticas palabras. Realmente Jesús anuncia sucesos inmediatos que sus apóstoles van a conocer en pocos días, pero que son incapaces de entender: ¿Quién de nosotros, si esperamos un reino mesiánico brillante, con Jesús de rey poderoso y dominador, podríamos pensar en los días y sucesos que se avecinaban?

En la mente de los apóstoles estaba más la idea del triunfo y el poder que una terrorífica pasión. Así podemos entender que la madre de los zebedeos pidiera sendos ministerios para sus hijos y que los demás se enfadaron porque esperaban lo mismo. ¿Acaso no son esos también nuestros deseos “casi” ocultos? 

Después de Pentecostés, recibida la luz del Espíritu Santo, podremos entender este pasaje del evangelio de San Juan, pero para los que lo escucharon era ininteligible, y apóstoles y oyentes, no podían saber el significado de aquellas enigmáticas frases que van a rematar con aquel “me voy al Padre”

Jesús hace cosas raras: hace unos días se ha producido la entrada en Jerusalén, y en los apóstoles ha renacido la esperanza del triunfo mesiánico. Les anuncia que el Hijo del Hombre va a ser nuevamente glorificado. Poco después se arrodilla delante de ellos para lavar sus pies y anuncia las negaciones de Pedro y la huida de todos ellos dejándolo solo. Para aquellos rudos galileos, aquella actitud de Jesús es confusa y no saben a qué carta quedarse.

Puede que nosotros estemos también un poco desorientados ante el desarrollo de la vida de Jesús, su muerte y posterior resurrección. Puede que estemos esperando un nuevo Pentecostés personal que nos aclare las dudas. Vana esperanza: el Espíritu Santo ha venido ya, y sigue viniendo, solo nos falta abrir los ojos del alma, mirar dentro de nosotros y allí encontrarlo. Solo tras este encuentro llegaremos a reconocer al Dios que nos habita y que nada tiene que darnos porque ya nos lo dio todo.

Si ahora estamos tristes, miremos en nuestro interior, porque si buscamos al Señor y lo encontramos, la tristeza se cambiará en alegría, porque ahí sí, al menos, lo podremos atisbar y cuando esto suceda será la hora en que cumple que, siguiendo el salmo, cantemos al Señor un cántico nuevo, porque sigue haciendo maravillas.

D. Félix García O.P.
Fraternidad de Laicos Dominicos de Viveiro (Lugo)

7/5/24

8 DE MAYO : SOLEMNIDAD DEL PATROCINIO DE LA VIRGEN MARIA





 

En esta fiesta damos gracias a Dios por el misterio de María y nos encomendamos a su protección, ya que la bienaventurada Virgen María, Madre de Dios, reina de los apóstoles y madre benevolentísima de nuestra Orden, es para nosotros ejemplo de contemplación de la palabra de Cristo y de docilidad a la propia misión

 La Iglesia ha invocado a la Virgen María « con los títulos de Abogada, Auxiliadora, Socorro, Mediadora » ya que su función maternal perdura sin cesar en la economía de la gracia y « con su múltiple intercesión continúa obteniéndonos los dones de la salvación eterna. » (LG n. 62)

Como afirma el MO fray Humberto de Romans: «La Virgen María fue una grande ayuda para la fundación de la Orden y se espera que la lleve a buen fin» (Opera, Il, 70.71). Por ello la Orden de Predicadores reconoce desde sus inicios la protección de la Virgen y «no duda en confesarla, la experimenta continuamente y la recomienda a todos —frailes, hermanas y laicos— para que apoyados en su protección maternal, se unan con mayor intimidad al Mediador y Salvador » (LG, n. 62) para llevar a cabo la difícil misión de la salvación de los hombres.

La celebración del patrocinio de María en la Orden se celebró en la liturgia en coincidencia con el aniversario de la bula de fundación de la Orden el 22 de diciembre de 1216, pero ante la debida preferencia de las ferias de Adviento inmediatas a navidad, se propone su celebración en este día del mes de mayo – dedicado a la veneración especial de María- pues también en este día diversos calendarios litúrgicos de otros propios ya celebran diversos títulos de María.

Liturgia de las Horas. Propio O.P., pp. 722-723.

EVANGELIO 08-05-2024 SAN JUAN 16, 12-15 VI SEMANA DE PASCUA

 





En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora; cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena. Pues no hablará por cuenta propia, sino que hablará de lo que oye y os comunicará lo que está por venir.
Él me glorificará, porque recibirá de lo mío y os lo anunciará.
Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso os he dicho que recibirá y tomará de lo mío y os lo anunciará».

                     Es palabra del Señor

REFLEXION

El capítulo 16 de San Juan se inserta en el momento sublime, intenso e íntimo de las despedidas de Jesús tras la última Cena... Él sabe que se aproxima su Hora, la de dar su vida por todos y la de marcharse de este  mundo al que lo envió, el Padre… Siente que los discípulos aún no están preparados… y no los quiere dejar desamparados, huérfanos, les anuncia  el envío del Paráclito, el Defensor,  el Espíritu de la Verdad plena que en su Nombre les irá comunicando  todo lo que ahora no son capaces de entender ni  asimilar… 

Nos acercamos al final de la Pascua con la fiesta de Pentecostés ya muy cercana; ¿cómo nos preparamos para acoger al Espíritu Santo?, ¿lo consideramos importante en nuestra vida?, ¿le daremos espacio?, ¿nos abriremos a Él para que con libertad obre en nuestro interior conforme al plan que el Padre tiene para cada uno?... 

Los dominicos y dominicas celebramos hoy el Patrocinio de la Virgen María sobre nuestra Orden, buena ocasión es este día para volver nuestros ojos a la Reina de cielos y tierra, la que por designio de Dios fue elegida para ser la Madre de  Dios que reconociendo su pequeñez,  pobreza y humildad, se fio del poder del Altísimo, le dijo Sí sin condiciones y así lo sostuvo durante toda su vida  y con su ejemplo y protección maternal nos enseña a nosotros a ser  fieles.  

Que Ella que fue Templo del Espíritu Santo, nos ayude a acogerlo y a vivir su designio de amor y conversión en un continuo canto de gratitud, gozo y alabanza como expresó en su Magníficat.  

Sor Inmaculada Ocaña Gutiérrez
Monasterio Santo Domingo de Guzmán (Zaragoza)

6/5/24

EVANGELIO MARTES 07-05-2024 SAN JUAN 16, 5-11 VI SEMANA DE PASCUA

 





En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Ahora me voy al que me envió, y ninguno de vosotros me pregunta: “¿Adónde vas?”. Sino que, por haberos dicho esto, la tristeza os ha llenado el corazón. Sin embargo, os digo es la verdad: os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a vosotros el Paráclito. En cambio, si me voy, os lo enviaré.
Y cuando venga, dejará convicto al mundo acerca de un pecado, de una justicia y de una condena. De un pecado, porque no creen en mí; de una justicia, porque me voy al Padre, y no me veréis; de una condena, porque el príncipe de este mundo está condenado».

                                    Es palabra del Señor

REFLEXION

Jesús anuncia su regreso al Padre. El retorno al Padre es la ratificación de Dios sobre la justicia manifestada en la vida y la muerte de Cristo. El Señor promete que enviará el Espíritu Santo, como un abogado, que acompaña la vida de la Iglesia. Como nos recordaba José Comblin: «El Espíritu ha sido enviado para suscitar el reino de Dios en el mundo. La Iglesia está al servicio de esta tarea. Solamente el Espíritu es el que les da energías para vivir la resurrección en este mundo.»

Será el Espíritu Santo quien nos fortalecerá en el Amor para ser testigos en el tiempo y las circunstancias que nos toca vivir. Que la promesa de Jesús nos ayude a hacer nuestras las palabras de Don Hélder Camara: «El “otro mundo posible” sólo vendrá si lo soñamos juntos y nos vamos esforzando entre todos por plasmarlo. Sueño que se sueña solo puede ser pura ilusión. Sueño que se sueña juntos es señal de solución. Soñemos juntos.»

Fray Edgardo César Quintana O.P.
Casa Stmo. Cristo de la Victoria (Vigo)

EVANGELIO LUNES 06-05-2024 SAN JUAN 15, 26-16,4a VI SEMANA DE PASCUA

 





En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Cuando venga el Paráclito, que os enviaré desde el Padre, el Espíritu de la verdad, que procede del Padre, él dará testimonio de mí; y también vosotros daréis testimonio, porque desde el principio estáis conmigo.
Os he hablado de esto, para que no os escandalicéis. Os excomulgarán de la sinagoga; más aún, llegará incluso una hora cuando el que os dé muerte pensará que da culto a Dios. Y esto lo harán porque no han conocido ni al Padre ni a mí.
Os he hablado de esto para que, cuando llegue la hora, os acordéis de que yo os lo había dicho».

                                Es palabra del señor

REFLEXION

Metidos de lleno en la vivencia y celebración del Misterio Pascual, como acontecimiento único e indivisible, contemplamos, de la mano de San Juan, el anuncio y la realización del mismo. Anuncio realizado en la última Cena y la realización del mismo, al anochecer del primer día de la semana, cuando Jesús otorga el Espíritu. Ante los discípulos el Espíritu Santo infundido por Jesús, da testimonio de Jesucristo muerto y resucitado, porque él les hace reconocer al Señor, superar sus miedos y sentir interiormente la fortaleza propia del que ha vencido al pecado y a la muerte. Y ellos mismos, ahora iluminados por el Espíritu dan testimonio de lo vivido con Jesús desde el principio. Lo que antes no entendieron lo van comprendiendo ahora y en ellos se pone de manifiesto el proceso de la fe, en el que todos los discípulos están inmersos.

Necesitamos comprender, en el momento presente, hasta dónde debe llegar la comunión con él. Jesús les ha anunciado cómo se ha de cumplir en él todo lo señalado por los profetas. El anuncio hecho en diferentes momentos tiene en la Última Cena un carácter singular: se refiere a él mismo, pero también a los discípulos. A todos los discípulos, no solamente al grupo apostólico. Les habla, nos habla de todo ello para prevenir el escándalo y situarnos en la perspectiva de compartir su misma entrega, que solo así el amor es más grande, cuando se entrega la vida.

Juan señala en varias ocasiones que vincularse con Jesús conlleva la excomunión de la sinagoga. Incluso el darles muerte será tenido como un acto de culto a Dios. Y todo, indica, lo hacen porque “no han conocido ni al Padre ni a mí”. Quizá esto pesa especialmente en nuestros días, cuando se pretende fijar de tal manera el proceder de Dios, que se puede llegar a desconocer la pedagogía del Espíritu, que va llevando al conocimiento pleno de la verdad revelada.

Jesús se reconoció ante Pilato como Testigo de la Verdad. Y en esa definición los bautizados son invitados a reconocer la calidad de su testimonio, que no es la elaboración de un discurso, sino una manifestación de la obra del Espíritu que los configura con Jesucristo.

¿Estoy atento para considerar el testimonio ofrecido actualmente desde la condición de bautizado?

¿Cómo es la respuesta dada ante los requerimientos de nuestro mundo?

Fr. Antonio Bueno Espinar O.P.
Convento de Santa Cruz la Real (Granada)