27/7/25

EVANGELIO LUNES 28-07-2025 SAN MATEO 13, 31-35 XVII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

 





En aquel tiempo, Jesús propuso otra parábola al gentío:
«El reino de los cielos se parece a un grano de mostaza que uno toma y siembra en su campo; aunque es la más pequeña de las semillas, cuando crece es más alta que las hortalizas; se hace un árbol hasta el punto de que vienen los pájaros a anidar en sus ramas».

Les dijo otra parábola:
«El reino de los cielos se parece a la levadura; una mujer la amasa con tres medidas de harina, hasta para que todo fermenta».

Jesús dijo todo esto a la gente en parábolas y sin parábolas no les hablaba nada, para que se cumpliera lo dicho por medio del profeta:
«Abriré mi boca diciendo parábolas, anunciaré lo secreto desde la fundación del mundo».

                               Es palabra del Señor

REFLEXION

En el evangelio de hoy Jesús utiliza dos semejanzas para evocar y explicar la dinámica del Reino de Dios: la semilla de mostaza y la levadura. Ambas nos recuerdan que Dios actúa desde lo pequeño, lo débil y cotidiano. La vida y la enseñanza de Jesús se guiaron por esta manera de concebir la acción de Dios. Esto implica una nueva forma de pararnos frente a la realidad.

En su viaje apostólico a Marruecos el Papa Francisco decía: «Creo que la preocupación surge cuando a nosotros, cristianos, nos abruma pensar que solo podemos ser significativos si somos la masa y si ocupamos todos los espacios. Sabéis bien que la vida se juega en la capacidad que tengamos de “ser fermento” allí donde nos encontremos y con quien nos encontremos… En estas tierras, el cristiano aprende a ser sacramento vivo del diálogo que Dios quiere entablar con cada hombre y mujer, en cualquier situación que viva. Por tanto, es un diálogo que estamos llamados a realizar a la manera de Jesús, manso y humilde de corazón (cf. Mt 11,29), con un amor ferviente y desinteresado, sin cálculos y sin límites, respetando la libertad de las personas.» De esta manera superamos cualquier deseo de grandeza y nos abrimos a acoger la vida de las personas.

Estas parábolas nos invitan a la confianza, porque Dios está siempre presente y actúa en medio de la historia humana. Él está allí, actuando, tiene la fuerza de la semilla que crece y la potencialidad de la levadura que fermenta. De alguna manera Jesús quiere que recordemos que la acogida y el alimento deben ser notas características de la comunidad cristiana.

Jesús Peláez lo expresaba diciendo: «Construir el reino de Dios aquí en la tierra o, lo que es igual, hacer nacer una sociedad alternativa, sin excluidos, sigue siendo hoy -y tal vez hoy más que nunca- el gran reto de los seguidores de Jesús. Por esta tarea tal vez valga la pena "perder la vida" como camino para encontrar "la vida definitiva".»

Que como Jesús propaguemos el Reino con nuestra forma de vivir, de amar, de trabajar, de disfrutar, de luchar y de ser. 

Fray Edgardo César Quintana O.P.

Fray Edgardo César Quintana O.P.
Casa Stmo. Cristo de la Victoria (Vigo)