2/11/23

EVANGELIO VIERNES 03-11-2023 SAN LUCAS 14, 1-6 XXX SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

 





En sábado, entró Jesús en casa de uno de los principales fariseos para comer y ellos lo estaban espiando. Había allí, delante de él, un hombre enfermo de hidropesía, y tomando la palabra, dijo a los maestros de la ley y a los fariseos:
«¿Es lícito curar los sábados, o no?».
Ellos se quedaron callados.
Jesús, tocando al enfermo, lo curó y lo despidió.
Y a ellos les dijo:
«¿A quién de vosotros se le cae al pozo el asno o el buey y no lo saca enseguida en día de sábado?».
Y no pudieron replicar a esto.

                                     Es palabra de Dios

REFLEXION

En esta escena del evangelio de San Lucas se pone nuevamente de manifiesto otro enfrentamiento entre los fariseos y Jesús.

En esta ocasión Jesús fue a comer a casa de uno de los jefes de los fariseos y había un hombre que sufría una enfermedad que produce mucha hinchazón por la atípica acumulación de líquido en tejidos y cavidades.

Jesús se dirigió a los fariseos con un par de preguntas a las que no dieron respuesta. “¿Es lícito curar en sábado o no? y si se les cae un hijo o un buey a un pozo en sábado ¿no lo sacan al momento?”.

Jesús sabe lo que piensan sus enemigos y pone en claro el sentido profundo de toda ley: obrar el bien. ¿Cuántas veces una interpretación literal de la ley nos ha llevado a omitir el bien que estaba en nuestras manos realizar?

San Lucas en diferentes pasajes del Evangelio ha hecho desfilar ante nuestros ojos diversos tipos de respuestas al misterio que encierra la persona de Jesús de Nazaret. Para los discípulos Jesús es su razón de ser; lo abandonan todo y le siguen. Quedan transformados por su Palabra. Para los enfermos, los excluidos de la sociedad y desamparados, Jesús es su esperanza. Corren hacia Él, se maravillan de su Palabra y le escuchan con fervor.

En cambio para los jefes y los sabios, Jesús resultaba un enemigo. Más aún, un blasfemo, ya que atacaba la ley, subvierte el orden divino y la distinción de buenos y malos con la predicación de que el Reino de Dios llega como gracia y perdón y no como juicio. La reacción es el odio y la oposición abierta.

Queda por clasificar nuestra conducta, ¿en qué grupo nos colocamos?

¿Jesús es tu razón de ser y tu esperanza?

¿Por qué?

Dña. Montserrat Palet Dalmases
Fraternidad Laical de Santo Domingo (Barcelona)