Es palabra de Dios
REFLEXION
Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros.
Los cristianos estamos llamados a vivir en plenitud la felicidad, la alegría que nace del Evangelio.
Para vivir con alegría necesitamos conectarnos a la fuente del verdadero gozo, que es el amor de Dios, revelado en Jesús.
El amor es la clave hoy del Evangelio.
Esta insistencia en el amor y nuestra propia experiencia nos descubren que la necesidad fundamental de toda persona es ser amado y amar. Amar es decisión de la voluntad, actitud a favor del otro que genera vida y alegría.
La vida y el amor son inseparables de la experiencia de un Dios que es vida y amor y al que podemos llamar Padre.
El Evangelio nos invita a una relación con Dios que prolonga en nosotros la comunión de vida que une al Padre y al Hijo. Jesús lo expresa diciéndonos esto mando que os améis unos a otros.
Él nos ama entregando su vida por nosotros. Que nosotros cumplamos el mandato grande del amor amando a Dios en los hermanos.
Cristo te ama. Dios te quiere. Déjate querer por Dios; cada día recibe su beso y abrazo.
De parte de Jesús: déjate querer por Dios… y vive amando a los demás. Se feliz. Se cristiano. Que así sea.