11/11/25

EVANGELIO MIERCOLES 12-11-2025 SAN LUCAS 17, 11-10 XXXII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

 





Una vez, yendo Jesús camino de Jerusalén, pasaba entre Samaría y Galilea. Cuando iba a entrar en una ciudad, vinieron a su encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a lo lejos y a gritos le decían:
«Jesús, maestro, ten compasión de nosotros».

Al verlos, les dijo:
«Id a presentaros a los sacerdotes».

Y sucedió que, mientras iban de camino, quedaron limpios.

Uno de ellos, viendo que estaba curado, se volvió alabando a Dios a grandes gritos y se postró a los pies de Jesús, rostro en tierra, dándole gracias.

Este era un samaritano.

Jesús, tomó la palabra y dijo:
«No han quedado limpios los diez?; los otros nueve, ¿dónde están? ¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios más que este extranjero?».

Y le dijo:
«Levántate, vete; tu fe te ha salvado»

                  Es palabra del Señor

REFLEXION

En este episodio del evangelio de Lucas, vemos a Jesús que se encuentra en camino hacia Jerusalén, y que, pasando entre Galilea y Samaria (cuyos habitantes eran considerados extranjeros por los judíos), se le acercan diez leprosos que, desde lejos, como indica la ley, gritaban pidiendo a Jesús que les curase diciendo: “Jesús, maestro, ten compasión de nosotros”.

Jesús, al verlos, les dijo que fueran a presentarse a los sacerdotes, como marca la ley. La curación no se había producido, pero ellos, con fe en la palabra del maestro, emprendieron el camino, y mientras andaban se dieron cuenta de que ya estaban limpios.

Ellos obedecieron el mandato de Jesús y se pusieron en camino y vemos cómo se pasa de una fe interesada (busco mi curación), a una fe agradecida (creo en su palabra y cumplo lo que me dice).

Lo paradójico del relato es que los diez tenían la intención de cumplir el mandato, pero únicamente uno es el que, al verse limpio, le puede más su espíritu de agradecimiento que el cumplimiento de la ley, que puede quedar en segundo término, y vuelve sobre sus pasos alabando a Dios a grandes voces y al llegar a Jesús, se postra a sus pies, rostro en tierra, dando gracias; y justamente este hombre era samaritano, extranjero, mal visto por los judíos. Jesús inquiere a los que le acompañaban: ¿No eran diez los curados? ¿Dónde está el resto?

Los nueve creyeron en la palabra de Jesús, y cumplieron lo que manda la ley a rajatabla, para conseguir certificar su curación y su reinserción en la sociedad; pero sólo uno se da cuenta de que hay algo más importante que esto, es el reconocer en el Hijo de Dios un milagro, alabando a Dios y mostrándole todo su agradecimiento y esperar ese gesto de Jesús que con cariño le dice “Levántate, vete, tu fe te ha salvado”.

 

¿Estamos convencidos de que la grandeza y el poder viene de Dios? ¿O nos creemos autosuficientes? Nuestra fe ¿es una fe interesada o una fe agradecida?

D. José Vicente Vila  Castellar, OP

D. José Vicente Vila Castellar, OP
Fraternidad Laical Dominicana Torrent (Valencia)

Nací en Valencia en febrero de 1951 y bautizado en la Pila Bautismal de San Vicente Ferrer, en el seno de una familia con valores religiosos. Soy Licenciado en Medicina y Cirugía con la especialidad en Obstetricia y Ginecología que he ejercido hasta la jubilación. Siempre he estado vinculado a movimientos eclesiales y en 1996, tras varios años colaborando con el convento de los P.P. Dominicos de El Vedat en Torrent, fuí admitido en la Fraternidad Laical de Santo Domingo de dicho convento. He sido elegido presidente de la misma y también Presidente Provincial en varias ocasiones. En noviembre de 2024 fuí designado Presidente del Consejo Nacional de la Familia Dominicana de España.