Es palabra de Dios
REFLEXION
Hoy el Evangelio nos revela cual es nuestro final: el mismo destino glorioso de Cristo Jesús.
Pero llegar a ese destino es seguir el mismo camino de Jesús Camino de oración, entrega, cruz... resurrección.
Ese recorrido implica subir con Jesús al encuentro con Dios, ir a la montaña, orar, estar pendiente de Él, ver su rostro que ahora resplandece y ver que sus vestidos brillan de blancos… reflejan que así como Dios se envuelve de esplendor y majestad como en un manto; Sal 104,2, Jesús se envuelve en luz divina.
Acompañando a Jesús tendrás la experiencia de que toda la revelación divina culmina en Cristo, en el misterio pascual, misterio de muerte y resurrección-transfiguración, verás su gloria.
Experimentarás tu encuentro con Jesús de un modo nuevo que te llena de paz, de sentido, de alegría, de luz divina, que te hace exclamar: qué hermoso estar aquí; creer en Jesús es una gozada, esto sí que merece la pena ahora sí.
En esa experiencia escucharás la voz del Padre que te dice: Este es mi hijo amado escuchadle.
La escena de la transfiguración ilumina nuestra mente para conocer:
-que Jesús es el hijo amado de Dios.
-que tenemos que escucharle a Él.
-que nuestra meta es una vida transfigurada en Dios
Lo que más nos transfigura es el amor; que en este día veas el amor de Dios por ti, en el rostro de Jesús; que veas tantos rostros transfigurados por el dolor; que veas tantos rostros transfigurados por la luz, la vida, la alegría…