El Padre os quiere, porque vosotros me queréis y habéis creído. Y, por eso, está dispuesto a darnos todo lo que tiene. Como todo buen padre. Pero a veces los hijos piden cosas que no son las mejores, incluso cosas que les pueden perjudicar. ¿Cómo pedir al Padre del cielo lo mejor que tiene, que será lo mejor para nosotros? Jesús nos indica cómo tenemos que hacerlo: Si pedís algo al padre en mi nombre, os lo dará. Así lo hace la Liturgia cristiana: Te lo pedimos por nuestro Señor Jesucristo…
Pero esto que nos indica Jesús va mucho más allá de una simple fórmula. El nombre de Jesús (Dios salva) se lo puso el Padre e indica no sólo la misión que le fue confiada sino su misma personalidad. Pedir en nombre de Jesús es pedir identificándonos con su persona, con sus sentimientos, con sus palabras, con su manera de actuar para salvarnos. Obviamente, hay cosas que no se pueden pedir en nombre de Jesús. Al orar, podríamos preguntarnos: ¿Esto lo pidió Jesús al Padre alguna vez? ¿Esto lo pediría Jesús? Si pedimos de verdad en nombre de Jesús, seguro que el Padre nos lo concederá, porque será para nuestro bien.
Aunque no sepamos en qué dirección se va a notar la eficacia de nuestra oración, se nos ha asegurado que ya es eficaz. Nos lo ha dicho Jesús: “Todo cuanto pidáis en la oración, creed que ya lo habéis recibido.
Fr. Carlos Oloriz Larragueta O.P.Casa Ntra.Sra. de los Ángeles (Vitoria)