Los hombres de Nínive se alzarán en el juicio contra esta generación y harán que la condenen; porque ellos se convirtieron con la proclamación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás.
Cuando juzguen a esta generación, la reina del Sur se levantará y hará que la condenen, porque ella vino desde los confines de la tierra, para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón».
Es palabra del Señor
REFLEXION
Los fariseos piden a Jesús una acción espectacular, deslumbrante, una demostración palpable de su poder.
La contestación de Jesús pone de manifiesto que los fariseos no piden una señal para creer, por eso Jesús utiliza la expresión “generación adúltera” «Idólatra» expresión que se formula en sentido de adulterio.
Ellos han sido infieles a la Alianza, y además han rechazado el camino propuesto por Jesús para creer: la conversión, (Nínive) la sabiduría (Salomón), que pueden ver en Jesús.
Jesús insiste en “aquí hay uno que es más”. Jesús es más que Jonás (profeta) y es más que Salomón (rey). Él es la señal definitiva. En Él se cumple toda profecía y se realiza todo reinado. No tenemos que esperar a nadie más.
Jesús en su misericordia les dará; nos dará un signo: “Tres días y tres noches estuvo Jonás en el vientre del cetáceo: pues tres días y tres noches estará el Hijo del hombre en el seno de la tierra». La "señal de Dios“ es: la muerte de Jesús... la resurrección de Jesús... Es decir, el misterio pascual.
A nosotros nos corresponde ahora no ser una generación descreída; ser una generación que sigue el camino de la conversión y vive el misterio pascual como acción no sólo para el futuro sino una realidad que hacemos presente ahora en el día a día.
La muerte de Jesús nos confronta con el Dios en quien creemos y al que seguimos con fidelidad. La resurrección nos sitúa en el Evangelio de la alegría del compromiso con la vida. Vive con Él, cree en Él, anúncialo a Él como el gran signo de Dios para nuestra salvación.