21/4/21

EVANGELIO JUEVES 22-04-2021 JUAN 6, 44-51 TERCERA SEMANA DE PASCUA

   


En aquel tiempo, dijo Jesús al gentío:
«Nadie puede venir a mí si no lo atrae el Padre que me ha enviado, Y yo lo resucitaré en el último día.
Está escrito en los profetas: “Serán todos discípulos de Dios”. Todo el que escucha al Padre y aprende, viene a mí.
No es que alguien haya visto al Padre, a no ser el que está junto a Dios: ese ha visto al Padre. En verdad, en verdad os digo: el que cree tiene vida eterna.
Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron en el desierto el maná y murieron; este es el pan que baja del cielo, para que el hombre coma de él y no muera.
Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre.
Y el pan que yo daré es mi carne por la vida del mundo».

Palabra del Señor

REFLEXION

Hace una semana le escuchábamos a Jesús decir a Nicodemo: “… el viento sopla donde quiere y oyes su ruido, pero no sabes de dónde viene ni adónde va; así es todo el que ha nacido del Espíritu”. Y, en efecto, así ocurrió con los discípulos en la primera Iglesia: lo hemos escuchado en el relato de Hechos de hoy. Felipe, impulsado por el Espíritu, se encuentra con el etíope a quien anunciará la Buena Nueva de Cristo Resucitado y al que bautizará. Y de nuevo, llevado por el Espíritu, aparecerá en otro lugar, para seguir anunciando el Evangelio.
De otras maneras, quizás, pero también hoy en la Iglesia sigue habiendo hombres y mujeres que nacen de nuevo, del Espíritu, y llevados por él, siguen dando testimonio de la Vida Nueva en Cristo en todos los rincones del mundo, hasta en los más oscuros y perdidos. En Jesús, el que murió y resucitó por todos, encontramos el alimento que hace nacer en nosotros esa Vida Nueva, que a su vez se convierte en nosotros en pan multiplicado que podemos llevar donde el Espíritu nos lleve para que otros puedan encontrar también la fe, el amor, la esperanza que necesitan.
Jesucristo es el Pan de Vida Eterna, sí. Los que hemos tenido la suerte de gustarlo y hemos recibido su Espíritu, ahora hemos de llevarlo, multiplicado, a tantos y tantas que hoy andan en la oscuridad, en la desesperación o en el engaño de falsos sentidos para la vida, de falsos dioses. Sólo Él da verdadero sentido a la vida; sólo Él es fundamento y origen de una Vida realmente plena, a la que ni la muerte podrá poner fin. Llevemos este mensaje, esta alegría, a tantos y tantas que en este mundo asolado por tantas “pandemias” buscan sentido sin encontrarlo. Transmitamos Vida Nueva. Dejémonos llevar por el Espíritu sin miedo.

                           Javier Goñi (fjgoni@hotmail.com)