31/10/21

EVANGELIO LUNES 01-11-2021 MATEO 5, 1-12b XXXI SEMANA TIEMPO ORDINARIO

 



En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió al monte, se sentó y se acercaron sus discípulos; y, abriendo su boca, les enseñaba diciendo:
«Bienaventurados los pobres en el espíritu,
porque de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados los mansos,
porque ellos heredarán la tierra.
Bienaventurados los que lloran,
porque ellos serán consolados.
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia,
porque ellos quedarán saciados.
Bienaventurados los misericordiosos,
porque ellos alcanzarán misericordia.
Bienaventurados los limpios de corazón,
porque ellos verán a Dios.
Bienaventurados los que trabajan por la paz,
porque ellos serán llamados hijos de Dios.
Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia,
porque de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo».

                                                                      Es palabra del Señor

REFLEXION

 El evangelio de esta fiesta es ya proverbial; se trata de las bienaventuranzas de Mateo, cuyo texto, además, tiene la solemnidad de una proclamación, sobre un monte (de ahí el Sermón de la Montaña en que está contextualizado), y para toda la multitud, como sería la multitud incontable del texto de Apocalipsis ( primera lectura). Es la carta magna del discipulado, de la vida cristiana, del seguimiento de Jesús, de la salvación futura. Las bienaventuranzas son creativas, no cuantitativas. Son los puntos más determinantes con los cuales Jesús ha pretendido una nueva humanidad, un nuevo pueblo. No se trata de proponer algo exótico, mágico o taumatúrgico, sino algo bien humano. No obstante, es verdad que se plantea un auténtico esfuerzo por conquistar la gloria, la libertad y la paz. Se propone la pobreza que libera el corazón de muchas ataduras, la misericordia que introduce en las relaciones humanas la benevolencia y el perdón, la limpieza de corazón para juzgar y ser juzgados, la lucha por la justicia, porque Dios es justo. Se proclaman bienaventurados por haber elegido lo que el mundo no elige, simplemente porque odia; por haberse decidido por el sentido mejor de la vida. Se trata de una posibilidad de santidad que se debe vivir ya desde ahora, aquí en nuestra historia; no queda para después de que todo haya acabado.

 Se ha insistido mucho en los aspectos literarios y exegéticos de las bienaventuranzas de Mateo (5,1-12) y de Lucas (6,20-22) sobre el tenor original, es decir, aquellas que están más cerca de las palabras de Jesús. Sin duda, todo tiene su sentido, pero quedan muchas preguntas sobre la mesa, porque se permiten diferentes interpretaciones. El texto original que se tomó del texto de Q (sea simplemente Documento o Evangelio como algunos defienden hoy) podría estar bien representado en Lucas, pero no es algo absoluto. Sabemos que las bienaventuranzas tienen un ámbito muy coherente en la literatura sapiencial, la que enseña a vivir, a comportarse, a elegir lo que da o no da sentido a la vida. La propuesta de Jesús, por lo tanto, no está lejos de este contexto sapiencial: con las bienaventuranzas Jesús quiere proclamar el Reino de Dios y quiere enseñar a vivir en ese Reino al que dedica su vida. Son expresiones que nos muestran a un Jesús “profeta escatológico” (no necesariamente apocalíptico), que quería anunciar lo que debería cambiar esta historia.

 Algunos especialistas han hecho una traducción sobre las bienaventuranzas en las que siempre es determinante el verbo “elegir”. Considero que puede ser discutible, pero es esclarecedor. Eso significa que proclamar bienaventurado (makários) a alguien no es porque sí, por su cara bonita, porque es un desgraciado o porque es o ha nacido en esta o aquella situación. En las bienaventuranzas, por su tono sapiencial, son muy importante las opciones: elegir ser pobre y no rico en este mundo; elegir la justicia y no otra cosa; elegir la paz. Aquí están representados los valores del reino, los valores de la vida ante Dios. Esto, independientemente de las bienaventuranzas auténticas de Jesús o las añadidas por la tradición catequética de la comunidad de Mateo. Es verdad que el término “elegir” no está en el texto, pero lo implica necesariamente. ¿Por qué? Porque no se trata de una proclamación sin contar con la voluntad soberana del hombre que vive y hace la historia.

 Un factor muy importante de lectura e interpretación sería hacer el intento de traducir a un lenguaje de hoy el texto de las bienaventuranzas; teniendo en cuenta ese sentido sapiencial del que hemos hablado y esa “opción” o “elección” que hemos planteado como necesaria. Debemos conservar las palabras del evangelio, de Mateo o de Lucas, si es posible en su tenor y en su sentido original. Pero hoy debemos enriquecer nuestra comprensión de las mismas con el “espíritu” que emana de ellas. Es como cuando hemos vivido y atravesado un puente romano durante todo la vida, pero ahora, sin destruir ese puente, porque la ciudad ha crecido, hacemos uno nuevo, con tecnología punta. Subsisten los dos, pero quizás por el romano no pueden pasar todos los vehículos pesados de hoy. Los limpios de corazón, por ejemplo, son dichosos porque están abiertos a los demás y los valoran como hijos de Dios. Es decir, seamos creativos y proféticos al interpretar las bienaventuranzas del Reino.

Fray Miguel de Burgos Núñez


30/10/21

EVANGELIO DOMINGO 31-10-2021 MARCOS 12, 28b-34 XXXI SEMANA TIEMPO ORDINARIO

 



En aquel tiempo, un escriba se acercó a Jesús y le preguntó:
«¿Qué mandamiento es el primero de todos?».
Respondió Jesús:
«El primero es: “Escucha, Israel, el Señor, nuestro Dios, es el único Señor: amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser”. El segundo es este: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. No hay mandamiento mayor que estos».
El escriba replicó:
«Muy bien, Maestro, sin duda tienes razón cuando dices que el Señor es uno solo y no hay otro fuera de él; y que amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todo el ser, y amar al prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios».
Jesús, viendo que había respondido sensatamente, le dijo:
«No estás lejos del reino de Dios».
Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas.

                                      Es palabra del Señor

REFLEXION

 El evangelio nos presenta al escriba que quiere profundizar de lleno en la Torah, la ley del judaísmo, ¿con qué intención? ¿sabiendo que Jesús sería capaz de ofrecerle una interpretación profética? Ya hemos visto la importancia que tenía y tiene en el judaísmo el primer mandamiento expresado con el Shema Israel, que es parte de nuestra primera lectura. La cuestión no quedará en una simple disputa escolástica, como alguno ha sugerido. El alcance de esta discusión y la pregunta del escriba (¡insólita!) ponen en evidencia muchas cosas del judaísmo que también nos afecta a nosotros. Lo primero que salta a la vista es que el segundo mandamiento no le va a la zaga al primero, que pone el acento en el amor de Dios. La versión de Marcos no está calcada ni del texto hebreo, ni de la versión griega de los Setenta… con algunas variantes de tipo helenista quiere llegar a una propuesta decisiva.

 El realidad, el texto de Mateo 22,39s (que habría usado a Marcos como fuente) lo ha dejado mucho más claro: “de estos dos mandamientos penden toda la ley y los profetas”. El escriba, en verdad, no pretendía poner una trampa a Jesús como querían los saduceos, un momento antes, a propósito de la resurrección. Pero en su búsqueda de aclaración se ha quedado una cosa clara: el amor a Dios y el amor al prójimo no tiene “esencias” distintas. El amor, en el NT es de un “peso” extraordinario que no queda ni en “eros”, ni en “amistad”. Es un amor de calidad el ágape que tiene que ser el mismo para Dios y para los hombres, aunque los mandamientos se enumeren en primero y segundo. Esta sería la ruptura que Jesús quiere hacer con la discusión de los letrados sobre el primero o el segundo, sobre si el prójimo son los de “mi pueblo” o no.

 Porque no sería una novedad que Jesús simplemente subrayara una cosa que se repetía hasta la saciedad. El que se añada el segundo mandamiento, de amor el prójimo, viene a ser lo original; porque con ello se ha revelado que el amor a Dios y el amor el prójimo es lo más importante de la vida, son un solo mandamiento, en realidad, y así podríamos entender el final del v.31 : ”No hay otro mandamiento más importante que éstos”, pues el ?ντολ? (mandamiento) está en singular y nos permitiría entender que el mandamiento más importante por el que preguntaba el escriba son los dos primeros que vienen a ser uno sólo. Porque no hay dos tipos de amor, uno para Dios y otro para el prójimo, sino que con el mismo amor amamos a Dios y a los hombres. Diríamos que son inseparables, porque el Dios de Jesús, el Padre, no quiere ser amado El, como si fuera un ser absoluto y solitario. Así resuelve Jesús la gran pregunta del escriba, de una manera profética e inaudita.

 Lo que el evangelio de hoy quiere poner de manifiesto es que el amor a Dios debe también ser amor a los hombres. Muchos se contentan con decir que aman a Dios, pero muchas veces se encuentran razones para no amar al prójimo. Aquí es donde el evangelio se hace novedad maravillosa para todos los seguidores de Jesús y para todos los hombres. Se pueden sacar las consecuencias, al hilo de la carta a los Hebreos, que si Jesús ha ofrecido un sacrificio eterno, si no son necesarios los sacrificios rituales a Dios, es porque Jesús ha hecho posible la religión del amor, pero no solamente a Dios, sino a todos los hombres. Eso es lo que identifica al Dios verdadero de los dioses falsos: quiere ser amado en los hermanos. Es eso lo que el autor de la 1Jn pone de manifiesto en su teología de que Dios es amor y no podemos amar a Dios a quien no vemos si no amamos al hermano a quien vemos. Pero esta teología la puso en marcha el profeta de Galilea, Jesús de Nazaret… y por ello dio la vida.

Fray Miguel de Burgos Núñez


29/10/21

EVANGELIO SABADO 30-10-2021 LUCAS 14, 1,7-11 XXX SEMANA TIEMPO ORDINARIO

 



Un sábado, entró Jesús en casa de uno de los principales fariseos para comer y ellos lo estaban espiando. Notando que los convidados escogían los primeros puestos, les decía una parábola:
«Cuando te conviden a una boda, no te sientes en el puesto principal, no sea que hayan convidado a otro de más categoría que tú; y venga el que os convidó a ti y al otro, y te diga:
“Cédele el puesto a este”.
Entonces, avergonzado, irás a ocupar el último puesto. Al revés, cuando te conviden, vete a sentarte en el último puesto, para que, cuando venga el que te convidó, te diga:
“Amigo, sube más arriba”.
Entonces quedarás muy bien ante todos los comensales. Porque todo el que se enaltece será humillado; y el que se humilla será enaltecido».

                                                        Es palabra del Señor

REFLEXION

En este texto del Evangelio Jesús parece interesado en que podamos quedar bien ante los demás, que sean los otros los que nos valoren haciéndonos subir de puesto, del lugar donde nos colocamos nosotros.

Y dice: “Todo el que se enaltece será humillado”. Y sucede que se nos escapa por tantas rendijas de la vida ese “afán” por creernos mejores que los demás. Nos llevará toda la vida “trabajar” por no engreírnos, por situarnos en nuestra verdad. Mientras procuremos hacerla nuestra, se irá consolidando en nuestra vida, pero no podemos creer que “poseemos la humildad”, pues cuando menos te das cuenta, si te distraes, ya nos estamos “enalteciendo” no sólo con palabras, sino también con pensamientos, gestos, y actitudes.

Aquí los fariseos que “espían” a Jesús se están enalteciendo porque van con prejuicios y desconfianza, calculando lo que hace, controlando sus pasos. Con esta actitud se están “enalteciendo”, sus miradas están cegadas y no ven en Jesús al “manso y humilde de corazón”.

Por eso la humildad es esa virtud que siempre hemos de buscar, es una “perla preciosa” que nos abre las puertas, derriba los muros, allana el camino, crea puentes, acoge a todos. Jesús es el manso y humilde de corazón.

 En el Magníficat María dijo: “El Poderoso… ha mirado la humildad de su servidora”. La humildad atrae la mirada divina ¿Qué tiene la humildad que es tan poderosa para atraer la mirada de Dios? Nos hace buenos, nos hace parecernos a Jesús.

 Este pasaje del Evangelio nos invita a preguntarnos:

¿Cuándo me estoy enalteciendo a mí mismo?

Sor Mª Carmen Viveros O.P.
Monasterio Inmaculada de Atacama – Chile


EVANGELIO VIERNES 29-10-2021 LUCAS 14, 1-6 XXX SEMANA TIEMPO ORDINARIO

 



En sábado, entró Jesús en casa de uno de los principales fariseos para comer y ellos lo estaban espiando. Había allí, delante de él, un hombre enfermo de hidropesía, y tomando la palabra, dijo a los maestros de la ley y a los fariseos:
«¿Es lícito curar los sábados, o no?».
Ellos se quedaron callados.
Jesús, tocando al enfermo, lo curó y lo despidió.
Y a ellos les dijo:
«¿A quién de vosotros se le cae al pozo el asno o el buey y no lo saca enseguida en día de sábado?».
Y no pudieron replicar a esto.

                          Es palabra del Señor


REFLEXION

Una vez más Jesús se muestra inteligente, sagaz; sabe poner en apuro a los fariseos que buscan atraparlo en un descuido. Pero no. Él sabe preguntar y los otros saben callar. La dialéctica hombre-sábado queda manifiesta. Hay que elegir, como tantas veces en la vida: el hombre o las leyes. Lo cómodo son las leyes, como si pareciera que al cumplirlas a rajatabla no te llevase a equivocación alguna. Al elegir al hombre trastoca el sentido de las leyes, máxime si ese hombre es un enfermo y además de hidropesía, de excesivo líquido corporal que produce hinchazón. Jesús, que le había dicho a Nicodemo que era necesario nacer del agua y del espíritu, ahora cura a un enfermo de exceso de agua. Porque Él sabe que los excesos son malos siempre. Sí, sé que estoy jugando con dos términos fundamentales: enfermedad y salud interior.

No sé si Jesús conocía lo escrito en el frontis del templo de Delfos, posiblemente no. Decía: “Conócete a ti mismo”, como la gran máxima griega; lo que no se ha indicado tanto, o más bien casi nuca, es lo que seguía: “Nada en exceso”. Pero ambas frases de conocimiento sí que las sabía en carne propia y de una u otra forma, las predicaba, las enseñaba en su pedagogía cauta y asequible para todos.

Ante aquella disyuntiva, Jesús elige sanar, curar el cuerpo de aquel hombre y dejar sin argumentos a los fariseos leguleyos que no pudieron contestarle nada. La opción es clara: ayudar, liberar, levantar al postrado, desenmascarar la hipocresía farisaica. Es fácil extraer la lección. Seguro que después Jesús entró a comer, dejando desconcertados a los que le esperaban fuera para ver si lo agarraban en algún renuncio.

Pero la cosa no quedó ahí, al entrar y viendo dónde y cómo se sentaba cada uno en la mesa, no perdió la oportunidad de poner de manifiesto el atrevimiento de algunsos al ocupar los primeros puestos y aleccionar sobre la actitud que cada uno debemos tomar en nuestro sitio y en nuestra implantación del Reino de Dios: nunca desde arriba, nunca desde los primeros puestos de figureo y alarde, sino desde los últimos puestos de servicio y comprensión para que nadie te mande descender, humillarte y bajarte de tu ego demoleedor.

Jesús fue todo un ejemplo de “kénosis”, de abajamiento, de sencillez, convirtiéndose en uno de tantos…

Es la mejor forma de servir, de servicio fraterno, de servir para algo, para Alguien. El resto… montaje estructural.

Fr. José Antonio Solórzano Pérez O.P.
Casa San Alberto Magno (Madrid)


28/10/21

28 DE OCTUBRE : SAN SIMON Y SAN JUDAS TADEO

 




Hoy, 28 de octubre, la Iglesia conmemora la festividad de San Judas Tadeo y San Simón El Cananeo al recordar un año más de su martirio. Les contaré sobre su aporte y los favores en su intercesión, que nos pueden ayudar en nuestra oración.

Encontramos en los apóstoles San Judas Tadeo y San Simón El Cananeo una vida de entrega absoluta y perseverante por defender la fe, expandir la Palabra de Dios y entregarse completamente hasta morir mártires por Cristo.

Según una antigua tradición, ambos eran parientes de Jesús: San Judas Tadeo hermano de Santiago, era primo-hermano de Jesús, pues su padre, Cleofás, habría sido hermano de San José, y su madre, María de Cleofás, también habría sido prima de la Virgen María. 

San Simón El Cananeo es, con mucha probabilidad, la misma persona a la que se le conoce como “Simeón de Jerusalén”, un pariente cercano de Jesús. Una no muy conocida tradición oriental, sostiene que San Simón El Cananeo fue el novio de la boda a la que Jesús acudió en compañía de su madre, la Virgen María, boda en la que el Señor hizo su primer milagro al convertir el agua en vino. Por esa razón Marcos y Mateo se referirán a él como “El Cananeo”.

Tal como aparece en la liturgia romana, después de algunos viajes San Judas Tadeo se reunió en Mesopotamia con San Simón El Cananeo y ambos predicaron varios años en Persia donde posteriormente fueron martirizados.

A San Judas Tadeo se le considera autor de una de las epístolas católicas, llamadas así por no estar dirigidas a una iglesia local determinada, sino a un círculo mucho más amplio de destinatarios, a quienes exhorta a luchar valientemente por la fe que ha sido dada a los santos. La carta es una severa amonestación contra los falsos maestros y una invitación a conservar la pureza de la fe.

Uno de los santos más populares es San Judas Tadeo, a causa de los numerosos favores celestiales que consigue a sus devotos que le rezan con fe, especialmente en cuanto a conseguir empleo o casa.

Santa Brígida cuenta en sus Revelaciones que Nuestro Señor le recomendó que cuando deseara conseguir ciertos favores los pidiera por medio de San Judas Tadeo.

SAN SIMÓN EL CANANEO

También llamado El Zelote por el Apóstol Lucas, probablemente porque era muy celoso a la ley Judía, la cual él practicaba antes de ser llamado por el Señor. Como todos los apóstoles predicó por el mundo en donde aparentemente llegó hasta Gran Bretaña. Posteriormente fue a Persia donde junto con San Judas Tadeo predicaron hasta su martirio.

Se narra que tras varios viajes San Judas Tadeo regresó a Persia, donde junto con San Simón el Cananeo combatieron las herejías de los sacerdotes idólatras Zaroes y Arfexat, quienes acompañados de una turba, los aprehendieron en casa del discípulo de nombre Semme, en la ciudad de Suamyr, en Persia.

Lo mataron aserrándolo por medio a San Simón El Cananeo, y a San Judas Tadeo le cortaron la cabeza con un hacha y por eso lo pintan con un hacha en la mano. Por ello, la Iglesia de occidente los celebra juntos. Era el 28 de octubre del año 70.

Escrito por

Carlos Vásquez


27/10/21

EVANGELIO JUEVES 28-10-2021 LUCAS 6, 12-19 XXX SEMANA TIEMPO ORDINARIO

 



En aquellos días, Jesús salió al monte a orar y pasó la noche orando a Dios.
Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, escogió de entre ellos a doce, a los que también nombró apóstoles: Simón, al que puso de nombre Pedro, y Andrés, su hermano; Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Simón, llamado el Zelote; Judas el de Santiago y Judas Iscariote, que fue el traidor.
Después de bajar con ellos, se paró en una llanura con un grupo grande de discípulos y una gran muchedumbre del pueblo, procedente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón. Venían a oírlo y a que los curara de sus enfermedades; los atormentados por espíritus inmundos quedaban curados, y toda la gente trataba de tocarlo, porque salía de él una fuerza que los curaba a todos.

                                             Es palabra del Señor


REFLEXION

Era una de sus costumbres. Cuando tenía que adoptar una decisión fuerte, Jesús se retira solo a orar. También cuando, como en esta ocasión, va a elegir a doce de sus seguidores para ser sus apóstoles. “Pasó la noche orando a Dios”.

Jesús sabe que la predicación de su buena noticia, esa que alegra el corazón del hombre, la va a poder realizar personalmente durante un breve tiempo. Sabe que le espera la muerte, la cruz, la resurrección y su vuelta al cielo. Por eso, elige a estos hombres, que van a ser los primeros continuadores de su misión. Tuvieron la suerte de convivir  con intensidad con Jesús, de ejercitar la paciencia de su Maestro Jesús para ser enseñados por él sobre su salvador mensaje. Y cuando Jesús abandonó físicamente esta tierra, ellos, entre otros los santos cuya fiesta celebramos hoy, Simón y Judas, se gastaron y desgastaron por extender el evangelio de Jesús, la mejor noticia de todos los tiempos, la que nos señala la mejor manera de vivir la vida humana. También tuvieron cuidado de elegir a otros predicadores para que continuaran la obra de Jesús… y así hasta el día de hoy.

Fray Manuel Santos Sánchez O.P.
Convento de Santo Domingo (Oviedo)


26/10/21

EVANGELIO MIERCOLES 27-10-2021 LUCAS 13, 22-30 XXX SEMNA TIEMPO ORDINARIO



En aquel tiempo, Jesús pasaba por ciudades y aldeas enseñando y se encaminaba hacia Jerusalén.
Uno le preguntó:
«Señor, ¿son pocos los que se salvan?».
Él les dijo:
«Esforzaos en entrar por la puerta estrecha, pues os digo que muchos intentarán entrar y no podrán. Cuando el amo de la casa se levante y cierre la puerta, os quedaréis fuera y llamaréis a la puerta diciendo:
“Señor, ábrenos”;
pero él os dirá:
“No sé quiénes sois”.
Entonces comenzaréis a decir:
“Hemos comido y bebido contigo, y tú has enseñado en nuestras plazas”.
Pero él os dirá:
“No sé de dónde sois. Alejaos de mí todos los que obráis la iniquidad”.
Allí será el llanto y el rechinar de dientes, cuando veáis a Abrahán, a Isaac y a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, pero vosotros os veáis arrojados fuera. Y vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios.
Mirad: hay últimos que serán primeros, y primeros que serán últimos»

                             Es palabra del Señor

REFLEXION

¡Cuántas veces aparece en los Evangelios, la expresión con la que termina el texto de hoy: “hay últimos serán primeros y primeros serán últimos!”. Como “los que se humillan, será exaltados, y los que se exaltan humillados. Sí, Jesús invierte valores vigentes en la sociedad de entonces y de ahora. Y eso nos es duro, es entrar por la “puerta estrecha”. La amplia es la del aplauso por lo que somos o hacemos, las satisfacciones inmediatas, la ausencia de dificultad, la negación de todo dolor, también del de compasión por quien sufre; en fin, querer que todo discurra como nos gusta sin que nadie ni nada, ni principios ni personas dificulten nuestros gustos...

No se trata de buscar el dolor o el fracaso o la renuncia sin más a lo que nos gusta, sino saber que todo eso pertenece a nuestro vivir humano, a la realidad de lo que somos. Se trata de ser sinceros con la vida, la nuestra y la de los demás, no engañarnos. Se trata de buscar lo noble, aunque lo menos noble o innoble sería más fácil y compensatorio… de momento. Se trata de buscar lo bueno, lo humanamente bueno, a la luz del Evangelio…, aunque cueste, y no sea valorado por los demás; o sea nadar contra corriente. También para esto necesitamos el Espíritu Santo, que nos ilumine y dé energía para vivir en la verdad. Hemos de pedirle, como decía Pablo, y promete Jesús, que venga en nuestra ayuda. Lo que hemos escuchado en la primera lectura sobre lo que hemos de pedir, es necesario para vivir de acuerdo con lo que nos dice el texto evangélico. ¿Somos capaces de entenderlo y aplicarlo a nuestro vivir?

Fray Juan José de León Lastra O.P.
Convento de Santo Domingo (Oviedo)

 

25/10/21

EVANGELIO MARTES 26-10-2021 LUCAS 13, 18-21 XXX SEMANA TIEMPO ORDINARIO

 



En aquel tiempo, decía Jesús:
«A qué es semejante el reino de Dios o a qué lo compararé?
Es semejante a un grano de mostaza que un hombre toma y siembra en su huerto; creció, se hizo un árbol y los pájaros del cielo anidaron en sus ramas».
Y dijo de nuevo:
«¿A qué compararé el reino de Dios?
Es semejante a la levadura que una mujer tomó y metió en tres medidas de harina, hasta que todo fermentó».

                             Es palabra del Señor

REFLEXION

Es una pregunta complicada, con fácil contestación. El reino de Dios es algo sencillo, algo presente en la vida, en la naturaleza, en el propio hombre. Nosotros somos reino de Dios.

Somos ese reino que cobra vida en una semilla diminuta que nace, se desarrolla y da fruto; en esa insignificante porción de levadura que hace fermentar y crecer a toda una masa. Esa es nuestra misión: crecer en la sociedad, integrados en la sociedad, aparentemente desaparecer para seguir trabajando en lo oscuro, en lo que no se ve, para poder transformar a toda la sociedad en reino de Dios.

Un reino de Dios que parece alejarse, una masa que no sabemos fermentar, una sociedad cada vez más descreída, más decepcionada porque no sabe, no encuentra, donde mirar. Nos quejamos, yo también, porque nuestras palabras caen en el vacío, porque nos parece que no hay buena tierra donde sembrar.

Y no es cierto: toda la humanidad, toda la creación, nos lo ha dicho San Pablo, está expectante, está esperanzada-esperando recibir en su seno esa levadura que trasformará una seca harina en sabroso pan, pero la levadura que queremos introducir está tan rodeada de boato y esplendor que no atrae, incluso puede que repela.

Seamos humildes, sepamos cada uno nuestro valor, el que Dios nos ha regalado, y hagamos que valga, que sea útil en una sociedad, en una masa de harina que está deseando hacerse buen y esponjoso pan. Seamos ese siervo que lleva llorando la semilla, para que otro siervo traiga cantando las gavillas. Solo entonces experimentaremos que el Señor ha estado grande con nosotros y podamos cantar alegres, porque nuestra misión de semilla o levadura ha sido bien empleada.

D. Félix García O.P.
Fraternidad de Laicos Dominicos de Viveiro (Lugo)


EVANGELIO LUNES 25-10-2021 LUCAS 13, 10-17 XXX SEMANA TIEMPO ORDINARIO

 



Un sábado, enseñaba Jesús en una sinagoga.
Había una mujer que desde hacía dieciocho años estaba enferma por causa de un espíritu, y estaba encorvada, sin poderse enderezar de ningún modo.
Al verla, Jesús la llamó y le dijo:
«Mujer, quedas libre de tu enfermedad».
Le impuso las manos, y enseguida se puso derecha. Y glorificaba a Dios.
Pero el jefe de la sinagoga, indignado porque Jesús había curado en sábado, se puso a decir a la gente:
«Hay seis días para trabajar; venid, pues, a que os curen en esos días y no en sábado».
Pero el Señor le respondió y dijo:
«Hipócritas: cualquiera de vosotros, ¿no desata en sábado su buey o su burro del pesebre, y los lleva a abrevar?
Y a esta, que es hija de Abrahán, y que Satanás ha tenido atada dieciocho años, ¿no era necesario soltarla de tal ligadura en día de sábado?».
Al decir estas palabras, sus enemigos quedaron abochornados, y toda la gente se alegraba por todas las maravillas que hacía.

                                Es palabra del Señor

REFLEXION

Jesús cura a la mujer en sábado. No es nueva la discusión con los maestros de la ley.  ¿Primacía de la ley o el bien de las personas? Esta cuestión enfrenta a Jesús con los fariseos en varias ocasiones. Su posición es clara. No es el rechazo a la ley “dad al César lo que es del César”, sino a la primacía de la ley sobre el bien de las personas. Y desbarata las acusaciones de violación de la ley del sábado con unos argumentos traídos de su cotidiano ¿no desatáis cualquiera de vosotros su buey o su burro y lo lleva a abrevar?

En dos palabras expresa Jesús dos valoraciones diferentes según a quien las dirige. “hipócrita” actitud que en varias ocasiones refiere a los fariseos o en ellos a todos los que, en nuestra vida, no nos manifestamos con autenticidad y coherencia.

“Y a esta hija de Abrahán” ¿no había que liberarla en día de sábado? Para todo israelita, era un título noble. Jesús se refiere a ella en la grandeza de su fe humilde y silenciosa. Engrandece a la mujer que, por ser mujer y con una larga enfermedad, tenía escasa consideración entre los suyos.

La respuesta que da Jesús en la sinagoga a los asistentes es la que podría dar también hoy en nuestro entorno. En nuestra sociedad, entre nosotros encontramos personas que se muestras inflexible ante un precepto de la ley aun anteponiéndolo a un mayor bien. Pero también, aun sin caer en el relativismo, las que saben valorar y discernir lo que supone liberar, sanar, ayudar ante una necesidad. Unos entienden el mensaje de Jesús y se alegran de lo que hace, otros se escandalizan.

Agradecemos a Dios una vez más su Palabra que llega hasta nosotros hoy, dejamos que resuene en nuestro corazón. Le pedimos que nos haga conscientes de nuestras “jorobas” las mire, ponga su mano sobre nosotros y sintamos la fuerza y el impuso para caminar erguidos, dispuestos a mirar, acompañar con ternura y compasión las dolencias que encontremos en el camino de la vida.

Hna. Mariví Sánchez Urrutia
Congregación de Dominicas de La Anunciata


24/10/21

24 DE OCTUBRE : DOMINGO MUNDIAL DE LA MISIONES

 




DOMINGO MUNDIAL DE LAS MISIONES(DOMUND) se celebra el penúltimo domingo de octubre

En todos los países del mundo hoy se hace oración por las misiones y por los misioneros que se encargan de llevar la palabra de Dios a los que no lo conocen o a los que lo han olvidado.


¿Por qué se dedica este día a las misiones?

Se tiene un domingo dedicado a las misiones porque todas las personas necesitamos de Dios para poder llegar al cielo. Los misioneros tienen como tarea enseñarnos el Evangelio para poder alcanzar la vida eterna. Su labor es de capital importancia.


Un poco de historia

Los misioneros son personas que van a otros lugares para hablar a los hombres de Jesús, para enseñarles a rezar, para decirles que todos debemos amarnos y ayudarnos los unos a los otros, para anunciarles la buena nueva: que Dios nos ama y quiere que todos los hombres se salven.
En el mundo existen actualmente 983 "territorios de misión" y en ellos trabajan casi 50 mil sacerdotes y 370 mil catequistas, casados o solteros, que trabajan a tiempo completo o parcial.
Todos estos misioneros se han comprometido a anunciar el Evangelio a los 3,500 millones de hombres que todavía no lo conocen y que representan las dos terceras partes de la humanidad.


¿Cuál es su labor?

Atienden leprosarios, hospitales, hogares para huérfanos y ancianos, dispensarios, colegios, universidades. Su labor no es fácil, se les presentan muchas dificultades que tienen que vencer para lograr transmitir la palabra de Dios a los demás.
Necesitan de nuestra ayuda espiritual, humana y material.

Los misioneros son personas que van a otros lugares para hablar a los hombres de Jesús llevándoles el Evangelio.
Existen misioneros por todo el mundo que necesitan de nuestra ayuda espiritual, humana y material.
La labor de un misionero es muy valiosa.


Oración

María, ayúdanos a anunciar y dar testimonio de Cristo y del Evangelio en el lugar donde nos encontremos.

Si quieres conocer una obra de apostolado internacional formada por jóvenes y familias que buscan responder al llamado de la Nueva Evangelización visita el sitio de Juventud y Familia Misionera


23/10/21

EVANGELIO DOMINGO 24-10-2021 MARCOS 10, 46-52 XXX SEMANA TIEMPO ORDINARIO

 



En aquel tiempo, al salir Jesús de Jericó con sus discípulos y bastante gente, un mendigo ciego, Bartimeo (el hijo de Timeo), estaba sentado al borde del camino pidiendo limosna. Al oír que era Jesús Nazareno, empezó a gritar:
«Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí».

Muchos lo increpaban para que se callara. Pero él gritaba más:
«Hijo de David, ten compasión de mí».

Jesús se detuvo y dijo:
«Llamadlo».

Llamaron al ciego, diciéndole:
«Ánimo, levántate, que te llama».
Soltó el manto, dio un salto y se acercó a Jesús.

Jesús le dijo:
«¿Qué quieres que te haga?».

El ciego le contestó:
«“Rabbuní”, que recobre la vista».

Jesús le dijo:
«Anda, tu fe te ha salvado».
Y al momento recobró la vista y lo seguía por el camino.

                                      Es palabra del Señor

REFLEXION

En el evangelio de hoy, Marcos nos relata la última escena de Jesús en su camino hacia Jerusalén. Se sitúa en Jericó, la ciudad desde la que se subía a la ciudad santa en el peregrinar de los que venían desde Galilea. Jesús se encuentra al borde del camino a un ciego. Por razones que se explican, incluso ecológicamente, los ciegos abundaban en aquella zona. Está al borde del camino, marginado de la sociedad, como correspondía a todos los que padecían alguna tara física. Pero su ceguera representa, a la vez, una ceguera más profunda que afectaba a muchos de los que estaban e iban tras Jesús porque realizaba cosas extraordinarias. El camino de Jesús hasta Jerusalén es muy importante en todos los evangelios (más en Lucas). En ese camino encontrará mucho gente. Los ciegos no tienen camino, sino que están fuera de él. Jesús, pues, le ofrecerá esa alternativa: un camino, una salida, un cambio de situación social y espiritual.

 El gesto del ciego que abandona su manto y su bastón, donde se apoyaba hasta entonces su vida, contrasta con la fuerza que le impulsa a “ir a Jesús” que le llama. ¿Por qué le “llamó” Jesús y no se acerca él hasta el ciego? La misma gente vuelve a repetirle: él te llama. Las palabras y los gestos simbólicos de la narración hay que valorarlos en su justa medida. Diríamos que hoy en el texto son más importantes de lo que parece a primera vista. Jesús “le llama”. La llamada de Jesús, al que el ciego interpela como “hijo de David” tiene mucho trasfondo. Jesús ha llamado a seguirle a varias personas; ahora “llama” a un ciego para que se acerque. No le llama aparentemente para seguirle, sino para curarle, pero la curación verdadera será el “seguirle” camino de Jerusalén, en una actitud distinta de los mismos discípulos que habían discutido por el camino “quién es el mayor”. El ciego no estará preocupado por ello. De ahí que la escena del ciego Bartimeo en este momento, antes de subir a Jerusalén, donde se juega su vida, es muy significativa.

 La insistencia del ciego en llamar a Jesús muestra que lo necesita de verdad y lo quiere seguir desde una profundidad que no es normal entre la multitud. Jesús le pide que se acerque, le toca, lo trata con benevolencia; entonces su ceguera se enciende a un mundo de fe y de esperanza. Después no se queda al margen, ni se marcha a Jericó, ni se encierra en su alegría de haber recuperado la vista, sino que se decide a seguir a Jesús; esto es lo decisivo del relato. En el evangelio de Marcos el camino que le lleva a Jerusalén le conducirá necesariamente hasta la muerte. La vista recuperada le hace ver un Dios nuevo, capaz de iluminar su corazón y seguir a Jesús hasta donde sea necesario. Vemos, pues, que un relato de milagro no queda solamente en eso, sino que se convierte en una narración que nos introduce en el momento más importante de la vida de Jesús: su pasión y muerte en Jerusalén.

Fray Miguel de Burgos Núñez