Es palabra de Dios
REFLEXION
Jesús reconoce aquí la enigmática condición de las parábolas. Por una parte, son instrumentos útiles para dar a conocer el reino de Dios; por otra, son ininteligibles para muchos de sus oyentes. La explicación que Jesús da de ello nos deja también un tanto perplejos: “al que tiene se le dará…, y al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene”. Al que está cerca del reino de Dios las parábolas le sirven; al que está lejos le confunden.
El proverbio que usa Jesús tiene un origen campesino de carácter económico: el que tiene puede aumentar su patrimonio sin gran dificultad; el que tiene poco acaba perdiéndolo todo o estancándose en lo que tiene. Asimismo los que han acogido el reino con fe, cada vez descubrirán más profundamente su misterio; los que lo han acogido superficialmente acabarán por abandonarlo o por vivirlo de manera lánguida, con poco fruto. Es una interpelación a vivir con seriedad nuestra vocación cristiana, so pena de llevar una vida sin demasiado sentido e irrelevante para los demás.
Cuando Jesús habla de los sencillos se refiere a los discípulos, a quienes el Padre revela los misterios del reino. Si habla en parábolas, es para facilitar la acogida de ese reino, pero hay muchos que tienen embotada la mente y no escuchan el mensaje ni ven los signos de la llegada del reino. Es algo que ya estaba anunciado en el Antiguo Testamento (se refleja aquí la polémica que existía entre la comunidad del evangelista Mateo y la Sinagoga).
En resumen, hace falta una cierta predisposición para acoger el mensaje de Jesús. Alguien puede pensar que eso es algo ingenuo, pero sin una cierta simplicidad, sin una sincera sencillez, no seremos capaces de acoger las palabras del Evangelio y la semilla del reino se desperdiciará.