En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«¿Qué os parece? Suponed que un hombre tiene cien ovejas: si una se le pierde, ¿no deja las noventa y nueve en el monte y va en busca de la perdida? Y si la encuentra, en verdad os digo que se alegra más por ella que por las noventa y nueve que no se habían extraviado.
Igualmente, no es voluntad de vuestro Padre que está en el cielo que se pierda ni uno de estos pequeños».
Es palabra del Señor
REFLEXION
¿Cuántas veces en la vida nos sentimos perdidos? ¿En cuántas ocasiones nos vemos solos y abandonados? Caminamos con esa sensación de soledad que nos entristece el alma, que hace que lo veamos todo gris, sin sol, sin colores. Y puede que en esos momentos el Señor nos esté buscando y nosotros no nos dejemos encontrar.
A lo largo del Evangelio son muchas las referencias que se nos hacen al Buen Pastor, a Dios como Pastor de un rebaño al que cuida y protege. Y las ovejas somos nosotros. Desde los primeros años del cristianismo son constantes las representaciones plásticas de ese Buen Pastor con el cordero al hombro, una imagen tierna y entrañable. Hoy Jesús nos vuelve a hablar de ella, de cómo el pastor va en busca de la oveja perdida y de cómo se alegra al encontrarla. Y llega más lejos al decirnos que no es voluntad de nuestro Padre que se extravíe ni una sola de sus ovejas: un mensaje de esperanza, de futuro, de confianza.
Es posible que el Padre te esté buscando y no te hayas dado cuenta, por eso debemos estar atentos y al mínimo síntoma de soledad, de desesperación, debemos pararnos y mirar a nuestro interior, buscar en nuestro corazón y encontraremos el amor de Dios, sus brazos extendidos y la alegría de su rostro al reunirse con la oveja perdida. Dios no se cansa de amarnos, no se cansa de perdonarnos, por eso nosotros no debemos tener reparos en dejarnos encontrar por Él, en dejarnos rescatar para salir de la noche oscura del alma (como decía San Juan de la Cruz) Confiemos, dejémonos encontrar por el Buen Pastor y refugiémonos en sus brazos como la oveja perdida. Con Él nada nos falta.



