31/8/23

EVANGELIO VIERNES 01-09-2023 SAN MATEO 25, 1-13 XXI SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

 





En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola:
«El reino de los cielos se parece a diez vírgenes que tomaron sus lámparas y salieron al encuentro del esposo.

Cinco de ellas eran necias y cinco eran prudentes. Las necias, al tomar las lámparas, no se proveyeron de aceite; en cambio, las prudentes se llevaron alcuzas de aceite con las lámparas.

El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron.

A medianoche se oyó una voz:
“¡Que llega el esposo, salid a su encuentro!”.

Entonces se despertaron todas aquellas vírgenes y se pusieron a preparar sus lámparas.
Y las necias dijeron a las prudentes:
“Dadnos de vuestro aceite, que se nos apagan las lámparas”.

Pero las prudentes contestaron:
“Por si acaso no hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tienda y os lo compréis”.

Mientras iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas, y se cerró la puerta.

Más tarde llegaron también las otras vírgenes, diciendo:
“Señor, señor, ábrenos”.

Pero él respondió:
“En verdad os digo que no os conozco”.

Por tanto, velad, porque no sabéis el día ni la hora»

                             Es palabra de Dios

REFLEXION

Esta conocida parábola nos habla de la necesidad de estar siempre preparados para la venida del Señor. Y no pensemos en el último día, pensemos en el aquí y el ahora, porque Dios viene a nuestras vidas de muy diferentes maneras y debemos estar preparados para recibirle: en momentos de angustia, en momentos de alegría, en la necesidad de un hermano, en el trabajo cotidiano, en medio de nuestra gente... siempre debemos estar disponibles y preparados.

Igual que un examen difícil no se aprueba estudiando solamente el día anterior, sino con constancia, así nosotros debemos estar preparando nuestro encuentro con el Señor todos los días a base de oración y frecuentando los Sacramentos.

Jesús nos advierte que no tenemos nada ganado. Contamos con la misericordia del Padre pero nosotros debemos poner de nuestra parte y no relajarnos. Al igual que las doncellas prudentes llevan una provisión de aceite, porque no saben cuando llegará el Esposo y por lo tanto las lámparas se pueden apagar, nosotros debemos llevar las alforjas siempre llenas en nuestro caminar por la vida.

De poco nos puede servir salir corriendo en el último momento, puede que ya sea tarde. Por eso insisto mucho en la necesidad de leer las Escrituras de manera cotidiana, de rezar el Rosario de forma habitual, de practicar la Caridad con el prójimo, de acudir al Sagrario para encontrarnos con Cristo: ese es nuestro aceite, ese es el combustible que hará que nuestra lámpara no se apague.

Cuando llegue el Esposo, el Señor, que nos encuentre alegres y preparados para acompañarle hoy y siempre.

D. Luis Maldonado Fernández de Tejada, OP
Fraternidad Laical de Santo Domingo, de Almagro


30/8/23

EVANGELIO JUEVES 31-08-2023 SAN MATEO 24, 42-51 XXI SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

 





En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor.
Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón, estaría en vela y no dejarla abrir un boquete en su casa.

Por eso, estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre.

¿Quién es el criado fiel y prudente, a quien el señor encarga de dar a la servidumbre la comida a sus horas?

Bienaventurado ese criado, si el señor, al llegar, lo encuentra portándose así. En verdad os digo que le confiará la administración de todos sus bienes.

Pero si dijere aquel mal siervo para sus adentros: “Mi señor tarda en llegar”, y empieza a pegar a sus compañeros, y a comer y beber con los borrachos, el día y la hora que menos se lo espera, llegará el amo y lo castigará con rigor y le hará compartir la suerte de los hipócritas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes.»

                                      Es palabra de Dios

REFLEXION

“Estad en vela, porque no sabréis qué día vendrá vuestro Señor”. “Estad también vosotros preparados…” La vida es incierta, y está en manos de Dios. Por más que luchemos y nos resistamos a la finitud, el logro no es sólo vivir esta vida, sino que es vivir en Dios. Ya es suficiente con el sentido que le damos a la lucha y al valor de la vida. Pero el hecho que la vida esté en manos de Dios, no nos ha de condicionar a la hora de mantener una fe constante, un amor gratuito, y un sentido de la vida acorde con nuestra esperanza.

A veces nos dejamos llevar por los miedos, por la cobardía, o por la pereza de luchar siempre con fe. Administramos mal nuestras fuerzas, y dejamos que nuestro corazón y nuestra mente se conviertan en una “cacharrería” donde todo es ruido, desaliento y abandono.

La fidelidad y el cuidado son las claves que Jesús nos invita a conservar y madurar. Quien es capaz de ser fiel a Dios, y ser cuidadoso del don recibido será dichoso.

Fray Alexis González de León O.P.
Convento de San Pablo y San Gregorio (Valladolid)

29/8/23

EVANGELIO MIERCOLES 30-08-2023 XXI SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

 





En aquel tiempo, Jesús dijo:
«¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que os parecéis a los sepulcros blanqueados! Por fuera tienen buena apariencia, pero por dentro están llenos de huesos y podredumbre; lo mismo vosotros: por fuera parecéis justos, pero por dentro estáis repletos de hipocresía y crueldad.

¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que edificáis sepulcros a los profetas y ornamentáis los mausoleos de los justos, diciendo: “Si hubiéramos vivido en tiempo de nuestros padres, no habríamos sido cómplices suyos en el asesinato de los profetas”! Con esto atestiguáis en vuestra contra, que sois hijos de los que asesinaron a los profetas. ¡Colmad también vosotros la medida de vuestros padres!».

                                            Es palabra de Dios

REFLEXION

Como en tantas otras ocasiones, Jesús se enfrenta de nuevo con los maestros de la ley y los fariseos. Son los guardianes de la tradición de Israel y el pueblo respeta sus interpretaciones y decisiones acerca de la ley. Es posible que, aquí, el evangelista Mateo quiera poner en guardia a sus destinatarios contra las prácticas e interpretaciones de la ley propias de los fariseos. Son costumbres que todavía perviven en los nuevos creyentes procedentes del judaísmo y que es necesario abandonar ante la novedad de Jesús.

            En este caso, Jesús reprueba las prácticas puramente externas que no van acompañadas de un sentimiento interior, sino que muestran más bien una actitud hipócrita. Cuántas veces puede suceder esto, también hoy: se conservan formas tradicionales de religiosidad, pero sin que correspondan a una vivencia profunda de la fe que parecen expresar. Jesús denuncia reiteradamente la hipocresía a lo largo de su predicación. Y reprocha también a este grupo otra cosa: que tienen hacia la ley –hacia el profundo sentido que Dios le dio a la ley- la misma actitud que hacia los enviados de Dios: una actitud de incomprensión y de rechazo.

            Otro aspecto que Jesús les echa en cara es que se confiesan hijos de los que mataron a los profetas en otro tiempo. Y, en lugar de alejarse de aquella actitud de sus padres, en realidad no han cambiado. También hoy siguen manteniendo esa hostilidad frente a los que Dios les envía; concretamente, hacia él, que viene de parte de Dios. Es como si, en el fondo, reconocieran que han heredado el carácter refractario que sus antepasados vivieron respecto de la voluntad de Dios.

            Nosotros hemos heredado también costumbres religiosas de los que nos precedieron: ¿corresponden a los nuevos compromisos que la fe nos exige hoy en el mundo en que vivimos, o se han convertido en rutinas anacrónicas y estériles?

Fray Emilio García Álvarez O.P.
Convento de Santo Tomás de Aquino (Sevilla)

28/8/23

MARTES 29 DE AGOSTO : MARTIRIO DE SAN JUAN BAUTISTA

 





Cada 29 de agosto la Iglesia Católica conmemora el Martirio de San Juan Bautista, el gran precursor del nacimiento, la predicación y la muerte de Jesucristo. Juan, primo del Señor, fue condenado a muerte por haber anunciado la verdad y denunciado aquellas conductas del pueblo de Israel que ofendían a Dios.

San Juan Bautista es el único santo al que se celebra tanto su nacimiento (24 de junio) como su muerte (29 de agosto), acontecida por medio del martirio.

El Papa Benedicto XVI, en la audiencia general del 29 de agosto de 2012, recordaba que la memoria de Juan el Bautista "se remonta a la dedicación de una cripta de Sebaste, en Samaria, donde ya a mediados del siglo IV se veneraba su cabeza. Su culto se extendió después a Jerusalén, a las Iglesias de Oriente y a Roma, con el título de 'Decapitación de San Juan Bautista'".

Luego, el Papa Emérito añadía: "En el Martirologio romano se hace referencia a un segundo hallazgo de la preciosa reliquia, transportada, para la ocasión, a la iglesia de San Silvestre en Campo Marzio, en Roma. Estas pequeñas referencias históricas nos ayudan a comprender cuán antigua y profunda es la veneración de San Juan Bautista".

El relato del martirio de Juan el Bautista se encuentra en el Evangelio de San Marcos: "Herodes había mandado poner preso a Juan Bautista, y lo había llevado encadenado a la prisión, por causa de Herodías, esposa de su hermano Filipos, con la cual Herodes se había ido a vivir en unión libre. Porque Juan le decía a Herodes: 'No le está permitido irse a vivir con la mujer de su hermano'. Herodías le tenía un gran odio por esto a Juan Bautista y quería hacerlo matar, pero no podía porque Herodes le tenía un profundo respeto a Juan y lo consideraba un hombre santo, y lo protegía y al oírlo hablar se quedaba pensativo y temeroso, y lo escuchaba con gusto" (Mc 6, 17 - 29).

Llegó el día en que Herodes ofreció un banquete a los tribunos y principales de Galilea por su cumpleaños. Durante la fiesta, se presentó a bailar la hija de Herodías y fue tal el agrado que Herodes encontró en la danza de la joven que le prometió que cumpliría cualquier deseo que tuviese. Por eso ella, a sugerencia de su madre, pidió la cabeza de Juan Bautista. Herodes sintió pena por Juan, al que escuchaba con gusto, pero no tuvo el valor de rechazar el pedido ni quiso verse comprometido frente a sus invitados. Al rato, la cabeza de Juan le fue entregada en una bandeja.

San Juan Bautista, mártir de la verdad

Benedicto XVI, en la referida audiencia de 2012, añadía: "La Iglesia celebra hoy la memoria del Martirio de san Juan Bautista, el precursor de Jesús, que testimonia con su sangre su fidelidad a los mandamientos de Dios. Su vida nos enseña que cuando la existencia se fundamenta sobre la oración, sobre una constante y sólida relación con Dios, se adquiere la valentía de permitir que Cristo oriente nuestros pensamientos y nuestras acciones".

Además, destacó que "celebrar el martirio de san Juan Bautista nos recuerda también a nosotros, cristianos de nuestro tiempo, que no se puede descender a negociar con el amor a Cristo, a su Palabra, a la Verdad. La Verdad es verdad y no hay componendas".

"La vida cristiana exige, por decirlo de alguna manera, el 'martirio' de la fidelidad cotidiana al Evangelio, es decir, el valor de dejar que Cristo crezca en nosotros y sea Él quien oriente nuestro pensamiento y nuestras acciones. Pero esto sólo puede suceder en nuestra vida si la relación con Dios es sólida. La oración no es tiempo perdido, no es robar espacio a las actividades, incluso a las apostólicas, sino que es exactamente lo contrario: sólo si somos capaces de una vida de oración fiel, constante y confiada, será el mismo Dios quien nos dará la capacidad y la fuerza para vivir de modo feliz y sereno, para superar las dificultades y testimoniarlo con valor. Que san Juan Bautista interceda por nosotros, a fin de que sepamos conservar siempre la primacía de Dios en nuestra vida", agregó el hoy Papa Emérito.

FUENTE :  ACI PRENSA

EVANGELIO MARTES 29-08-2023 SAN MARCOS 6, 17-29 XXI SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

 





         En aquel tiempo, Herodes había mandado prender a Juan y lo había metido en la cárcel, encadenado.

El motivo era que Herodes se había casado con Herodías, mujer de su hermano Filipo, y Juan le decía que no le era lícito tener la mujer de su hermano.

Herodías aborrecía a Juan y quería quitarlo de en medio; no acababa de conseguirlo, porque Herodes respetaba a Juan, sabiendo que era un hombre honrado y santo, y lo defendía. Cuando lo escuchaba, quedaba desconcertado, y lo escuchaba con gusto.

La ocasión llegó cuando Herodes, por su cumpleaños, dio un banquete a sus magnates, a sus oficiales y a la gente principal de Galilea.

La hija de Herodías entró y danzó, gustando mucho a Herodes y a los convidados. El rey le dijo a la joven:
«Pídeme lo que quieras, que te lo doy».

Y le juró:
«Te daré lo que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino».

Ella salió a preguntarle a su madre:
«¿Qué le pido?»

La madre le contestó:
«La cabeza de Juan, el Bautista».

Entró ella en seguida, a toda prisa, se acercó al rey y le pidió:
«Quiero que ahora mismo me des en una bandeja la cabeza de Juan, el Bautista».

El rey se puso muy triste; pero, por el juramento y los convidados, no quiso desairarla. En seguida le mandó a un verdugo que trajese la cabeza de Juan. Fue, lo decapitó en la cárcel, trajo la cabeza en una bandeja y se la entregó a la joven; la joven se la entregó a su madre.

Al enterarse sus discípulos, fueron a recoger el cadáver y lo enterraron.

                                    Es pañabra de Dios

REFLEXION

Hoy celebramos junto con toda la Iglesia el martirio de san Juan Bautista, “el mayor de los nacidos de mujer”, así lo definió el mismo Cristo.

Profeta

Como auténtico profeta, Juan anunció a Jesucristo, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo; dio testimonio de la verdad predicando la conversión, sin componendas; y con una gran humildad, muy consciente de que él no era la luz, sino testigo de la luz.

Dios elige a sus profetas. Dios es quien los llama ya desde el seno materno (salmo del día). También nosotros desde nuestro bautismo hemos sido elegidos, consagrados y enviados por Dios.

Hemos sido llamados a la vida, a la fe, a vivir la fe como una hermosa historia de amor con el Señor. A ver la presencia salvadora de Dios cada día, a gustar y ver qué bueno es el Señor. Todo es don, todo es gracia, todo es vocación: llamada y respuesta.

Martir

Juan fue recio en su testimonio. Su palabra era incómoda y fue mártir de la verdad que proclamaba. Un profeta como Juan no podía morir en una tranquila ancianidad.

La muerte de Juan Bautista fue tan provocativa para los poderosos endiosados y adulados como su vida. Encarcelado por denunciar la corrupción moral de Herodes, por arrebatar la mujer a su hermano, era, sin embargo, temido por el propio rey.

Siempre los poderosos han tenido un temor reverencial ante los profetas que denuncian sus excesos y los han procurado silenciar o atraerlos con privilegios y prebendas. Una danza fue suficiente para que la cabeza del Bautista fuese entregada a la reina adúltera, por mediación de Salomé. Herodes es el paradigma del poderoso que con tal de conservar el poder sacrifica fidelidades y lealtades para entregarlas a sus aduladores y bufones en refinadas bandejas mediáticas.

¿Y nosotros?

Juan creyó en su misión; cree tú en la tuya. No se buscó a sí mismo y nada hizo por dejar su soledad y deslizarse en el séquito privilegiado de Jesús. Amigo del Esposo como era, se regocijó del júbilo del Esposo, contentándose con el terrible aislamiento de las mazmorras de Maqueronte, de donde no salió más que para el cara a cara de la eternidad.

Juan no era la luz, sino testigo de la luz. Juan era la voz, Cristo era la Palabra. Nosotros, llamados por nuestro bautismo a ser profetas y testigos, no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Cristo: Él tiene que crecer y nosotros tenemos que menguar. Hemos de superar nuestros deseos de protagonismos humanos, para dejar que brille la luz de Cristo. No podemos pretender robarle a Dios la gloria.

Sabemos que el término mártir viene del griego y significa "testigo", lo mismo que "martirio" significa "testimonio". Por lo tanto, los mártires son los testigos de la fe y eso debemos ser nosotros.

Mártir, por lo tanto, no es sólo el que derrama su sangre, sino que lo es también aquel que, día a día, da su vida por sus hermanos en el servicio del Evangelio.

Que la celebración de hoy nos ayuda a meditar sobre nuestra identidad como cristianos y como testigos del Evangelio.

Sor Flora Mª Collado O. P.
Monasterio Sancti Spiritus - Toro

27/8/23

EVANGELIO LUNES 29-08-2023 SAN MATEP 23, 13-22 XXI SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

 





En aquel tiempo, Jesús dijo:
«¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que cerráis a los hombres el reino de los cielos!
Ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que quieren.

¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que viajáis por tierra y mar para ganar un prosélito, y cuando lo conseguís, lo hacéis digno de la “gehenna” el doble que vosotros!

¡Ay de vosotros, guías ciegos, que decís: “Jurar por el templo no obliga, jurar por el oro del templo sí obliga”! ¡Necios y ciegos! ¿Qué es más, el oro o el templo que consagra el oro?

O también: “Jurar por el altar no obliga, jurar por la ofrenda que está en el altar sí obliga” ¡Ciegos! ¿Qué es más, la ofrenda o el altar que consagra la ofrenda? Quien jura por el altar, jura por él y por quien habita en él; y quien jura por el cielo, jura por el trono de dios y también por el que está sentado en él».

                                      Es palabra de Dios

REFLEXION

En un primer momento, Jesús nos sorprende con sus fuertes diatribas contra los letrados y fariseos. Pero enseguida nos damos cuenta de que están en consonancia con él y su misión. Él ha venido a mostramos el camino, su verdad, las actitudes que conducen a disfrutar de la vida con alegría y esperanza. 

Además de predicarnos todo lo que debemos vivir para conseguir esa vida y vida en abundancia, nos recuerda todas las actitudes que no debemos de tener porque nos alejan de esa vida y de la felicidad siempre deseada que nos ha venido a traer. Y este evangelio va en contra de los letrados y fariseos, justamente porque viven esas actitudes que no nos llevan a la vida sino a la tristeza, a estar a disgusto en la vida.

Todas la acusaciones que dirige a la condura de los letrados y fariseos van en contra de la verdad y del amor. Dos de los pilares de la vida y predicación de Jesús. Una vida donde en lugar de la verdad y del amor reine e impere la mentira y el odio… ni es humana, ni es cristiana.

Fray Manuel Santos Sánchez O.P.
Convento de Santo Domingo (Oviedo)

26/8/23

DOMINGO 27 DE AGOSTO : XXI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

 





El encuentro con Jesús, el Cristo, mueve, interroga, permite que nos abramos a la plenitud de la existencia y a la salvación que irrumpe con su presencia en nuestras vidas, al calor de la comunidad. El contacto con Él nos permite conocerle, celebrar con los hermanos, compartir la vida en ese trato de amistad que estamos llamados a cultivar día a día. De forma tal, que siga adquiriendo un sentido más firme y pleno la identidad e impacto de Jesús en nuestras vidas.

En este vigésimo primer domingo del tiempo ordinario la Palabra de Dios nos propone meditar un pasaje central del ministerio de Jesús y de sus discípulos, en especial en la vida de Pedro, y de cada uno de nosotros. La pregunta que hace Jesús a sus discípulos nos habla de relación y de misión.

Que hoy también nos sintamos cuestionados por Jesús en nuestra relación con Él y la misión que desarrollamos en nuestra cotidianidad. Y con Pedro, reafirmemos nuestra fe en Él: «Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios vivo».

Fr. Raisel Matanzas Pomares
Convento de San Juan de Letrán (La Habana - Cuba)

LECTURAS DEL DOMINGO 27-08-2023 : XXI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

 

Primera Lectura

Lectura del libro de Isaías 22, 19-23

Esto dice el Señor a Sobná, mayordomo de palacio:
«Te echaré de tu puesto,
te destituirán de tu cargo.
Aquel día llamaré a mi siervo,
a Eliaquín, hijo de Esquías,
le vestiré tu túnica,
le ceñiré tu banda,
le daré tus poderes;
será padre para los habitantes de Jerusalén
y para el pueblo de Judá.
Pongo sobre sus hombros
la llave del palacio de David:
abrirá y nadie cerrará;
cerrará y nadie abrirá.
Lo clavaré como una estaca en un lugar seguro,
será un trono de gloria para la estirpe de su padre».

                                Es palabra de Dios



Salmo

Sal 137, 1-2a. 2bcd-3. 6 y 8bc R/. Señor, tu misericordia es eterna, no abandones la obra de tus manos.

Te doy gracias, Señor, de todo corazón,
porque escuchaste las palabras de mi boca;
delante de los ángeles tañeré para ti;
me postraré hacia tu santuario. R/.

Daré gracias a tu nombre:
por tu misericordia y tu lealtad,
porque tu promesa supera a tu fama.
Cuando te invoqué, me escuchaste,
acreciste el valor en mi alma. R/.

El Señor es sublime, se fija en el humilde
y de lejos conoce al soberbio.
Señor, tu misericordia es eterna,
no abandones la obra de tus manos. R/. 

                     

Segunda Lectura

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 11, 33-36

¡Qué abismo de riqueza, de sabiduría y de conocimiento el de Dios! ¡Qué insondables sus decisiones y qué irrastreables sus caminos!
En efecto, ¿quién conoció la mente del Señor? O ¿quién fue su consejero? O ¿quién le ha dado primero para tener derecho a la recompensa?
Porque de él, por él y para él existe todo. A él la gloria por los siglos. Amén.

                 Es palabra de Dios

REFLEXION

Iª Lectura: Isaías (22,19-23): La autoridad de la justicia

 La Iª Lectura se refiere probablemente a una serie de acontecimientos políticos y de la corte del rey Ezequías, que tienen conexión, de alguna manera, con el momento en que Senaquerib, emperador de Asiria, invadió la tierra santa (701 a. C.). Jerusalén estuvo a punto de caer, pero algo sucedió que impidió la conquista de la ciudad de Sión. Se han dado distintas opiniones al respecto, siendo la más probable una rebelión de Babilonia… y esto era más urgente que la caída de Jerusalén. El profeta Isaías siempre entendió que eso se debía a la acción de Dios que conduce todos los momentos de la historia. El pueblo, sin embargo, parece que se lo agradeció más al rey que a Dios. Todo esto se cuenta en 2Re 18-20. El reino quedó totalmente destruido, aunque Jerusalén no cayera en manos asirias.

 En este oráculo de hoy, bajo el simbolismo de las llaves, que aparecerá en el evangelio, se quiere mostrar la actuación de Dios con el secretario Sobná, hombre rico y ambicioso, que se estaba construyendo un mausoleo que escandaliza al profeta frente a la situación de tributos, injusticias y pobreza que vive el pueblo. El profeta anuncia su destitución por Eliaquín, el mayordomo, que debía ser un hombre más consecuente con la situación posbélica.

 El oráculo lo dice todo: un padre para el pueblo y en sus manos estarán las llaves del reino de David; era el hombre de confianza que necesitaba Ezequías en aquellos momentos, quien fue un rey reformador. Con las llaves se cierra y se abre. Será un administrador de justicia para un pueblo destrozado, donde los pobres son más pobres y los ricos más ricos. Esa es la situación que debe cambiar. Quien tiene las llaves, debe saber que es el administrador de Dios. Y que no tiene derecho a coartar libertades ni a permitir miserias.

II.ª Lectura: Romanos (11,33-36): Himno a la Sabiduría

 El c. 11 de Romanos termina con un maravilloso himno a la sabiduría divina. Viene a cerrar los cc. 9-11, en los que el apóstol se ha planteado en profundidad el misterio del pueblo de Israel, su destino, su futuro. Y esto lo hace porque a través de toda la carta ha venido hablando de un pueblo nuevo, de una comunidad nueva, que no se fundamenta en otra cosa que en la fe en Jesucristo, quien ha dado su vida por toda la humanidad. Pero Pablo era judío, su raza no era determinante, pero en la lectura que hace del Antiguo Testamento lo ve como el pueblo que recibió las promesas de Dios, con un papel histórico y teológico que no se puede olvidar. Con este himno, Pablo concluye la parte doctrinal de la carta a los Romanos, y deja en manos del misterio de Dios, de su divina sabiduría, el destino de su pueblo por el que siente una cierta fascinación.

 Algunos apuntan a que Rom 11,33-36 sería el himno conclusivo de la parte doctrinal de la carta (Rom 1-11). Pero no debemos olvidar la famosa y discutida doxología de Rom 16,25-27, también en forma de himno, que algunos manuscritos desplazan a Rom 14,23 o a Rom 15,33 y que ha dado lugar a la polémica sobre la autenticidad de Rom 16. ¿Pertenece Rom 16 a la carta dirigida a los Romanos? No es necesario entrar en esa discusión crítica de manuscritos. Podemos suponer, pues, que piezas como éstas se creaban o recreaban en las comunidades paulinas, para la liturgia, en las que no falta cierta influencia del judaísmo helenista. Pablo, por su parte, las aprovecha en momentos bien señalados para cerrar o rematar ciertas ideas decisivas. Este es uno de ellos, porque debemos estar de acuerdo que Rom 9-11 es una sección reflexionada y de largo alcance.

 El himno pone de manifiesto algo que debemos tener muy presente. Desde luego, es un himno a Dios y nos recuerda mucho lo que podemos leer en el libro de Job (35,7;41,1-3), es decir, la impotencia del hombre frente al misterioso designio de la historia que no la podemos abarcar en profundidad, por muy alto que haya volado la humanidad. Encontrarse con Dios es “un misterio” y nadie puede exigirle algo, porque nadie le ha dado nada. Al contrario, todo lo hemos recibido de Él. Y resuena explícitamente la grandeza de la fidelidad de Dios al hombre, a la humanidad entera, no solamente a Israel.

 En Rom 9-11 ni Israel ni los paganos, que ahora forman parte del proyecto salvador, son los verdaderos protagonistas de las afirmaciones y de los argumentos que se ponen sobre la mesa. Consideramos que el verdadero protagonista es Dios que quiere salvar a todos los hombres sin que eso sea faltar a su fidelidad a la alianza con Israel. Pero su fidelidad salvadora con Israel forma parte de este mismo proyecto. De ahí que este himno final venga a ponerse en el centro de todo esta acción salvadora de Dios como una decisión de su sabiduría. Tanto los paganos como Israel deben admirar la sabiduría divina. Las preguntas sapienciales de los vv. 34-35, inspiradas en dos textos de la Escritura (Is 40,13; Job 41,3) son suficientemente elocuentes al respecto. Nadie puede ni debe discutir la soberana libertad de Dios para salvar a todos los hombres y a Israel. Los pueblos han sido llamados a la salvación porque Dios lo quiere así. Israel será salvado, porque Dios así lo ha decidido.

Fray Miguel de Burgos Núñez
(1944-2019)

EVANGELIO DOMINGO 27-08-2023 SAN MATEO 16, 13-20 XXI DOMINGO DE TIEMPO ORDINARIO

 





En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos:«¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?».Ellos contestaron:«Unos que Juan el Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas».Él les preguntó:«Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?».Simón Pedro tomó la palabra y dijo:«Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios vivo».Jesús le respondió:«¡Bienaventurado tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos.Ahora yo te digo: tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará.Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos».Y les mandó a los discípulos que no dijesen a nadie que él era el Mesías.

                                   Es palabra de Dios

REFLEXION

 El evangelio de hoy es uno de los textos más específicos de la teología de este evangelista. El simbolismo de las llaves, de atar y desatar, se aplica ahora a Pedro, el apóstol que habría de negar a Jesús. ¿De dónde nacen estas palabras, cuyo fondo arameo es innegable? Mc 8,27-29 no contiene las palabras sobre las llaves, lo cual resulta ciertamente extraño. Mateo nos ofrece una verdadera confesión de fe de Pedro en sentido pospascual y unas palabras de Jesús otorgándole un poder precisamente por esa confesión de fe. Por lo tanto, ese poder, en lo que se refiere a la comunidad de Mateo, tiene que ver con una promesa y función en la Iglesia. Este es uno de los textos más discutidos en torno al «primado» de Pedro y sus sucesores.

 El texto de la confesión mesiánica de Pedro nos ofrece una de las lecturas más discutidas de la exégesis de Mateo. En su probable fuente, Mc 8,27ss, la confesión es de otro tono y, además, no están presentes las palabras sobre el “primado”. Es evidente que la tradición “católica” ha hecho un tipo de lectura que viene marcada por la sucesión apostólica de Pedro. Es, desde luego, de valor histórico que Simón, uno de los Doce, recibió el sobrenombre o apodo de Kefa (en arameo; kephas, en griego) y que sería traducido como Petros en griego, que significa “roca”. El que haya sido en este momento o en otro todo lo que se explica del sobrenombre en Mateo, no es relevante históricamente (pudo ser en otro momento cf Jn 1,42; Mt 4,18; 10,2), pero sí es significativo. Pedro pudo recibir este sobrenombre del mismo Jesús y haber sido llamado de esa manera durante su ministerio. Se seguirá discutiendo si las palabras de Jesús sobre la “piedra” se refieren a la persona de Pedro, o a la confesión que Pedro proclama (no olvidemos que es una confesión pospascual en toda regla). Pero aquí se funda, en la tradición católica, el primado y la misma “infalibilidad” papal. Pero ¿de qué valdría la "infalibilidad" si solamente se tiene en cuenta lo doctrinal?, porque la doctrina cambia con el tiempo en expresiones y en comprensión. Esta "vexata quaestio" no debería ser el fondo del texto de Mateo, sino precisamente la necesidad que tenemos de vivir en la "comunión" de la fe que nos salva, más que en la afinidad doctrinal. La Iglesia, pues, no se fundamenta sobre la doctrina, sino sobre la fe de Pedro, que es un misterio de confianza (emunah) en la palabra de Jesús, quien nos ha revelado la salvación de Dios. Ni el mismo Pedro sería nada sin la confesión de su fe en Cristo e Hijo de Dios (con todo lo que ello implica), ni la Iglesia tendría sentido sin el Cristo e Hijo de Dios confesado por Pedro. Pedro, por ello, no está situado por encima de la Iglesia, sino que recibe esa misión y lleva a cabo ese servicio en el seno de la misma comunidad a la que sirve con la confesión de su fe.

 El texto de Mt 16,13-20 es campo de batalla entre católicos y protestantes y no lo debemos ignorar. Todavía en ello debemos tener grandes expectativas ecuménicas, con la esperanza de los pasos que hemos de dar con las respectivas interpretaciones que corresponden a las “tradiciones” cristianas de unos y de otros. Los católicos siempre interpretarán que “piedra” (petra) se refiere a Pedro (petros); los protestantes afirmarán que petra, por ser femenino, no se refiere a Pedro, sino a la confesión anterior: “tu eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo”. ¿Qué nos está permitido interpretar exegéticamente? La verdad es que las dos cosas son posibles. Pero hay muchos problemas por medio: ¿es una tradición unitaria? ¿son dos tradiciones unidas por el redactor de Mateo? Todas estas cosas quedan para un análisis crítico-literario-exegético de envergadura. En principio, nos parece más razonable interpretar que “sobre esta roca” ha de referirse a la confesión que Pedro acaba de pronunciar. Vendría a ser como decir que Simón recibe un nombre nuevo Petros, porque ha hecho una confesión decisiva y fundamental sobre la que ha de construirse (petra) la Iglesia.

 Cada evangelista ha redactado la confesión de Pedro según sus preocupaciones teológicas y eclesiales. Las de Mateo están bien claras por el conjunto del texto de hoy. El problema, pues, sería si las palabras laudatorias de Jesús, después de la confesión de Pedro, son del mismo Jesús o de la Iglesia primitiva. Esto, desde luego, tiene divididos a los especialistas, aunque es más coherente pensar que la Iglesia posterior necesitó reivindicar la figura de Pedro como testigo cualificado y como “primero” entre los Doce. No deberíamos exagerar, como se hace frecuentemente, sobre los arameismos de las palabras laudatorias de Jesús, como si estas nos llevaran directamente a las mismas palabras de Jesús. De hecho, otros autores dan a entender que la construcción griega de estas palabras es más armónica de lo que parece; que no hay tanto arameismo en las mismas y que estamos ante la teología de un autor (en este caso Mateo) más que ante una “profecía” del Jesús histórico. Y eso sin entrar en la discusión, hoy no tan relevante, de si las palabras del “tu es petrus” son una interpolación posterior como defienden algunos especialistas.

 Estas palabras, pues, significan que Pedro ha de ser el defensor de la Iglesia contra todas las asechanzas a las que está y estará sometida. La pregunta es ¿dónde está fundamentada la Iglesia, en Pedro o en Cristo? En Cristo, claro está (cf 1Cor 3,11; Ef 2,20), y es eso lo que confiesa Pedro en el evangelio de Mateo. Por lo mismo, no se puede echar sobre las espaldas del pescador de Galilea todo el peso de la Iglesia, el nuevo pueblo de Dios que ha ganado Cristo con su vida, con su entrega y su resurrección. Y otro tanto habría que decir de los sucesores de Pedro. De la misma manera, pues, la metáfora de “atar y desatar” se ha de interpretar en este tenor de defensa de la comunidad, del nuevo pueblo, de la Iglesia. Porque no debemos olvidar que esa misma metáfora la usará después Mt 18,15-20 para aplicarla a los responsables de la comunidad ante el pecado de los que son recalcitrantes y rompen la comunión.III.6. En definitiva, el texto de Mateo, la fuerza del “tu es petrus” no debe hacernos olvidar que Pedro fue elegido por Jesús no para ser Papa, que es una institución posterior, reafirmada con la “infalibilidad” doctrinal, sino al servicio de la salvación de los hombres; aunque será inevitable tenerlo en cuenta en la historia de la interpretación del papado. Pero no podemos echar encima del texto de Mateo más de lo que dice y de lo que afirma; sin olvidar, además, la Iglesia o comunidad en la que aparece, una comunidad judeo-cristiana que necesitó de transformaciones muy radicales en confrontación con el judaísmo tradicional. Desde luego, los seguidores de Jesús que aceptamos el evangelio tenemos como “roca” de salvación la confesión de fe que hace Pedro. Pero no es la confesión de un hombre solitario y cargado de responsabilidad personal para “atar y desatar”, porque tiene las “llaves” del Reino de los cielos. Es la confesión de una Iglesia a la que él representa. Porque la salvación de cada uno de los cristianos o de cualquier hombre o mujer, no dependen de Pedro tampoco, sino de la gracia y la misericordia de Dios, revelada en Jesucristo, y a quien Pedro confiesa.

Fray Miguel de Burgos Núñez

25/8/23

EVANGELIO SABADO 26-08-2023 SAN MATEO 23, 1-12 XX SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

 





En aquel tiempo, habló Jesús a la gente y a sus discípulos, diciendo:
«En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos: haced y cumplid todo lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos dicen , pero no hacen.

Lían fardos pesados y se los cargan a la gente en los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar.

Todo lo que hacen es para que los vea la gente: alargan las filacterias y agrandan las orlas del manto; les gustan los primeros puestos en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; que les hagan reverencias en las plazas y que la gente los llame “rabbi”.

Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar “rabbi”, porque uno solo es vuestro maestro, y todos vosotros sois hermanos.

Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre, el del cielo.

No os dejéis llamar maestros, porque uno solo es vuestro maestro, el Mesías.

El primero entre vosotros será vuestro servidor.

El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido».

                                        Es palabra de Dios

REFLEXION

Jesús pronuncia un discurso contra los líderes religiosos de Israel, a la vez que responde al rechazo de su pueblo a la doctrina que predica. Parece que los fariseos se convirtieron, después de la caída de Jerusalén, en el grupo más influyente dentro del judaísmo (Mateo se sitúa en un tiempo en que su comunidad está más influida por ellos que en los días de Jesús). Muchos cristianos los imitaban. Jesús no parece reprochárselo, aunque les previene de que aquellos dirigentes “no hacen lo que dicen”. Es decir, su enseñanza es fiable, pero no son coherentes con ella en la práctica, y además han endurecido el rigor de sus prescripciones, que se han hecho impracticables.

Lo más importante en la comunidad cristiana no son los títulos y los honores, que los fariseos anhelaban, sino la fraternidad. Ésta nace de tener un solo Padre común y de seguir juntos los pasos de Jesús, el único que merece el nombre de Maestro. Y la actitud que procede de esa realidad es el servicio de unos a otros, como Jesús, que no vino a ser servido sino a servir. Sólo el que se comporta humildemente será ensalzado en su momento, mientras que el que se ensalza será humillado.

¿Somos capaces de distinguir entre una enseñanza valiosa -siguiéndola de buena gana- y una vida inconsecuente y por tanto desdeñable? ¿Y somos conscientes de nuestra referencia fundamental al Padre y a Cristo, y en consecuencia de la actitud de humildad y servicio que de ella se sigue?

Fray Emilio García Álvarez O.P.
Convento de Santo Tomás de Aquino (Sevilla)