Preciosa imagen de lo que Jesús es para cada creyente: un pastor que ama, guía y cuida a sus ovejas. Cada villa tenía un redil donde todos los pastores llevaban a sus ovejas para pasar la noche para protegerlas. El pastor tenía la autoridad y el derecho de entrar por la única puerta que había. Ese es Cristo para nosotros hoy. Él tiene la autoridad, el privilegio y el derecho de entrar y llamar a sus ovejas y tomarlas consigo. Los falsos pastores promovían el legalismo y la hipocresía. Aparece como el legítimo pastor quien entra de manera adecuada por el redil para buscar y dirigir sus ovejas. Las ovejas identificaban su pastor cuando él las llamaba. Conocen su voz, porque es inconfundible. Su tono de ternura es diferente al de los otros falsos pastores. El desea guiarnos, va delante. Nosotros debemos seguirle, como ovejas que conocen a su pastor. Dios aún hoy continúa llamando a los suyos y en algún momento ellos le responderán. El los conoce y ellos reconocen su voz; esta es una de las verdades más consoladoras para predicar el Evangelio. ningún verdadero elegido se perderá.
Pero no es sólo el pastor que entra a buscar a sus ovejas, es también la Puerta la única manera de entrar. Es la única puerta para una real transformación. Quien entra por ella encontrará protección, dirección, provisión y vida tan abundante que puede perdurar hasta la vida eterna. Por tanto, mejor ir cerrando nuestras puertas y estar atentos a las voces que nos llegan. La gente resucitada sabe qué puerta escoger y que voz debe escuchar.