Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas.
Es palabra del Señor
REFLEXION
Bien conocida es por nosotros la pregunta y la respuesta de este evangelio. Lo importante es que el amor a Dios y el amor al prójimo son inseparables. No se ama a Dios si no se ama al prójimo. No se ama al prójimo si no se ama a Dios.
Nuestra tentación es verlos separados. Por eso, Jesús insiste tanto en su unión. Esta unión es de lo más genuino de nuestro cristianismo. No sé si estaré en lo cierto, pero me parece que a todos nosotros nos es más fácil amar a Dios que amar a nuestros hermanos, nuestros prójimos.
Como en todos, también en este punto, sin la ayuda de Jesús, -“sin mí no podéis hacer nada”- no logramos vivir y cumplir estos mandamientos. Ya lo sabemos, pedir a Jesús su poderosa y di vina ayuda.