10/7/24

EVANGELIO MIERCOLES 10-07-2024 SAN MATEO 10, 1-7 XIV SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

 





En aquel tiempo, Jesús llamó a sus doce discípulos y les dio autoridad para expulsar espíritus inmundos y curar toda enfermedad y toda dolencia.
Estos son los nombres de los doce apóstoles: el primero, Simón, llamado Pedro, y Andrés, su hermano; Santiago, el de Zebedeo, y Juan, su hermano; Felipe y Bartolomé, Tomás y Mateo el publicano; Santiago el de Alfeo, y Tadeo; Simón el de Caná, y Judas Iscariote, el que lo entregó.
A estos doce los envió Jesús con estas instrucciones:
«No vayáis a tierra de paganos ni entréis en las ciudades de Samaría, sino id a las ovejas descarriadas de Israel.
Id y proclamad que ha llegado el reino de los cielos».

                      Es palabra del Señor

REFLEXION

En el Evangelio de hoy, Jesús nombra los doce apóstoles. Esto es importante porque Él los conocía bien, sabía lo que había dentro del corazón de cada uno, y así, con sus límites y fortalezas, los elige, siendo consciente de que lo dejarán solo e incluso uno de ellos lo traicionará. Así nos ha elegido también a cada uno de nosotros, como somos, porque nos ama, conoce lo profundo de nuestro corazón y sabe que en nuestra debilidad respondemos a su llamada.

Relacionado con la primera lectura, se nos habla también del poder. Jesús da autoridad a sus discípulos, pero ¡qué distinto el poder del Señor de los poderes de este mundo! Muchas veces el poder en la sociedad de hoy está visto como una forma de sobresalir, de estar por encima del resto, de someter al débil, en definitiva, de ser los primeros a costa de cualquier cosa. Sin embargo, Jesús da poder, autoridad a los apóstoles para expulsar espíritus inmundos, curar toda enfermedad y dolencia.

Esta es también nuestra misión, para esto hemos sido llamados. Los cristianos no buscamos nuestra propia gloria, buscamos sanar los corazones destrozados, buscamos que el mundo conozca a Cristo y que la paz prevalezca siempre sobre el mal. Hoy te invito a que seas consciente de la llamada que te hace Cristo, tiende tu mano al hermano necesitado, que tal vez no quiere nada material, si no algo mucho más valioso: tu amor, tu tiempo, tu cariño. Da gratis lo que has recibido gratis, que la Buena Noticia no se quede en ti, si no que sea llevada al mundo entero.

Sor Mihaela María Rodríguez Vera O.P.
Monasterio de Santa Ana de Murcia