25/8/24

EVANGELIO LUNES 26-08-2024 SAN MATEO 23, 13-22 XXI SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

 





En aquel tiempo, Jesús dijo:
«¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que cerráis a los hombres el reino de los cielos! Ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que quieren.
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que viajáis por tierra y mar para ganar un prosélito, y cuando lo conseguís, lo hacéis digno de la “gehenna” el doble que vosotros!
¡Ay de vosotros, guías ciegos, que decís: “Jurar por el templo no obliga, jurar por el oro del templo sí obliga”! Necios y ciegos! ¿Qué es más, el oro o el templo que consagra el oro?
O también: “Jurar por el altar no obliga, jurar por la ofrenda que está en el altar sí obliga”. ¡Ciegos! ¿Qué es más, la ofrenda o el altar que consagra la ofrenda? Quien jura por el altar, jura por él y por cuanto hay sobre él; quien jura por el templo, jura por él y por quien habita en él; y quien jura por el cielo, jura por el trono de Dios y también por el que está sentado en él».

                            Es palabra del Señor


REFLEXION

El Evangelio nos ofrece una visión penetrante de las advertencias de Jesús a los escribas y fariseos. Estás palabras siguen siendo relevantes hoy en día. Jesús critica abiertamente a los líderes religiosos de su tiempo por su hipocresía y falta de autenticidad. Los acusa de obstaculizar el camino de otros hacia la salvación. Este es un recordatorio para todos nosotros de que nuestras acciones y palabras tienen un impacto más allá de nosotros mismos. Sí actuamos de manera hipócrita e inauténtica, podríamos estar alejando a otros de la fe, en lugar de acercarlos a Dios. Porque nuestro problema, en muchas ocasiones, es que ni comemos ni dejamos comer. 

La crítica de Jesús se dirige a la superficialidad de los escribas y fariseos. Se preocupan más por las apariencias externas y las reglas que por la verdadera esencia de la fe. Jesús señala su obsesión con los detalles menores, mientras ignoran lo que realmente importa. Este es un llamado a centrarnos en lo que realmente es central en nuestra vida de fe y no perder el tiempo en cosas superfluas y banales, muchas veces puestas como importantes para maquillar una pobre vivencia de Dios y el miedo a tener un auténtico encuentro con los demás. Jesús también aborda la cuestión de la autoridad y la responsabilidad. Los fariseos se perdieron en tecnicismos, olvidando que todo en el templo es sagrado porque Dios mismo lo hace sagrado. Esto nos recuerda que no debemos tomar a la ligera nuestras promesas o compromisos, especialmente cuando involucran a Dios o a los demás. 

En resumen, este pasaje nos desafía a examinar nuestras propias vidas y actitudes. Nos llama a ser auténticos en nuestra fe, a centrarnos en lo que realmente importa y a ser responsables en nuestras acciones y palabras. Nos advierte contra la complacencia y la hipocresía, recordándonos que estamos llamados a ser luz del mundo y sal de la tierra. No se trata sólo de seguir reglas o de mantener las apariencias, sino de vivir una vida que refleje honestidad, misericordia y ternura a imagen de Dios. 

Fr. Martín Alexis González Gaspar O.P.
Convento de Ntro. Padre Sto. Domingo (Torrent)