16/3/24

DOMINGO 17-03-2024 : QUINTO DOMINGO DE CUARESMA

 




En un espacio poco iluminado u oscuro el ojo no puede dejar de dirigirse a toda luz que brille por más débil que esta sea. Entramos en la última semana de Cuaresma y en el horizonte ya se apuntan signos de la celebración anual de la Semana Santa. La liturgia de la Palabra de este domingo nos aproxima a una comprensión profunda e intensa del Dios de la Nueva Alianza y de su enviado Jesucristo. Jesús, Hijo de Dios, es ante todo nuestro Redentor y Salvador; es decir, aquel que puede perdonar nuestros pecados y salvarnos de sus consecuencias.

La Cuaresma, tiempo de preparación y de catecumenado, es un momento espiritualmente ‘fuerte’ y una oportunidad propicia para contrastar nuestra vida moral y nuestra experiencia de fe a la luz de la propia vida de Jesús, tal como se nos narra en los evangelios, sobre todo, en aquellas circunstancias y acontecimientos que le van a conducir a su Pasión, Muerte y Resurrección. Es por eso que la Iglesia nos enseña, e insiste, que durante el tiempo cuaresmal no debemos desaprovechar la oportunidad de experimentar y degustar el sacramento de la penitencia y la reconciliación, tanto a nivel individual como a nivel comunitario. Se nos invita, con ello, a una experiencia liberadora y gozosa.

Para el verdadero creyente cristiano el seguimiento de Jesús, como vivencia de su bautismo, no se trata una experiencia espiritual cualquiera, sino de la verdadera y auténtica experiencia. Todo nuestro ser y entorno se transforma de tal modo que ya solo ‘queremos ver a Jesús y estar con Él’, como esos griegos de los que nos habla el Evangelio de hoy que ya han oído hablar de Jesús, pero que quieren dar un paso más. Y a eso es a lo que se nos invita ahora que ya está por terminar este tiempo cuaresmal, a dar un paso más, a ir un poco más allá, a ir madurando en nuestro seguimiento de Jesús.

Fray Manuel Jesús Romero Blanco O.P.
Misionero dominico en la Amazonía peruana