6/12/23

EVANGELIO JUEVES 07-12-2023 SAN MATEO 7, 21, 24-27 PRIMERA SEMANA DE ADVIENTO

 





En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«No todo el que me dice “Señor, Señor” entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.

El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica se parece a aquel hombre prudente que edificó su casa sobre roca. Cayó la lluvia, se desbordaron los ríos, soplaron los vientos y descargaron contra la casa; pero no se hundió, porque estaba cimentada sobre roca.

El que escucha estas palabras mías y no las pone en práctica se parece a aquel hombre necio que edificó su casa sobre arena. Cayó la lluvia, se desbordaron los ríos, soplaron los vientos y rompieron contra la casa, y se derrumbó. Y su ruina fue grande».

                             Es palabra de Dios

REFLEXION

En el evangelio de Mateo, nos relata el llamado “Sermón de la Montaña” en el que Jesús enumera una serie de normas, recomendaciones y advertencias para que sus paisanos entiendan que era el Reino de Dios que les anunciaba. En este apartado que contemplamos el Maestro advierte que no todos los que dicen ¡Señor, Señor!, es decir, no todos los que “aparentemente” oran  entrarán en la gloria prometida, sino que está reservado para aquellos que cumplen la voluntad del Padre Celestial.

Aquel que escucha el mensaje de Jesús, lo asume y sufre un proceso de conversión interior, es como el hombre prudente que construye sobre roca, que proporciona firmeza a los cimientos de la casa; es decir, que guiado por una experiencia interior de Dios, su conversión no es superficial sino firme como la roca y ni las circunstancias adversas, ni los falsos profetas serán capaces de quebrar sus fundamentos, aquellos fundamentos que hacen que, como ser humano, tenga una entrega desinteresada al prójimo y darse totalmente, sin tapujos.

Al contrario, si no asumimos las enseñanzas de Cristo, y nuestra vida se centra más en las cosas mundanas, en las pasiones, los honores, el éxito, etc. aferrándonos a todo aquello que carece de trascendencia, es como el insensato que construye sobre arena, sin cimientos sólidos, y cuando aparecen las adversidades el edificio se desmorona.

La principal misión de todo hombre es edificarse a sí mismo, ya que constituimos un proyecto único e irrepetible, que nosotros mismos debemos forjar y consolidar. Dios nos ha creado únicos pero nosotros debemos dar solidez a ese proyecto individualizado de Dios, como decía San Agustín “Dios que te creó sin ti, no te salvará sin ti”, lo que significa que Dios en la “Roca Fuerte” sobre la que tenemos que construirnos a nosotros mismos.

¿Tenemos como meta ser el pueblo justo que es admitido en la ciudad de Dios? ¿Somos capaces de construir nuestra vida sobre la Roca que supone el asumir aquello que Jesús nos dice ¿Estamos dispuestos a consolidar la obra única e irrepetible de Dios que ha proyectado a nuestra vida?

D. José Vicente Vila Castellar, OP
Fraternidad Laical Dominicana Torrent (Valencia)