15/7/21

EVANGELIO VIERNES 16-07-2021 MATEO 12, 1-8 XV SEMANA TIEMPO ORDINARIO



En aquel tiempo, atravesó Jesús en sábado un sembrado; los discípulos, que tenían hambre, empezaron a arrancar espigas y a comérselas.
Los fariseos, al verlo, le dijeron:
«Mira, tus discípulos están haciendo una cosa que no está permitida en sábado».
Les replicó:
«¿No habéis leído lo que hizo David, cuando él y sus hombres sintieron hambre? Entró en la casa de Dios y comieron de los panes de la proposición, cosa que no les estaba permitida ni a él ni a sus compañeros, sino sólo a los sacerdotes.
¿Y no habéis leído en la ley que los sacerdotes pueden violar el sábado en el templo sin incurrir en culpa?
Pues os digo que aquí hay uno que es más que el templo.
Si comprendierais lo que significa "quiero misericordia y no sacrificio", no condenaríais a los inocentes. Porque el Hijo del hombre es señor del sábado».

                 Es palabra del Señor

 

REFLEXION

Mateo nos sitúa en una de las muchas acciones liberadoras de Jesús respecto a la ley del sábado. Demasiadas leyes escritas que obligan y oprimen al hombre sencillo, mientras que reyes y sacerdotes incurren en delitos por las mismas razones: Sentir hambre. Sin embargo, moralizamos en dirección a los otros para condicionar sus actitudes y su libertad.

No es lo mismo comer teniendo posibilidades para ello, que careciendo de los bienes necesarios para alimentarse cada día. No son razones de justicia los que mueven a sacerdotes y reyes para comer de los frutos del templo. Al contrario, parece más la comodidad, la usurpación, o una inmediata necesidad movida por un impulso primario.

Hay situaciones y momentos en el que el hambre aprieta y muerde, cuando se presenta con cara de precariedad y miseria. Entonces está justificado comer de la ofrenda que se recibe en el templo.

El Evangelio nos muestra que no hay que condenar a los que son inocentes de la corrupción, de la opresión, sino que son víctimas de las mismas. Con ellos hay que tener misericordia. El sacrificio si no se hace desde la compasión no tiene sentido. Dios vuelve su mirada nuevamente a la misericordia. El sacrificio tiene sentido únicamente desde la misericordia.

Habría que examinar nuestro cuerpo legal y la actitud práctica. Hay mucha gente cumpliendo condena por delitos insignificantes. Y personas viviendo en libertad habiendo cometido delitos de corrupción, que han escandalizado a todo el mundo. No es que haya que suavizar los delitos, o el uso de las leyes. Pero en la cultura queda un sentimiento de injusticia y permisividad cuando lo escandaloso queda impune.

Oremos por cuantos sienten hambre y viven presos: para que sientan la solidaridad de todos los creyentes y el consuelo que libera por medio de Dios.

      Fray Alexis González de León O.P.
Convento de San Pablo y San Gregorio (Valladolid)