29/7/25

EVANGELIO MIERCOLES 30-07-2025 SAN MATEO 13, 44-46 XVII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

 





En aquel tiempo, dijo Jesús al gentío:
«El reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en el campo: el que lo encuentra lo vuelve a esconder y, lleno de alegría, va a vender todo lo que tiene y compra el campo.

El reino de los cielos se parece también a un comerciante de perlas finas, que al encontrar una de gran valor, se va a vender todo lo que tiene y la compra».

                      Es palabra del Señor

REFLEXION

Son otras imágenes más del Reino de Dios que Jesús nos presenta: un tesoro escondido, una magnífica perla de gran valor.

Me parece raro escuchar a Jesús alabando la conducta del “encontrador” de tesoros. Parece obvio que el tesoro encontrado no le pertenece a él, sino al dueño del terreno, así vuelve a ocultarlo y trata de comprar el campo, y esto es un fraude desde nuestras luces actuales. Pero si atendemos a la intención de Jesús dirigida a la importancia que tiene para cada uno de los seres humanos el encuentro del Reino, podremos dejar de lado esta cuestión y fijarnos en lo importante.

El Reino de Dios no tiene valor monetario, no se puede comprar o vender; solamente se puede ganar o perder. Es la búsqueda lo que Jesús, creo, está anunciando y a lo que nos invita: busquemos a Dios, hagamos posible el descubrir a Dios entre nosotros, hacerlo presente y abierto a la participación de toda la humanidad en Él. Ese, creo, es el mensaje que debemos entender.

No es fácil tampoco entender la actitud del comerciante con perlas. Le vemos vendiendo todo lo que tiene para comprar esa maravillosa perla y me surge una pregunta: ¿para qué? ¿Tal vez para negociar su venta y obtener grandes beneficios, o para disfrutar con su contemplación?

Puede que esto último sea lo que Jesús pretende que entendamos: si hemos descubierto el Reino de Dios, no necesitamos nada más. Si de alguna manera nos hemos integrado en una sociedad perfecta, imagen del Dios que la crea, no necesitaremos nada más. Eso será suficiente para que nuestras vidas tengan sentido.

¿Estaremos en camino, buscando a Dios, tratando de establecer su reino de paz, justicia y, sobre todo, AMOR, entre nosotros? ¡Ojalá lo encontremos y sepamos vivirlo!, ¡Ojalá podamos con el salmista, ensalzar al Señor postrados a sus pies, porque Él es santo! Seamos nosotros el siervo fiel que lo encuentra, lo hace presente y comparte con todos. No nos quedemos como propio lo que a todos pertenece, ¡Esto hay que compartirlo!

D. Félix García O.P.

D. Félix García O.P.
Fraternidad de Laicos Dominicos de Viveiro (Lugo)

Nací en 1946 y estudié en el Colegio Arzobispal “García Morente” de Madrid. Estuve en el Ejército y tengo estudios en Geografía en Historia y en derecho y psicología. Me he casado y tengo 4 hijos. Entro en relación con la Orden Dominica hacia 1990, colaborando en la creación del albergue para transeúntes y de la Fraternidad Seglar al abrigo del Monasterio de Monjas Contemplativas de Nuestra Señora de Valdeflores, en Viveiro. Colaboro en la edición de la hoja dominical que sale cada semana y apoyo a varios párrocos de la diócesis en charlas, celebraciones y otras actividades