29/9/21

EVANGELIO JUEVES 30-09-2021 LUCAS 10, 1-12 XXVI SEMANA TIEMPO ORDINARIO

 



En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó delante de él, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él.

Y les decía:
«La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies.

¡Poneos en camino! Mirad que os mando como corderos en medio de lobos. No llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias; y no saludéis a nadie por el camino.

Cuando entréis en una casa, decid primero: "Paz a esta casa". Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros.

Quedaos en la misma casa, comiendo y bebiendo de lo que tengan: porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa en casa.

Si entráis en una ciudad y os reciben, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya en ella, y decidles: “El reino de Dios ha llegado a vosotros”.

Pero si entráis en una ciudad y no os reciban, saliendo a sus plazas, decid: “Hasta el polvo de vuestra ciudad, que se nos ha pegado a los pies, nos lo sacudimos sobre vosotros. De todos modos, sabed que el reino de Dios ha llegado”.

Os digo que aquel día será más llevadero para Sodoma que para esa ciudad».

                                       Es palabra del Señor

REFLEXION

Jesús manda por delante de él a setenta y dos de sus discípulos a predicar a distintos pueblos y lugares. No se lo pone fácil. Pues les envía no solo como corderos en medio de lobos, sino con la misión de convertir a esos lobos en corderos.

¿Qué tienen que predicar para que esto suceda? Lo mismo que predica Jesús desde el principio: “Está cerca el reino de Dios”. Tienen que predicar a sus oyentes la gran noticia de que Dios está dispuesto y se ofrece a ser su Rey. No solo Dios es nuestro creador sino que desea mantener una relación de amor muy intensa con nosotros, siendo el Rey y Señor de nuestra vida, el que guíe nuestros pasos por los caminos que Él mejor que nadie sabe que llevan al sentido, a la esperanza, a la alegría de vivir.  

Y aunque en algún pueblo no les reciban ni acepten este sublime mensaje, antes de marcharse y después de sacudirse el polvo de ese pueblo, tienen que decirles: “De todos modos, sabed que está cerca el Reino de Dios”.

Fray Manuel Santos Sánchez O.P.
Convento de Santo Domingo (Oviedo)