24/7/24

EVANGELIO MIERCOLES 24-07-2024 SAN MATEO 13. 1-9 XVI SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

 





Aquel día salió Jesús de casa y se sentó junto al mar. Y acudió a él tanta gente que tuvo que subirse a una barca; se sentó y toda la gente se quedó de pie en la orilla.
Les habló muchas cosas en parábolas:
«Salió el sembrador a sembrar. Al sembrar, una parte cayó al borde del camino; vinieron los pájaros y se la comieron.
Otra parte cayó en terreno pedregoso, donde apenas tenía tierra, y como la tierra no era profunda brotó enseguida; pero en cuanto salió el sol, se abrasó y por falta de raíz se secó.
Otra cayó entre abrojos, que crecieron y la ahogaron. Otra cayó en tierra buena y dio fruto: una, ciento; otra, sesenta; otra, treinta.
El que tenga oídos, que oiga».

                                    Es palabra del Señor

REFLEXION

El Evangelio de hoy está formado por dos partes: por un lado la introducción al discurso parabólico de Jesús que contiene siete parábolas, y por otro, se nos narra la primera parábola que es la del sembrador.

Ésta es una parábola que el mismo Jesús explica en los versículos 18 al 23 de este capítulo 13. Cristo es el sembrador y la semilla es su palabra que Él siembra con abundante generosidad. Nosotros somos la tierra que recibe esa Palabra y sí, la recibimos, pero no siempre la acogemos ni siempre lo hacemos de la misma manera. A veces nuestra tierra está endurecida por los golpes de la vida o la indiferencia. Otras veces está agobiada por los afanes y las preocupaciones y tampoco es bien acogida. Tenemos que procurar vivir más en sintonía con el Sembrador y su Palabra, limpiando y liberando nuestra tierra de pedruscos y malezas, regándola en la oración con la lluvia del Espíritu, y así podremos dar el fruto que el Sembrador espera y desea.

Oración

Señor, aquí estoy. Abro mi vida y mi corazón a tu Palabra. Hágase en mí tu voluntad. A ti me  acojo. Sé tú mi roca de refugio pues sabes que soy pobre y débil y me acecha el mal y la tentación. Tú eres mi esperanza y mi confianza. En el vientre materno ya me apoyaba en ti y Tú me sostenías. Instrúyeme, guíame para que aprenda tus mandatos y mi vida sea testimonio de que haces obras grandes en los que se ponen confiadamente en tus manos. AMÉN

Sor Mª Montserrat Román Sánchez, OP
Monasterio Santa María la Real, Bormujos, Sevilla