29/5/21

EVANGELIO DOMINGO 30-05-2021 MATEO 28, 16-20 SOLEMNIDAD DE LA SANTISIMA TRINIDAD




 

En aquel tiempo, los once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les había indicado. Al verlo, ellos se postraron, pero algunos vacilaban. Acercándose a ellos, Jesús les dijo: «Se me ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra. Id y haced discípulos de todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; y enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.»

                              Palabra del Señor


REFLEXION

El día de tu bautizo fuiste inmerso, bañado en Dios. Ser sumergido en los nombres: Padre, Hijo y Espíritu Santo, Dios Trino y Uno, significa vivir hundido en Dios y también ahogarse en Él y de Él llenarse. En el Bautismo naces para Dios y es su nombre el que heredas. Esta Consagración fundamental del Bautismo, según Juan Pablo II, “se confirma oportunamente en la consagración personal al sacratísimo Corazón de Jesús”. De niños no teníamos ni el deseo ni la conciencia de entregarnos, esto es algo que adquirimos según vamos teniendo experiencia de Dios. Ahora sí podemos decirle a Jesús que queremos ser un instrumento disponible para transmitir su Amor, que queremos colaborar a su Obra redentora.