21/11/23

EVANGELIOS MIERCOLES 22-11-2023 SAN LUCAS 19, 11-28 XXXIII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

 





En aquel tiempo, Jesús dijo una parábola, porque estaba él cerca de Jerusalén y pensaban que el reino de Dios iba a manifestarse enseguida.
Dijo, pues:
«Un hombre noble se marchó a un país lejano para conseguirse el título de rey, y volver después.
Llamó a diez siervos suyos y les repartió diez minas de oro, diciéndoles:
“Negociad mientras vuelvo”.
Pero sus conciudadanos lo aborrecían y enviaron tras de él una embajada diciendo:
“No queremos que este llegue a reinar sobre nosotros”.
Cuando regresó de conseguir el título real, mandó llamar a su presencia a los siervos a quienes había dado el dinero, para enterarse de lo que había ganado cada uno.
El primero se presentó y dijo:
“Señor, tu mina ha producido diez”.
Él le dijo:
“Muy bien, siervo bueno; ya que has sido fiel en lo pequeño, recibe el gobierno de diez ciudades”.
El segundo llegó y dijo:
“Tu mina, señor, ha rendido cinco”.
A ese le dijo también:
“Pues toma tú el mando de cinco ciudades”.
El otro llegó y dijo:
“Señor, aquí está tu mina; la he tenido guardada en un pañuelo, porque tenía miedo, pues eres un hombre exigente que retiras lo que no has depositado y siegas lo que no has sembrado”.
Él le dijo:
“Por tu boca te juzgo, siervo malo. ¿Conque sabías que soy exigente, que retiro lo que no he depositado y siego lo que no he sembrado? Pues ¿por qué no pusiste mi dinero en el banco? Al volver yo, lo habría cobrado con los intereses”. Entonces dijo a los presentes:
“Quitadle a este la mina y dádsela al que tiene diez minas”.
Le dijeron:
“Señor, ya tiene diez minas”.
“Os digo: al que tiene se le dará, pero al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene. Y en cuanto a esos enemigos míos, que no querían que llegase a reinar sobre ellos, traedlos acá y degolladlos en mi presencia”».
Dicho esto, caminaba delante de ellos, subiendo hacia Jerusalén.

                               Es palabra de Dios

REFLEXION

 En el relato del evangelio de Lucas, la tan conocida parábola del reparto de dinero a los administradores (aquí expresados en minas, moneda que equivale al importe de cien jornadas de trabajo) mientras el señor va a estar en viaje a un país lejano donde le darán el título de rey.

El relato no tiene desperdicio en ninguno de sus detalles. Pero lo que le da todo su sentido es el momento en el que Lucas lo sitúa: Jesús va camino de Galilea a Jerusalén y está próximo a llegar. La expectativa de sus seguidores es máxima ¿llegará el Reino de Dios, triunfará Jesús como mesías, salvador, rey? Es la misma pregunta que se hacen los primeros cristianos ¿está pronta la venida definitiva del Señor?, ¿cuánto hemos de esperar?, ¿qué hacer mientras tanto? Todos tenemos la tendencia a querer respuestas y la vida se nos va revelando más como un montón de preguntas que de certezas o soluciones definitivas. ¿Cuál es la clave de esa espera, qué me toca hacer a mí, concretamente?

Hoy celebramos la memoria de Santa Cecilia, mártir del siglo VI y patrona de la música. En honor a ella quisiera “leer” esta parábola en clave musical.  Jesús nos habla de “producir”, dar rendimiento a todo lo que nos ha dado, que es el don de la fe y el mandato de anunciarlo, vivir el mandamiento del amor y crear fraternidad. El secreto está en cómo mantener ese Sí que le hemos dado a Dios, como creyentes, de una forma permanente en el tiempo, que nuestro sí sea un si sostenido. En música, la nota sí no puede ser alterada con un “sostenido (cuyo efecto es subir medio tono), porque dejaría de ser si y ya sería do. Es un buen ejemplo para significar que nuestro Si ha de convertirse, con la fidelidad del día a día, en Don, un don para todos, para Dios, para el Reino.

¿Cuál es la clave de esa espera, qué me toca hacer a mí, concretamente? Simplemente, ser don, darse todos y cada uno de los días de tu vida. Quizás algún día te llegue el momento de darte totalmente por ser coherente con tu fe, pero lo que siempre tendremos es el don de cada día, cada opción y decisión, cada gesto, palabra y momento vivido, desde el Evangelio. De eso nos pedirá cuentas el Señor.

Congregación de Santo Domingo