“No entendéis ni palabra”. ¿Qué es lo que había que entender? Lo que había que entender es “lo que había hecho Jesús”, el significado de su acción más dramática, esto es, el retorno a la vida de Lázaro, del que mandó “quitar la losa”, “desatarle” y “dejarle marchar” en los versículos inmediatamente anteriores al pasaje de hoy.
Aparentemente, lo que habría hecho Jesús según este relato joánico sería una impropiamente llamada resurrección, pero todo en el llamado Libro de los signos del evangelio según Juan es precisamente eso: un signo. Y ante un signo, cabe preguntarnos por aquello que señala; en este caso, ese retorno a la vida de un hombre hay que entenderlo como una liberación de la muerte del hombre. Liberación, pues todos los términos utilizados en los mandatos de Jesús - “quitad la losa”, “desatadle” y “dejadle marchar” – apuntan al sentido de liberación. Liberación, ¿de qué? Liberación de una ley, de un ritualismo y de un culto que, lejos de dar vida, asfixian al hombre e impiden que florezca.
De la muerte, siguiendo lo anterior, pues la teología joanica es deudora de la teología de Pablo, quien nos dice que “en cuanto sobrevino el precepto, revivió el pecado y yo morí” (Rom 7, 7ss), pasaje que hay que completar con Rom 5, 12ss, esto es, el que “el pecado llegó al mundo por lo que hizo un hombre. Con el pecado llegó también la muerte. Todos tendrán que morir porque todos han pecado. […] lo que mucha gente recibió por culpa de un solo hombre fue la muerte. En cambio, lo que mucha gente recibió por el generoso amor de Dios fue el regalo de la vida gracias a un solo hombre, Jesucristo.”
Así pues, ¿qué es lo que debemos entender? El propio Gamaliel lo explicita: “que conviene que uno muera por el pueblo”. En efecto, Jesús, asumiendo la culpa de todos, liberó a todos de la culpa y del castigo por la culpa, esto es, la muerte: muerte en vida y muerte eterna.
En realidad, aquí no acaba nuestra indagación, pues a lo hasta ahora dicho le seguiría la cuestión más fundamental y más difícil de entender: ¿culpa? ¿a qué culpa nos referimos? Pero esta nueva indagación, por interesante y relevante que pueda ser, excede de este espacio y de este contexto.