24/10/22

EVANGELIO MARTES 25-10-2022 SAN LUCAS 13, 18-21 XXX SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

 





En aquel tiempo, , decía Jesús:
«¿A qué es semejante el reino de Dios o a qué lo compararé?
Es semejante a un grano de mostaza que un hombre toma y siembra en su huerto; creció, se hizo un árbol y los pájaros del cielo anidaron en sus ramas».
Y dijo de nuevo:
«¿A qué compararé el reino de Dios?
Es semejante a la levadura que una mujer tomó y metió en tres medidas de harina, hasta que todo fermentó».

                                          Es palabra de Dios

REFLEXION

Jesús nunca dijo qué era el Reino de Dios, tan sólo expresó su realidad con imágenes y mostró sus signos liberadores. “¿A qué es semejante el reino de Dios o a qué lo compararé?”  Para responder a la pregunta, el Maestro presenta dos parábolas: la del grano de mostaza y la de la levadura.

La primera parábola habla de un hombre que siembra una semilla de mostaza y que crece hasta llegar a ser un inmenso árbol que alberga los pájaros (18-19). El Reino de Dios no viene como se espera, con todo su esplendor y de repente, sino que va creciendo poco a poco. La imagen nos habla en primer lugar de lugar de crecimiento, de una semilla imperceptible se hace un árbol enorme; y, en segundo lugar, de protección, puesto que el árbol se convierte en alojamiento de los pájaros.

Si la primera parábola es protagonizada por un hombre en ámbito rural, ahora Lucas, cual evangelista de la paridad, nos presenta una mujer en ámbito doméstico que introduce levadura en la masa (20-21). La cantidad de masa con la que la mujer trabaja es descomunal: tres medidas, (saton), 30 Kg según Flavio Josefo.  En el AT las medidas desproporcionadas expresan la llegada de Dios, anuncian una epifanía. Así Sara cuando cocina para los visitantes (Gn 18,19), Gedeón cuando hace pan para el ángel del Señor (Jc 6,19) o Ana presenta sus ofrendas al templo (1 Sm 1,24).

Con ambas parábolas Jesús muestra paradójicamente que el Reino, que empieza como algo pequeño (semilla/levadura), acaba creciendo (árbol) y llegando a todas partes (gran masa). La primera de ellas nos dice que el Reino crece poco a poco, pero llega a ser algo grande y se convierte en protección, resguardo y abrigo. Con la segunda parábola, la de la levadura, se nos habla del Reino como una experiencia transformadora de la realidad. Las dos imágenes están cargadas de esperanza; el Reino, poco a poco sin que se note, va creciendo y transformando nuestro mundo en la medida en que vivimos sus valores. ¿Creo que el Reino está presente en nuestro mundo y vivir sus valores nos hace bien a los seres humanos? ¿Lo anuncio en mi predicación?

Hna. Mariela Martínez Higueras O.P.Congregación de Santo Domingo