26/4/23

EVANGELIO JUEVES 27-04-2023 SAN JUAN 6, 44-51 TERCERA SEMANA DE PASCUA

 





En aquel tiempo, dijo Jesús al gentío:
«Nadie puede venir a mí si no lo atrae el Padre que me ha enviado, Y yo lo resucitaré en el último día.
Está escrito en los profetas: “Serán todos discípulos de Dios”. Todo el que escucha al Padre y aprende, viene a mí.
No es que alguien haya visto al Padre, a no ser el que está junto a Dios: ese ha visto al Padre. En verdad, en verdad os digo: el que cree tiene vida eterna.
Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron en el desierto el maná y murieron; este es el pan que baja del cielo, para que el hombre coma de él y no muera.
Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre.
Y el pan que yo daré es mi carne por la vida del mundo».

                      Es palabra de Dios

REFLEXION

Los fariseos sostenían la doctrina de la resurrección, como consecuencia de la observancia de la Ley. Jesús dice que la resurrección es fruto de la fe en Él y se deriva del espíritu que Él da.

Denuncia Jesús la razón por la que no creen los judíos: su realidad humana. Sólo quien deja que el Padre lo encamine hacia Él llega a creer en Jesús. El Padre enseña a creer en Jesús, no a observar la Ley como fuente de vida. Sólo quien concibe a Dios como Padre, fuente de vida, le da su adhesión a Jesús. Creer en Él es tener vida eterna.

Jesús es el pan de la vida que se contrapone al maná por su efecto: el maná no evitó que murieran los que lo comían. El pan que Él nos da es su carne, su realidad humana, que da acceso al espíritu.

Comer ese pan, asimilar el estilo de vida de Jesús es tener garantía de vida eterna, de resurrección.

¿Con qué fe participas en la Eucaristía para que tengas vida eterna?

Fr. Isidoro Crespo Ganuza O.P.
Convento de S. Valentín de Berrio Ochoa (Villava)