1/12/23

EVANGELIO SABADO 02-12-2023 SAN LUCAS 21, 34-36 XXXIV SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

 





En aquel tiempo, aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Tened cuidado de vosotros, no sea que se emboten vuestros corazones con juergas, borracheras y las inquietudes de la vida, y se os eche encima de repente aquel día; porque caerá como un lazo sobre todos los habitantes de la tierra.
Estad, pues, despiertos en todo tiempo, pidiendo que podáis escapar de todo lo que está por suceder y manteneros en pie ante el Hijo del hombre».

                     Es palabra de Dios

REFLEXION

El perspicaz Jesús, el inteligente Jesús, el que sabe mirar cuanto le rodea y no se deja engañar ni convencer con argucias, artimañas y palabrerías de los poderosos que le rodeaban, nos pone en guardia a la hora de comenzar este Adviento.

No eran poderosísimos los fariseos ni los sacerdotes del templo, ni tan siquiera los politicastros que estaban al frente… si los comparamos con otros mucho más poderosos que el pueblo elegido había padecido con anterioridad. Pero en ese instante concreto de Jesús, sí que tenían su poder, su parcela de poder, de envidias, de juegos sucios, de maldad e injusticias. ¡Cuántos muertos veía Jesús colgados en altozanos, ajusticiados y delatados por ruines intereses!  Intuía lo que le iba a pasar.

Es fundamental esta advertencia: ¡Estad despiertos siempre, pidiendo fuerza para ser capaces de escapar de lo que está por venir, y manteneos firme, de pie, con convicción ante el Hijo de Dios!  Un Hijo de Dios que bien sabe Él que es Él.

La actitud “despiertos” la repite muchas veces porque sabe que es fundamental en la vida; tiene mucho que ver con la “iluminación interior” con la luz de dentro, esa que no se apaga ni en los momentos más oscuros porque se llama esperanza, porque su “llama” es la esperanza.

De la novela de Anthony Doerr, “La luz que no puedes ver”, extraigo una frase que encaja en esta reflexión: “La luz siempre encuentra la manera de brillar en la oscuridad más profunda”. Creo que es bueno que la Palabra de Dios se nutra de otras palabras, igualmente iluminadoras y lúcidas. Este debe ser nuestro anhelo en el adviento: entrever la luz que sigue brillando en la oscuridad que, con frecuencia, nos rodea, para no dejarnos envolver por el poder de las sombras.

Es Adviento. Sé que todos queremos vivir despiertos, dejándonos iluminar por la luz de la esperanza en este tiempo tan luminoso de lo que está por llegar. Que este tiempo de espera/esperanza no sea baldío.

Fray Salustiano Mateos Gómara O.P.
Convento de San Pablo y San Gregorio (Valladolid)