21/8/25

EVANGELIO VIERNES 22-08-2025 SAN MATEO 22, 34-40 XX SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

 





En aquel tiempo, los fariseos, al oír que Jesús había hecho callar a los saduceos, se reunieron en un lugar y uno de ellos, un doctor de la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba:
«Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley?».

Él le dijo:
«”Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente”.

Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él:
“Amarás a tu prójimo como a ti mismo”.

En estos dos mandamientos se sostienen toda la Ley y los Profetas».

                        Es palabra del Señor

REFLEXION

En este pasaje, un maestro de la Ley le plantea a Jesús una pregunta aparentemente teológica: “¿Cuál es el mandamiento mayor?” (Mt 22,36). Era una cuestión debatida entre los rabinos, pues la Ley contenía cientos de preceptos. Jesús responde citando el Shemá Israel, el corazón de la fe judía: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente” (Dt 6,5). Pero no se detiene ahí: añade un segundo mandamiento, que no es opcional ni complementario, sino semejante al primero: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Lv 19,18).

Jesús une lo que muchos separan: el amor a Dios y el amor al prójimo son dos caras del mismo mandamiento. No se puede amar a Dios y despreciar al hermano. Y tampoco se puede amar verdaderamente al prójimo si no es desde la fuente del Amor que es Dios. Esta unidad es la clave de toda la vida cristiana: una fe que no se traduce en caridad es estéril; una caridad que no nace de Dios es frágil.

Jesús no solo nos da una norma, sino una orientación existencial: amar es el camino, el criterio y el fin de toda vida cristiana. Por eso dice: “De estos dos mandamientos penden toda la Ley y los Profetas” (Mt 22,40). Todo lo demás —ritos, normas, compromisos— cobra sentido solo si brota de este amor y conduce a él.

Hoy, en medio de tantas reglas, tensiones, polarizaciones, Jesús nos recuerda lo esencial: que todo se resume en amar bien, con todo el corazón y en ambos sentidos: hacia Dios y hacia los demás. No se trata de sentir más, sino de entregarse más. No es cuestión de emoción, sino de decisión. Amar como Cristo nos ha amado: esa es la ley definitiva.

Fr. Carlos Ávila O.P.

Fr. Carlos Ávila O.P.
Convento de Ntro. Padre Sto. Domingo (Torrent)

Soy argentino y nieto de españoles. Después de cumplir con el servicio militar respondí al llamado de Dios y fui ordenado sacerdote el 8 de diciembre de 1990. Me formé en Argentina y en Roma, y obtuve el doctorado en Teología por la Universidad Pontificia de Santo Tomás de Aquino. Me he especializado en teología ortodoxa rusa. Durante 18 años serví como misionero en la misión Ad Gentes, desarrollando mi labor en Perú, Rusia y Tayikistán. Soy creador de los canales de YouTube y TikTok “Predicando con nuestra vida” y “Despierta tu Marca”, donde comparto reflexiones sobre acompañamiento espiritual, desarrollo personal e Inteligencia Espiritual. Actualmente estoy asignado al convento Santo Domingo de El Vedat, en Torrent.