En aquel tiempo, dijo Jesús al gentío:
«¿A quién compararé esta generación?
Se asemeja a unos niños sentados en la plaza, que gritan diciendo: “Hemos tocado la flauta, y no habéis bailado; hemos entonado lamentaciones, y no habéis llorado”.
Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen: “Tiene un demonio”. Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: “Ahí tenéis a un comilón y borracho, amigo de publicanos y pecadores”.
Pero la sabiduría se ha acreditado por sus obras».
Es palabra del Señor
REFLEXION
En más de una ocasión, a lo largo del evangelio, vemos a Jesús quejarse de sus oyentes y seguidores. En eta ocasión, se apoya en la generaliza actitud de los niños para recordarles que no siguen sus palabras, sus indicaciones. “Hemos tocado la flauta y no habéis bailado, hemos cantado lamentaciones y no habéis llorado”. En todo momento, en las indicaciones de Jesús más suaves y en las más costosas, hemos de hacerle caso, el mejor, el único camino para conseguir la alegría de vivir tanto en la tierra como en el cielo. En todo momento, apoyados en este pasaje evangélico, hemos de hacer caso a Jesús. Que Jesús no se pueda quejar de nosotros. |
Fray Manuel Santos Sánchez O.P.
Convento de Santo Domingo (Oviedo)