Al que escandaliza a uno de estos pequeños, más le valdría que le ataran al cuello una piedra de molino y lo arrojasen al mar.
Tened cuidado.
Si tu hermano te ofende, repréndelo, y si se arrepiente, perdónalo; si te ofende siete veces en un día, y siete veces vuelve a decirte: “Me arrepiento”, lo perdonarás».
Es palabra del Señor
REFLEXION
Palabras duras de Jesús a quienes son motivo de escándalo o de tropiezo para los pequeños. Por desgracia hemos tenido que lamentar una serie de escándalos provocados por sacerdotes pederastas.
Pero los escándalos no solo se dan en materia sexual. Cualquier comportamiento nuestro que tenga como consecuencia un deterioro de la vida de los demás o que los aleje de Dios, es una piedra de escándalo. En particular cuando los que nos decimos cristianos no hacemos lo que está en nuestras manos para que mejore la situación de los pequeños, es decir, de los que no tienen los recursos materiales o espirituales necesarios para el mal ejemplo que perturba la fe.
Últimamente lamentamos el alejamiento de la fe por una parte de la sociedad. Tal vez los creyentes somos, en parte, responsables de ese alejamiento.
Pidamos ayuda al Señor para que nunca nos olvidemos de los pequeños, por los que tanto se preocupaba el Señor.



