4/3/22

EVANGELIO SABADO 05-03-2022 SAN LUCAS 5, 27-32 VIII SEMANA DE TIEMPO ORDINARIO

 




En aquel tiempo, vio Jesús a un publicano llamado Leví, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo:
«Sígueme».
Él, dejándolo todo, se levantó y lo siguió. Leví ofreció en su honor un gran banquete en su casa, y estaban a la mesa con ellos un gran número de publicanos y otros. Y murmuraban los fariseos y sus escribas diciendo a los discípulos de Jesús:
«¿Cómo es que coméis y bebéis con publicanos y pecadores?»
Jesús les respondió:
«No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores a que se conviertan».

                                                 Es palabra del Señor

REFLEXION

Acabamos de comenzar nuestro proceso de preparación a la celebración del acontecimiento central de nuestra fe: La Pascua. La preparación no sólo es entrenarnos para su recuerdo, sino, es, sobre todo, dedicar cuarenta días a descubrir las exigencias que tiene esa celebración, para nuestro ser de creyentes en Jesús, muerto y resucitado.

En este primer sábado la liturgia nos señale el motivo de la celebración: “Dios vino al mundo para sanar, no para condenar” y la respuesta a ese acontecimiento. La razón que Dios se hizo hombre para salvar a la humanidad, no para condenar. Vino a salvar a los pecadores, es decir, a aquellos que se han aparato del amor de Dios. Reconociendo la falta de respuesta a ese amor y disfrutando de ese amor, surge una exigencia: la conversión. Todos somos pecadores y todos necesitamos de sanación.

Fr. Mitxel Gutiérrez Sánchez O.P.
Casa Ntra.Sra. de los Ángeles (Vitoria)