13/5/24

EVANGELIO MARTES 14-05-2024 SAN JUAN 15, 9-17 VII SEMANA DE PASCUA

 





En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor.
Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.
Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud. Este es mi mandamiento:
que os améis unos a otros como yo os he amado.
Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando.
Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer.
No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto permanezca.
De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo dé. Esto os mando: que os améis unos a otros».

                 Es palabra del Señor

REFLEXION

En la fiesta de San Matías la Iglesia nos invita a meditar sobre el sentido profundo de nuestra vocación cristiana. Allá donde muchos cristianos no ven más que la pesada carga de unos mandamientos, Jesús nos invita a descubrir el misterio más profundo de la vida divina, que es el amor.

La víspera misma de su muerte Él se ve a sí mismo envuelto en un amor infinito y sujeto a una sola misión: transmitir a todos sus hermanos y hermanas ese mismo amor.

Creer en este  amor y vivirlo día a día produce un fruto infalible: una profunda alegría. Aquí Jesús nos revela su secreto más íntimo: si fue pobre y desprendido de todos los bienes de este mundo, no lo fue por un absurdo deseo de mortificarse, sino porque estaba literalmente sumergido por una alegría tan grande que todo lo de este mundo pasaba totalmente inadvertido. Y sólo deseaba una cosa: vernos disfrutar de esa misma alegría.

“Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a su plenitud”.

Fr. Carlos Oloriz Larragueta O.P.
Convento de la Virgen del Camino (León)