En este fragmento evangélico se nos relata la vocación, la llamada de Jesús a Felipe y Natanael, que es el otro nombre de San Bartolomé. En toda llamada de Jesús a seguirle, hay notas comunes y otras particulares en cada persona llamada. Aquí se describe el encuentro de Jesús con Natanael-Bartolomé. Veamos lo particular de Natanael. En un primer momento y después de la llamada de Jesús a Felipe, este se encuentra con Natanael y le dice que se ha topado con Jesús, de quien escribió Moisés en la Ley y los Profetas, el hijo de José, de Nazaret. Bartolomé desconfía de que de Nazaret pueda salir algo bueno. Y es cuando entra en escena el mismo Jesús haciendo un fuerte elogio de Natanael: “He aquí un verdadero israelita, en quien no hay engaño”. Algo que sorprendió a Natanael porque nunca se habían visto antes. Y al final, Natanael dirigiéndose a Jesús le dice: “Maestro, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el rey de Israel”. Y Jesús le respondió que vería cosas mayores que la que acaba de vivir. Veamos lo común. Todos los cristianos podemos afirmar las notas singulares de nuestro encuentro con Jesús. Pero todos, Felipe, Natanael, Pedro, Juan, Carlos, Antonio, Isabel, Carmen, Lucía... y todos nosotros podemos afirmar que somos cristianos porque nos llamó el mismo Jesús a seguirle después de convencernos de que era Hijo de Dios: “Ven y sígueme”. |