2/12/12

PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO





     El adviento es el primer periodo del año litúrgico cristiano, que consiste en un tiempo de preparación para el nacimiento de Cristo. Su duración puede variar de 21 a 28 días, dado que se celebran los cuatro domingos más próximos a la festividad de Navidad. Los fieles lo consideran un tiempo de reflexión y de perdón.
     Durante el adviento, se coloca en las iglesias y también en algunos hogares una corona de ramas de pino, llamada corona de adviento, con cuatro velas, una por cada domingo de adviento. Hay una pequeña tradición de adviento: a cada una de esas cuatro velas se le asigna una virtud que hay que mejorar en esa semana, por ejemplo: la primera, el amor; la segunda, la paz; la tercera, la tolerancia y la cuarta, la fe.  

     El comienzo de la temporada de Adviento nos brinda una oportunidad poderosa para tocar el tema pro-vida en la Liturgia. Primeramente, el tema de la segunda venida del Señor—un tema particularmente fuerte en la primera parte de Adviento--- nos llama como individuos y como sociedad al arrepentimiento en preparación para la venida del Señor.  Este arrepentimiento incluye vivir con un respeto por cada vida humana, y construir una sociedad de justicia y dar bienvenida a los más vulnerables. En segundo lugar, Adviento se trata de la preparación del nacimiento del Señor.  La alegría de su nacimiento, como escribió Juan Pablo II en Evangelium Vitae, se refleja en la alegría del nacimiento de cada creatura.  Adviento es el tiempo perfecto para encomendar las oraciones de nuestro pueblo a todas las madres que traen en sus entrañas a una creatura y que podrán estar tentadas por el temor o la falta de confianza en la Providencia de Dios.