Y así surgió entre la gente una discordia por su causa.
Algunos querían prenderlo, pero nadie le puso la mano encima.
Y se volvieron cada uno a su casa.
Es palabra del Señor
REFLEXION
El evangelio de hoy nos muestra las distintas reacciones que “los discursos” de Jesús producían entre sus oyentes. Desde los que le aceptaban declarándole “el profeta”, “el Mesías”, hasta los que buscaban prenderle y detenerle, como los sumos sacerdotes y fariseos que pidieron explicaciones a los guardias del Templo porqué no le habían detenido, a lo que respondieron: “Jamás ha hablado nadie así”.
Podemos decir que esta doble postura de rechazo o de aceptación a Jesús continúa produciéndose en nuestro siglo XXI. Los que le aceptamos seguimos considerando sus palabras como palabras muy especiales, que contienen vida y nos lleva a la vida. “Tú solo tienes palabras de vida”. Los hombres tenemos la posibilidad de rechazar el mejor regalo que Dios nos ha hecho, el regalo de su Hijo y de sus palabras. Aceptemos emocionados este sublime regalo.