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EVAGELIO JUEVES 05-08-2021 MATEO 16, 13-23 XVIII SEMANA TIEMPO ORDINARIO




 En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesárea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos:

«¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?».

Ellos contestaron:
«Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas».

Él les preguntó:
«Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?».

Simón Pedro tomó la palabra y dijo:
«Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo».

Jesús le respondió:
«¡Bienaventurado tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos.

Ahora yo te digo: tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra, quedará atado en los cielo, y lo que desates en la tierra, quedará desatado en los cielos»

Y les mandó a los discípulos que no dijesen a nadie que él era el Mesías.

Desde entonces comenzó Jesús a manifestar a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén y padecer allí mucho por parte de los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, y que tenía que ser ejecutado y resucitar al tercer día.

Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo:
«¡Lejos de ti tal cosa, Señor! Eso no puede pasarte».

Jesús se volvió y dijo a Pedro:
«¡Ponte detrás de mí, Satanás! Eres para mí piedra de tropiezo, porque tú piensas como los hombres, no como Dios».

                                Es palabra del Señor

REFLEXION

Lo que vemos en este pasaje evangélico donde Jesús dirige a su apóstoles su pregunta más personal: “Y vosotros, ¿Quién decís que soy yo? es la dificultad de los apóstoles, en este caso simbolizado en las dos actuaciones de Pedro, de enterarse bien de quién era Jesús y lo que encerraba su misión. Pedro, ayudado “mi Padre que está en el cielo”, da en el blanco, respondiendo acertadamente a la pregunta de Jesús: “Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo”. Y el mismo Jesús le hace la promesa de darle las llaves del Reino y de edificar su iglesia sobre la piedra que es Pedro.

Pero cuando el mismo Jesús les habla de cómo serán sus últimos días en la tierra y cómo será su muerte, antes de su resurrección, Pedro pide a Dios que eso no suceda. Es entonces cuando Pedro recibe una fuerte reprimenda del mismo Jesús: “Quítate de mi vista, Satanás, que me haces tropezar, tú piensas como los hombres, no como Dios”.

No hace falta darle muchas vueltas para que cada uno de nosotros, seguidores de Jesús, nos veamos reflejados en el doble Pedro de este evangelio. Confesamos sinceramente a Jesús como el Mesías, el Hijo de Dios, como nuestro mejor tesoro, nuestro Rey y Señor… pero, de vez en cuando, somos capaces de rechazar a Jesús, algunas de sus actitudes y algunas de sus palabras. Necesitamos la ayuda del mismo Jesús para que le sigamos siempre a él, en los momentos buenos y en los otros, en nuestros domingos de resurrección y en nuestros viernes santos… Pidámosles que continuamente reaccionemos a como el primer Pedro y no como el segundo.

Fray Manuel Santos Sánchez O.P.
Convento de Santo Domingo (Oviedo)