17/4/23

EVANGELIO MARTES 18-04-2023 SAN JUAN 3, 7b-15 SEGUNDA SEMANA DE PASCUA

 





En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo:
«Tenéis que nacer de nuevo; el viento sopla donde quiere y oyes su ruido, pero no sabes de dónde viene ni adónde va. Así es todo el que ha nacido del Espíritu».
Nicodemo le preguntó:
«¿Cómo puede suceder eso?».
Le contestó Jesús:
«¿Tú eres maestro en Israel, y no lo entiendes? En verdad, en verdad te digo: hablamos de lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto, pero no recibís nuestro testimonio. Si os hablo de las cosas terrenas y no me creéis, ¿cómo creeréis si os hablo de las cosas celestiales? Nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre.
Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna».

                     Es palabra de Dios

REFLEXION

Los apóstoles también dieron testimonio de lo que habían visto no sólo, a lo largo de esos años junto al Maestro, sino y sobre todo de lo que fundamentaba su fe, la Pascua del Señor, dice el texto: “Los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús con mucho valor”.

Ellos habían visto como era levantado el Hijo del Hombre (lo dice Jesús en el evangelio de hoy). Lo vieron levantado en la cruz, lo vieron levantado después de la resurrección y lo vieron levantarse en la ascensión, y esto que habían visto lo anunciaban. Eso era ya, de algún modo, la vida eterna que Jesús les anunciaba. Porque ¿qué es la vida eterna sino una belleza sin igual manifestada por el Verbo hecho carne en Jesús? Y Jesús era bello como lo canta san Agustín: “Hermoso siendo Dios, Verbo de Dios (…). Es hermoso en el cielo y es hermoso en la tierra; (…) hermoso en la cruz, hermoso en el sepulcro, y hermoso en el cielo. Oíd entendiendo el cántico, y la flaqueza de su carne no aparte de vuestros ojos el esplendor de su hermosura” (Enarr. In Psal. 44, 3)

Testimonio hoy

Y ahora nos toca a nosotros. Estamos viviendo la Pascua; el viernes santo vimos a Jesús levantado en la cruz, el domingo nos enteramos de que por el poder del Padre había sido levantado del sepulcro y ahora vive entre nosotros, y lo veremos levantarse en la ascensión. Siempre bello y hermoso, el mejor entre los hijos de los hombres.

¿Es nuestra vida un testimonio fehaciente de estas bellas verdades que estamos celebrando? ¿Tenemos valor para anunciar que el Señor Jesús vive ahora en medio de nosotros? ¿Anunciarán nuestras obras y palabras estos hechos que estamos recordando?

Que el Espíritu Santo, cuya venida esperamos, nos capacite para hacer vida en lo cotidiano todo esto que contemplamos en la liturgia pascual, siempre bella y exigente. Pidámoslo unos para otros.

Cristo ha resucitado. ¡Aleluya! Santa y feliz Pascua.

Porque ahora “El Señor reina, vestido de majestad” (Salmo del día)

Sor Flora Mª Collado O. P.
Monasterio Sancti Spiritus - Toro