26/7/24

EVANGELIO SABADO 27-07-2024 SAN MATEO 13, 24-30 XVI SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

 





En aquel tiempo, Jesús propuso otra parábola al gentío:
«El reino de los cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero, mientras los hombres dormían, un enemigo fue y sembró cizaña en medio del trigo y se marchó. Cuando empezaba a verdear y se formaba la espiga apareció también la cizaña. Entonces fueron los criados a decirle al amo:
“Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde sale la cizaña?”.
Él les dijo:
“Un enemigo lo ha hecho”.
Los criados le preguntan:
“¿Quieres que vayamos a arrancarla?”.
Pero él les respondió:
“No, que al recoger la cizaña podéis arrancar también el trigo.
Dejadlos crecer juntos hasta la siega y cuando llegue la siega diré a los segadores: arrancad primero la cizaña y atadla en gavillas para quemarla, y el trigo almacenadlo en mi granero”».

                             Es palabra del Señor

REFLEXION

Creo que a todos nos gustaría que en el mundo y en cada hombre solo existiese el bien y nunca el mal. Pero esta parábola nos muestra la realidad que todos experimentamos. Debido a los sembradores del trigo y la cizaña, nos encontramos con estas dos realidades opuestas en nuestro corazón: el bien y el mal. ¿Cómo nos debemos enfrentar a esta realidad?

Una vez más, debemos acudir a Jesús que predica y nos anuncia la llegada del reino de Dios, al que nos pide que nos apuntemos. Debemos aceptar ese regalo que el mismo Dios nos hace, dejarle a él ser el Rey y Señor de nuestro corazón, de nuestra vida, el que rija y dirija nuestros pensamientos y acciones.

Desde aquí hemos de enfocar nuestra vida, haciendo de ella una lucha del bien contra el mal, porque el mal es lo que nos hace daño a nosotros y los demás.

Teniendo a Dios como nuestro Rey, y sabiendo que Dios es Amor, nos impulsará a que el amor, el  bien más excelso, sea lo que nos mueva en todas nuestras acciones y que, al mismo tiempo, sea la finalidad de todo lo que hagamos. Todo en nosotros ha de partir del amor y ha de buscar amar, amar a Dios, a nuestros hermanos y a nosotros mismos. Eso fue lo que hizo Jesús, en todo momento, se dejó llevar por el amor. “Os he dado ejemplo para que vosotros hagáis otro tanto”. 

Fray Manuel Santos Sánchez O.P.
Convento de Santo Domingo (Oviedo)