21/8/23

EVANGELIO MARTES 22-08-2023 SAN MATEO 19, 23-30 XX SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

 





En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:
«En verdad os digo que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos. Lo repito: más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de los cielos».

Al oírlo, los discípulos dijeron espantados:
«Entonces, ¿quién puede salvarse?».

Jesús se les quedó mirando y les dijo:
«Es imposible para los hombres, pero Dios lo puede todo».

Entonces dijo Pedro a Jesús:
«Ya ves, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido; ¿qué nos va a tocar?».

Jesús les dijo:
«En verdad os digo: cuando llegue la renovación y el Hijo del hombre se siente en el trono de su gloria, también vosotros, los que me habéis seguido, os sentaréis en doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.

Todo el que por mí deja casa, hermanos o hermanas, padre o madre, mujer, hijos o tierras, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna.

Pero muchos primeros serán últimos y muchos últimos primeros».

                                            Es palabra de Dios

REFLEXION

Igual el cambio es entre vivir del Espíritu y vivir de la carne, habitados por el Espíritu llamados a vivir en profundidad que son los criterios del evangelio.  Y el fruto: creadores de paz, de bien, de fraternidad, de comunión. Un ciento por uno sorprendente pero inequívoco.

"Si tu quieres ser mi amigo anda y vende lo que tienes. Y ya libre ven conmigo. Yo te ofrezco mucho más" dice una canción....

Un aspecto que hemos olvidado muchas veces en este texto es que el dejar todo no implica exclusiva o preferentemente dejar los bienes o la familia… es hacer lo que hizo María, vaciarse de uno mismo, para darse a los demás, para entregarse sin reservas a los demás y así descubrir que ese vaciamiento interior es llenado por Dios cien veces más y vivir una vida eterna ya aquí entre nosotros: ser felices en nuestra vida, sean cuales sean las circunstancias que nos toque vivir, pero llenos de Dios, como María.

Una homilía atribuida a San Bernardo dice: “pero para que no haya una permuta inútil al dejar todo por aquél, que está sobre todas las cosas, al mismo tiempo lo dejamos todo y cuando le abrazamos él mismo será todo para aquellos que todo lo dejaron por él. Dije absolutamente todas las cosas, no sólo lo que posees sino también tus deseos y éstos principalmente. Más dañan los deseos mundanos que el mismo mundo. Animo, ya que te dispones a dejar todas las cosas, acuérdate de contar entre lo que has de dejar a ti; es más, principalmente niégate a ti mismo. Descárgate de ese gran peso, descarga la piedra de molino, ese enorme peso…”

Miremos una vez más a María. La corona de la Virgen tiene doce estrellas, recuerdo de las doce tribus de Israel, son, también símbolo de la Iglesia, edificada sobre los doce apóstoles.

María nunca pensó en ser Reina pero Dios la colocó por encima de todos los coros celestiales…Reina de los apóstoles. Y en la Salve, Reina y Madre.

None Monjas Dominicas Contemplativas
Monasterio de Santo Domingo (Segovia)