Es palabra de Dios
REFLEXION
En este tiempo pascual se nos invita a prepararnos para la fiesta de Pentecostés. Tiene la misión de recordarnos que, no caminamos solos, sino que Dios Padre, envió a su Hijo y dándonos su Espíritu, nos sentimos impulsados a hacer realidad el plan de Dios en nuestro tiempo y lugar.
En este pequeño texto, continuación del que leíamos ayer y estos días, san Juan nos presenta la identidad de Jesús como el enviado del Padre, de ahí que hable con palabras de su Padre y nos revele los deseos y el proyecto del Padre. Pero es la fuerza del Espíritu el que nos mueve a discernirlo, a afirmarlo y sobre todo a creerlo y vivirlo.
Esta fuerza que nos da el Espíritu es la que nos mueve a descubrir y experimentar la presencia de Jesús y el ánimo y la esperanza con la que podemos vivir. Es la escucha al Espíritu lo que el Papa Francisco nos invitó a practicar en este camino sinodal, para renovar nuestra pastoral.
El soplo del Espíritu nos está impulsando a escucharnos los unos a los otros, para descubrir y discernir nuestra actuación en beneficio de la humanidad. Este Espíritu nos está pidiendo que nos pongamos a la escucha de las preguntas, de los afanes, de las esperanzas de cada Iglesia, de cada pueblo, de los desafíos y cambios que la humanidad nos pone por delante. Hagamos un intento y esfuerzo por escucharle para ser fieles al Resucitado.
“Señor Jesús, ayúdanos a saber escuchar al Espíritu, púes Él nos impulsará a hacer realidad el plan de tu Padre Dios sobre la humanidad”.