5/12/24

EVANGELIO JUEVES 05-12-2024 SAN MATEO 7 21, 24-27 PRIMERA SEMANA DE ADVIENTO

 





En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«No todo el que me dice “Señor, Señor” entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.

El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica se parece a aquel hombre prudente que edificó su casa sobre roca. Cayó la lluvia, se desbordaron los ríos, soplaron los vientos y descargaron contra la casa; pero no se hundió, porque estaba cimentada sobre roca.

El que escucha estas palabras mías y no las pone en práctica se parece a aquel hombre necio que edificó su casa sobre arena. Cayó la lluvia, se desbordaron los ríos, soplaron los vientos y rompieron contra la casa, y se derrumbó. Y su ruina fue grande».

                                                Es palabra del Señor

REFLEXION

La parábola de los constructores que nos presenta el evangelio de hoy apunta a la necesidad de poner en práctica el v. 21: No todo el que me diga: Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial. El pasaje nos coloca a los lectores ante el gran dilema: “llevar a cabo” o “no llevar a cabo” las palabras de Jesús después de haberlas oído.

En el Antiguo Testamento aparece esta dinámica de la escucha y la práctica de la ley (cf. Dt 31,12). Ahora la palabra de Yahvé en el AT es sustituida por la palabra de Jesús.  Es Jesús el que pone al oyente en una situación de discernimiento: Escuchar y poner en práctica sus palabras o escucharlas y no realizarlas.

La tormenta con sus aguaceros, arroyos crecidos que inundan los valles antes secos y fuertes vientos, evocan la prueba escatológica del juicio final en el AT (cf. Ez 13,10-14; Jb 1,19; Is 28, 17; 30, 30; Na 1,3; Os 8,7; Ez 38, 22). La supervivencia del constructor que edifica sobre roca y la ruina para aquel que ha edificado sobre arena se pondrán de manifiesto en el juicio, que revelará la verdad contemplada de la parábola.

Desde esta perspectiva este juicio no constituye un momento puntual, se va desgranando en toda la existencia de forma procesual, y la criba, se va realizando en una confrontación permanente con la Palabra. La vida del creyente es un discernimiento continuo a la luz de la palabra para decidir opciones y realizar acciones concretas: (Mt 7,24-27). Lo que ocurre en el juicio escatológico simbolizado en los torrentes, los vientos, no es ni más ni menos que la consecuencia de esa confrontación permanente con la Palabra: de escucharla y obedecerla, actuarla, llevarla a cabo, encarnarla. “Pregúntate si lo que estás haciendo hoy te acerca al lugar en el que quieres estar mañana” (Walt Disney).

Nosotros, como discípulos en continuo aprendizaje, estamos en el tiempo de la construcción donde hemos de discernir cada día a la luz de la Palabra la realización de la voluntad de Dios (7,21) expresada en la Palabra de Jesús (7,24). ¿Cuáles son mis actitudes para el encuentro diario con la Palabra? ¿Qué tiempo doy en mi día a día a este discernimiento?

Hna. Mariela Martínez Higueras O.P.
Congregación de Santo Domingo