Una nota a destacar en el evangelio de hoy es la libertad que tuvo Jesús para elegir a sus doce apóstoles. Hoy elige a Leví, un recaudador de impuestos. Y otra nota a destacar es la inmediatez con la que Leví responde a Jesús: “Él, dejándolo todo se levantó y lo siguió”.
Es claro que Leví se sintió muy contento con la llamada de Jesús, como lo prueba el banquete que ofreció a Jesús en compañía de los compañeros de su profesión.
Como casi siempre, los fariseos y letrados, digamos los oficialmente buenos, critican a Jesús, esta vez porque coma con publicanos y pecadores. La conocida respuesta de Jesús nos lleva a otra de sus actitudes más consoladoras: él ha venido a ofrecer su salvación, su amistad a todos, también a los enfermos, a los pecadores, a los que siempre animará a que dejen su camino y se adentren por el de Jesús. Jesús no es clasista, ofrece su salvación, su amistad a todos.