20/5/21

EVANGELIO VIERNES 21-05-2021 JUAN 21, 15-19 SEPTIMA SEMANA DE PASCUA

 



         Habiéndose aparecido Jesús a sus discípulos, después de comer con ellos, dice a Simón Pedro:
«Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?»
Él le contestó: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.»
Jesús le dice: «Apacienta mis corderos.»
Por segunda vez le pregunta: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas?»
Él le contesta: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.»
Él le dice: «Pastorea mis ovejas.»
Por tercera vez le pregunta: «Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?»
Se entristeció Pedro de que le preguntara por tercera vez si lo quería y le contestó: «Señor, tú conoces todo, tú sabes que te quiero.»
Jesús le dice: «Apacienta mis ovejas. Te lo aseguro: cuando eras joven, tú mismo te ceñías e ibas adonde querías; pero, cuando seas viejo, extenderás las manos, otro te ceñirá y te llevará adonde no quieras.»
Esto dijo aludiendo a la muerte con que iba a dar gloria a Dios.
Dicho esto, añadió: «Sígueme.»

                              Palabra del Señor


REFLEXION

El texto del Evangelio se centra en la figura de Simón Pedro. El evangelista especifica cuál es el rol del apóstol en la comunidad eclesial: es llamado al oficio de pastor (vv. 15-17), y a dar testimonio con su martirio (vv. 18s.). El evangelio del «discípulo amado» recupera, por así decirlo, el papel de Pedro en la clave del amor. Solo el que ama puede pastorear el rebaño reunido por el amor. Solo el que responde al amor de Cristo es capaz de ser responsable de su rebaño.

Jesús, por consiguiente, antes de confiarle a Pedro el encargo de Pastor de la Iglesia, le invita a una confesión de amor. El Señor le interroga por el amor tres veces (vv. 15.16.17), refiriéndose de este modo a la triple negación. Jesús no le reprocha nada. Solo insiste en el amor.  Esta insistencia de Jesús puede ser interpretada como la condición para establecer una relación de comunión, de amistad, de filiación que Pedro tiene que tener con el Señor. Antes que, en cualquier capacidad humana, el ministerio pastoral de Pedro se basa en una experiencia de íntima comunión con el Señor. No se trata de un puesto de prestigio y de poder.

El servicio de Pedro brota de una relación profunda con Jesús, quien conoce su corazón. «Jesús, buen Pastor, no humilla ni abandona en el remordimiento: en Él habla la ternura del Padre, que consuela y relanza; hace pasar de la disgregación de la vergüenza – porque verdaderamente la vergüenza nos disgrega – al entramado de la confianza; vuelve a donar valentía, vuelve a confiar responsabilidad, entrega a la misión. Pedro, que purificado en el fuego del perdón pudo decir humildemente “Señor, Tú conoces todo; Tú sabes que te quiero” (Jn 21, 17). Estoy seguro de que todos nosotros podemos decirlo de corazón» (Homilía del Papa Francisco, jueves 23 de mayo de 2013)

La misión de la Iglesia y de cada uno de sus discípulos se realiza siempre en el seguimiento de Jesús, que inicia cuando respondemos a su pregunta: «¿Me amas?». «Señor, tú conoces todo, tú sabes que te quiero». Este hermoso texto del Evangelio nos recuerda que el amor de Jesús, tanto el que él tiene por nosotros como el que nosotros profesamos por él, pasa por el cuidado de los demás. El Espíritu nos conceda la gracia de permanecer con amor en el seguimiento de Jesús.

Fraternalmente,
Edgardo Guzmán, cmf.
eagm796@hotmail.com