Las lecturas de este domingo tienen un tono apocalíptico. Esto es señal de que el año litúrgico va llegando a su fin. Y quizá más que hacer resumen de todo lo que hemos vivido y celebrado durante este año que está a punto de terminar, la liturgia de este domingo nos insta a que nos centremos en lo esencial.
Que siendo conscientes de nuestros problemas, dificultades e inquietudes, busquemos en Jesús de Nazaret la luz y fuerza necesarias para que el momento histórico que nos ha tocado vivir lo afrontemos de manera lúcida y sensata.
