Es palabra del Señor
REFLEXION
Hay quien descubre fácilmente dónde está el error, el problema, la dificultad, pero no se le da tan bien encontrar la solución a ese problema y, a veces, incluso, en vez de disminuir el error, lo hace mucho más grande.
Los atajos en el camino pueden ser buenos, acortan la distancia a recorrer, pero algunas veces ese camino más corto es mucho más duro, tiene cuestas más empinadas, el camino está en malas condiciones y a pesar de medir menos en metros, mide más es esfuerzo, por lo tanto tienes que plantearte qué elijes si el camino más corto o el más fácil.
Hace no mucho tiempo cuando se rompía una prenda de ropa, se remendaba, se ponían parches y se seguía usando, hoy el camino más cómodo es tirar lo roto a la basura y comprar algo nuevo, pero no vemos cuáles son las dificultades, los errores y los problemas de hacer esto, generar más recursos que no se pueden destruir y tampoco utilizar, gastar más dinero en cosas que suelen durar menos, acostumbrarnos a no cuidar de mejor manera las cosas para que duren más, porque tenemos muy claro que pronto habrá un reemplazo. Todo esto está muy bien hablamos sólo de cosas materiales porque si lo hacemos también con las personas, está muy bien eso de poder vivir más años, pero ¿para qué? Si no se puede disfrutar de los seres queridos, si no podemos aprovechar el tiempo para aprender, si terminamos por ponerlos a todos juntos para que no se sientan solos, de esta manera sólo ponemos un remedio viejo en un concepto nuevo y eso sí que no va a funcionar.
¿Qué haces con lo que va quedando en desuso? ¿Qué importancia le das a la vida, la tuya y la de los que te rodean? ¿Buscas soluciones fáciles o mejores?