7/12/23

VIERNES 08 DE DICIEMBRE : SOLEMNIDAD DE LA ANUNCIACION

 





La Solemnidad de la Inmaculada Concepción de María irrumpe con sentido en medio del tiempo del Adviento.

La Iglesia celebra la espera de la venida del Señor con una mirada abierta al conjunto de la historia, una historia de salvación. Por un lado, recuerda la gran noticia de la venida humanada del Hijo de Dios para hacer presente la salvación. Por otro lado, anuncia que, al final de los tiempos, el que se encarnó, resucitó y ascendió a los cielos volverá glorioso para llevar a su plenitud la salvación iniciada.

Entre ambas venidas se sitúa el tiempo del mundo y de la Iglesia. Curiosamente, la celebración eclesial del adviento, memoria y anuncio, pasado y futuro, actualiza en el presente esa doble venida. Por tanto, en el adviento se reconcilia el pasado, el presente y el futuro. El adviento es la medida de la comprensión cristiana del tiempo en el que se celebra la salvación.

La pedagogía del adviento es el recuerdo: lo que sucedió ayer es la prueba de lo que sucederá mañana y de lo que, ahora, se anticipa en el presente. En este recuerdo actualizador y abierto al futuro, junto a la relevancia pedagógica de la memoria, hallamos algunos personajes que representan o dramatizan claves que ayudan a entender mejor el sentido del adviento.

Los profetas (sobre todo Isaías) son los encargados de desvelar lo que Dios va a hacer, su proyecto salvador. El profeta relata el sueño de Dios en forma de promesa. Todo es gracia. Dios, únicamente Él, es el que se compromete a realizar lo que promete.

Por otro lado, Juan Bautista, también profeta, aporta el contrapunto al don divino que anuncian los viejos profetas. Juan, en el adviento, representa la responsabilidad. Dios va a hacer, sí, pero el pueblo y los hombres tienen también algo que aportar. Se trata de la libre aceptación del regalo divino, que se sustanciará en la preparación responsable de los caminos del Señor. Y es que, sin conversión, la realización del sueño de Dios se complica, la promesa no se cumple. Por eso, la gente preguntaba al Bautista: ¿qué hemos de hacer?

Por último, María es la síntesis perfecta de lo que es el adviento: ella hace real la venida del Salvador, la concreción del sueño, del proyecto, de la promesa. María, por eso, es la comunión, en sí misma, del don y de la libertad, del sueño (darás a luz al Hijo de Dios) y su acogida responsable (hágase en mí según tu palabra). De ahí que el adviento de Dios pase por ella. Es todo un referente para la Iglesia y para nosotros.

Fr. Vicente Botella Cubells O.P.
Convento de San Vicente Ferrer (Valencia)

EVANGELIO VIERNES 08-12-2023 SAN LUCAS 1, 26-38 PRIMERA SEMANA DE ADVIENTO

 





En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María.

El ángel, entrando en su presencia, dijo:
«Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo».

Ella se turbó grandemente ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquel.

El ángel le dijo:
«No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin».

Y María dijo al ángel:
«¿Cómo será eso, pues no conozco varón?».

El ángel le contestó:
«El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer será llamado Hijo de Dios. También tu pariente Isabel ha concebido un hijo en su vejez, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, “porque para Dios nada hay imposible”».

María contestó:
«He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra».

Y el ángel se retiró.

                                                 Es palabra de Dios

REFLEXION

 El evangelio de la "Anunciación" es, sin duda, el reverso de la página del Génesis. Así lo han entendido muchos estudiosos de este relato maravilloso lleno de feminismo y cargado de símbolos. Aunque aparentemente no se usen los mismos términos, todo funciona en él para reivindicar la grandeza de lo débil, de la mujer. Para mostrar que Dios, que había creado al hombre y a la mujer a su imagen y semejanza, tiene que decir una palabra definitiva sobre ello. Es verdad que hay páginas en el mundo de la Biblia que están redactadas desde una cultura de superioridad del hombre sobre la mujer. Pero hay otras, como este evangelio, que dejan las cosas en su sitio. Cuando Dios quiere actuar de una forma nueva, extraordinaria e inaudita para arreglar este mundo que han manchado los poderosos, entonces es la mujer la que se abre a Dios y a la gracia.

 Se han hecho y se pueden hacer muchas lecturas de este relato asombroso. Puede ser considerado como la narración de la vocación a la que Dios llama a María, una muchacha de Nazaret. Todo en esta aldea es desconocido, el nombre, la existencia, e incluso el personaje de María. Es claro que, desde ahora, Nazaret es punto clave de la historia de la salvación de Dios. Es el comienzo, es verdad, no es final. Pero los comienzos son significativos. En el Génesis, los comienzos de la "historia" de la humanidad se manchan de orgullo y de miedo, de acusaciones y de despropósitos. Aquí, en los comienzos del misterio de la "encarnación", lo maternal es la respuesta a la gracia y abre el camino a la humanización de Dios. María presta su seno materno a Dios para engendrar una nueva humanidad desde la gracia y el amor. ¿Cómo? Entregando su ser humano a la voluntad de Dios. Querer decir más sería entrar en una elucubración de conceptos y afirmaciones "dogmáticas" que nos alejarían del sentido de nuestro relato.

 El relato tiene todo lo mítico que se necesita para hablar de verdades profundas de fe (si aparece un ángel es por algo); no debemos ser demasiado "piadosillos" en su interpretación. En realidad todo acontece de parte de Dios, pero no en un escenario religioso. Por eso es más asombrosa esta narración que, sin duda, tiene de histórico lo que le sucede a María en su vida. Ella es una criatura marginal que ha sido elegida por Dios, y esto es tan real como histórico. Su hijo será también un judío marginal. Es un relato que no está compuesto a base de citas bíblicas, pero sí de títulos cristológicos: grande, Hijo del Altísimo, recibirá el trono de David su padre. Todo eso es demasiado para una muchacha de Nazaret. Y todo ocurre de distinta manera a como ella lo había pensado; ya estaba prometida a un hombre. Ella pensaba tener un hijo, ¡claro!, pero que fuera grande, Hijo del Altísimo y rey (Mesías en este caso), iba más allá de sus expectativas. Pero sucede que cuando Dios interviene, por medio del Espíritu, lo normal puede ser extraordinario, lo marginal se hace necesario. Esa es la diferencia entre fiarse de Dios como hace esta joven de Nazaret o fiarse de "una serpiente" como hizo la mítica Eva.

 María de Nazaret, pues, la "llena de gracia", está frente al misterio de Dios, cubierta por su Espíritu, para que su maternidad sea valorada como lo más hermoso del mundo. Sin que tengamos que exagerar, es la mujer quien más siente la presencia religiosa desde ese misterio maternal. Y es María de Nazaret, de nuestra carne y de nuestra raza, quien nos es presentada como la mujer que se abre de verdad al misterio del Dios salvador. Ni los sacerdotes, ni los escribas de Jerusalén, podían entenderlo. La "llena de gracia" ( kejaritôménê ), con su respuesta de fe, es la experiencia primigenia de la liberación del pecado y de toda culpa. Dios se ha hecho presente, se ha revelado, a diferencia del Sinaí, en la entraña misma de una muchacha de carne y hueso. No fue violada, ni maltratada, ni forzada... como otras como ella lo eran por los poderosos soldados de imperio romano que controlaban Galilea. Fue el amor divino el que la cautivo para la humanidad. Por eso, en un himno de San Efrén (s. IV) se la compara con el monte Sinaí, pero el fuego devorador de allí y la llama que los serafines no pueden mirar, no la han quemado. Esta "teofanía" divina es otra cosa, es una manifestación de la gracia materna de Dios.

Fray Miguel de Burgos Núñez
(1944-2019)

6/12/23

EVANGELIO JUEVES 07-12-2023 SAN MATEO 7, 21, 24-27 PRIMERA SEMANA DE ADVIENTO

 





En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«No todo el que me dice “Señor, Señor” entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.

El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica se parece a aquel hombre prudente que edificó su casa sobre roca. Cayó la lluvia, se desbordaron los ríos, soplaron los vientos y descargaron contra la casa; pero no se hundió, porque estaba cimentada sobre roca.

El que escucha estas palabras mías y no las pone en práctica se parece a aquel hombre necio que edificó su casa sobre arena. Cayó la lluvia, se desbordaron los ríos, soplaron los vientos y rompieron contra la casa, y se derrumbó. Y su ruina fue grande».

                             Es palabra de Dios

REFLEXION

En el evangelio de Mateo, nos relata el llamado “Sermón de la Montaña” en el que Jesús enumera una serie de normas, recomendaciones y advertencias para que sus paisanos entiendan que era el Reino de Dios que les anunciaba. En este apartado que contemplamos el Maestro advierte que no todos los que dicen ¡Señor, Señor!, es decir, no todos los que “aparentemente” oran  entrarán en la gloria prometida, sino que está reservado para aquellos que cumplen la voluntad del Padre Celestial.

Aquel que escucha el mensaje de Jesús, lo asume y sufre un proceso de conversión interior, es como el hombre prudente que construye sobre roca, que proporciona firmeza a los cimientos de la casa; es decir, que guiado por una experiencia interior de Dios, su conversión no es superficial sino firme como la roca y ni las circunstancias adversas, ni los falsos profetas serán capaces de quebrar sus fundamentos, aquellos fundamentos que hacen que, como ser humano, tenga una entrega desinteresada al prójimo y darse totalmente, sin tapujos.

Al contrario, si no asumimos las enseñanzas de Cristo, y nuestra vida se centra más en las cosas mundanas, en las pasiones, los honores, el éxito, etc. aferrándonos a todo aquello que carece de trascendencia, es como el insensato que construye sobre arena, sin cimientos sólidos, y cuando aparecen las adversidades el edificio se desmorona.

La principal misión de todo hombre es edificarse a sí mismo, ya que constituimos un proyecto único e irrepetible, que nosotros mismos debemos forjar y consolidar. Dios nos ha creado únicos pero nosotros debemos dar solidez a ese proyecto individualizado de Dios, como decía San Agustín “Dios que te creó sin ti, no te salvará sin ti”, lo que significa que Dios en la “Roca Fuerte” sobre la que tenemos que construirnos a nosotros mismos.

¿Tenemos como meta ser el pueblo justo que es admitido en la ciudad de Dios? ¿Somos capaces de construir nuestra vida sobre la Roca que supone el asumir aquello que Jesús nos dice ¿Estamos dispuestos a consolidar la obra única e irrepetible de Dios que ha proyectado a nuestra vida?

D. José Vicente Vila Castellar, OP
Fraternidad Laical Dominicana Torrent (Valencia)

5/12/23

EVANGELIO MIERCOLES 06-12-2023 SAN MATEO 15, 29-37 PRIMERA SEMANA DE ADVIENTO

 





En aquel tiempo, Jesús, se dirigió al mar de Galilea, subió al monte y se sentó en él.
Acudió a él mucha gente llevando tullidos, ciegos, lisiados, sordomudos y muchos otros; los ponían a sus pies, y él los curaba.

La gente se admiraba al ver hablar a los mudos, sanos a los lisiados, andar a los tullidos y con vista a los ciegos, y daban gloria al Dios de Israel.

Jesús llamó a sus discípulos y les dijo:
«Siento compasión de la gente, porque llevan ya tres días conmigo y no tienen qué comer. Y no quiero despedirlos en ayunas, no sea que desfallezcan en el camino».

Los discípulos le dijeron:
«¿De dónde vamos a sacar en un despoblado panes suficientes para saciar a tanta gente?».

Jesús les dijo:
«¿Cuántos panes tenéis?».

Ellos contestaron:
«Siete y algunos peces».

Él mandó a la gente que se sentara en el suelo. Tomó los siete panes y los peces, pronunció la acción de gracias, los partió y los fue dando a los discípulos, y los discípulos a la gente.
Comieron todos hasta saciarse y recogieron las sobras: siete canastos llenos.

                                       Es palabra de Dios


REFLEXION

El evangelio de hoy nos habla de una muchedumbre que acude a Jesús presentándole sus necesidades. Y el Señor, misericordioso, cura a los enfermos que se le acercan. San Mateo, en el capítulo anterior nos presentaba a Jesús viajando a tierra extranjera, ello hace pensar que la multitud que le sigue en esta ocasión pertenecía al mundo pagano. Así subraya el evangelista la misericordia de Dios que se dirige a todos los pueblos.

Jesús se percata del hambre de sus oyentes, que llevaban ya tres días junto a él, cosa que a los discípulos les había pasado inadvertido. Por eso Jesús les llama para hacerles participar de su visión compasiva con los pobres y necesitados, y luego actúa: Multiplica  milagrosamente unos pocos panes y algunos peces, y pide a sus discípulos que lo repartan.

Jesús reparte el alimento con gran generosidad: “Y comieron todos y quedaron satisfechos”.

Jesús no queda indiferente ante nuestros problemas y necesidades, tanto los grandes como los pequeños de cada día. Y el Señor nos da con generosidad, como a la multitud que aparece en este pasaje evangélico, para que no desfallezcamos en el camino.

Entonces el Señor ofreció pan para alimentar el cuerpo, hoy nos ofrece el Pan eucarístico. Y en La Eucaristía, Él se hace don. Como decía el Papa Francisco: “Jesús … se da a nosotros en la Eucaristía, comparte nuestro mismo camino, es más, se hace alimento, el verdadero alimento que sostiene nuestra vida también en los momentos en los que el camino se hace duro, los obstáculos ralentizan nuestros pasos.

Y en la Eucaristía el Señor nos hace recorrer su camino, el del servicio, el de compartir, el del don, y lo poco que tenemos, lo poco que somos, si se comparte, se convierte en riqueza, porque el poder de Dios, que es el del amor, desciende sobre nuestra pobreza para transformarla.”

Contemplar la generosidad del Señor nos debe disponer para acoger las gracias que derrama sobre nosotros cada día. Y ver cómo reparte sus dones también nos debe llenar de esperanza.

Sor Cristina Tobaruela O. P.
Monasterio de las Dueñas (Salamanca)

4/12/23

EVANGELIO MARTES 05-12-2023 SAN LUCAS 10, 21-24 PRIMERA SEMANA DE ADVIENTO

 





En aquella hora Jesús se llenó de la alegría en el Espíritu Santo y dijo:
«Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así te ha parecido bien.

Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre; ni quién es el Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar».

Y, volviéndose a sus discípulos, les dijo aparte:
«¡Bienaventurados los ojos que ven lo que vosotros veis! Porque os digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que vosotros veis, y no lo vieron; y oír lo que vosotros oís, y no lo oyeron».

                                       Es palabra de Dios

REFLEXION

Para hacer el discernimiento sobre nuestra situación personal, social y religiosa, y hacerlo con rectitud de corazón y, por tanto, con ojos positivos, debemos ser humildes, sencillos, y escuchar la voz del Espíritu Santo. Esto es lo que hemos hecho en esta primera etapa del Sínodo de la Sinodalidad. A esto invita el Papa en esta nueva etapa. 

Apoyado en la esperanza, Abraham creyó, contra toda esperanza; les recordó San Pablo a judíos y gentiles en su carta a los Romanos. La clave para vivir con esperanza, es la confianza en uno mismo y como creyentes en Dios. Abraham, porque creyó en sí mismo y en Dios, esperó. No es fácil desarrollar la vida entre la espera y la esperanza

Apoyados en la fe y fortaleciendo la esperanza, pidámosle a Dios que fortalezca la confianza en nosotros; y con una renovación personal y comunitaria, vivamos este Adviento de la sinodalidad.Que nos conceda una visión limpia y serena, para clavar nuestra pupila en quién es el único que merece ser visto y contemplado: Jesucristo.

Fr. Mitxel Gutiérrez Sánchez O.P.
Convento de S. Valentín de Berrio Ochoa (Villava)

3/12/23

EVANGELIO LUNES 04-12-2023 SAN MATEO 8, 5-11 PRIMERA SEMANA DE ADVIENTO

 





En aquel tiempo, al entrar Jesús en Cafarnaún, un centurión se le acercó rogándole:
«Señor, tengo en casa un criado que está en cama paralítico y sufre mucho».

Le contestó:
«Voy yo a curarlo».

Pero el centurión le replicó:
«Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo. Basta que lo digas de palabra, y mi criado quedará sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes; y le digo a uno: "Ve", y va; al otro: "Ven", y viene; a mi criado: "Haz esto", y lo hace».

Al oírlo, Jesús quedó admirado y dijo a los que le seguían:
«En verdad os digo que en Israel no he encontrado en nadie tanta fe. Os digo que vendrán muchos de oriente y occidente y se sentarán con Abrahán, Isaac y Jacob en el reino de los cielos».

                                             Es palabra de Dios

REFLEXION

El Evangelio es un espejo. Evoca en nosotros las palabras que repetimos instantes antes de recibir la comunión. En tiempos de Jesús un judío no debía entrar en la casa de un pagano y eso lo sabe el centurión que ha oído hablar de la autoridad de la palabra de Jesús.

El sabe por experiencia que la autoridad consiste en vencer las resistencias y en hacer posible lo imposible. Su experiencia se vincula a la idea de los judíos sobre el poder milagroso y creador de la Palabra de Dios.

Por otro lado confiesa su indignidad de hombre pecador. Tal vez, en un inicio llama la atención que el centurión solicita la acción de Jesús para su criado enfermo, hace gala de confianza en el Maestro y hasta tiene el detalle de evitarle ir para eludir la contaminación en la que incurría un judío al entrar en casa de un pagano.

La total confianza del centurión en el poder sanador de Jesús tiene la respuesta esperada, pero no sola la curación de su criado, sino la ponderación de Jesús que aprovecha esta ocasión para subrayar la fe del pagano y decir así que éstos entran en la comunidad de los discípulos. A la luz del texto podemos detenernos y pensar en la fe activa en Jesús Salvador y en su fuerza redentora, pensar en la confianza que ponemos en El y en su Palabra.

Fr. Martín Alexis González Gaspar O.P.
Convento de Ntro. Padre Sto. Domingo (Torrent)

2/12/23

DOMINGO 03 DE DICIEMBRE : PRIMER DOMIGO DE ADVIENTO

 





¡El Señor viene! En realidad, desde la vivencia de la fe y de la confianza en Él, bien podemos afirmar que el Señor está siempre viniendo, está en medio de nosotros, caminando a nuestro lado por las sendas de la historia que nos toca transitar, y en estos tiempos tan complicadas y azarosas.

El Adviento nos ayuda a caer en la cuenta de esta verdad. Y nos predispone para intensificar nuestros encuentros personales con el Señor Jesucristo en la oración más intensa y en la más atenta escucha de su Palabra y de su paso entre nosotros. Siempre nos acecha el peligro de la distracción, sea por las razonables preocupaciones de la vida, sea por los reclamos seductores del consumo, sea por circunstancias personales de difícil manejo… Este tiempo particularmente santo, ante sala de la gran celebración de la Natividad del Señor, es una fuerte llamada a estar alerta. Porque el Señor viene, quiere venir a mi vida, a ofrecerme un plan, a encender mi esperanza, a despertar todas mis capacidades para el bien y el amor.

Él viene a sacarme de la plácida rutina, de la inconsciencia del compromiso débil, del melancólico paso del tiempo que me hace ser espectador indiferente de las grandes luchas y sueños de la humanidad.

Él viene sobre todo a recordarme la más importante de las citas: el encuentro definitivo con Él, ese que fijará mi destino eterno a su lado, y que ahora me exige vivir en vela y sin distracciones estériles, construyendo con su fuerza, y por su mismo Espíritu, ese futuro que desembocará en la Vida-sin-fin.

Fr. César Valero Bajo O.P.
Convento del Rosario (Madrid)

LECTURAS DOMINGO 03-12-2023 : PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO

 

Primera Lectura

Lectura del libro de Isaías 63, 16b-17. 19b; 64, 2b-7

Tú, Señor, eres nuestro padre,tu nombre desde siempre es «nuestro Libertador».¿Por qué nos extravías, Señor, de tus caminos,y endureces nuestro corazón para que no te tema?Vuélvete, por amor a tus siervosy a las tribus de tu heredad.¡Ojalá rasgases el cielo y descendieses!En tu presencia se estremecerían las montañas.«Descendiste, y las montañas se estremecieron».Jamás se oyó ni se escuchó,ni ojo vio un Dios, fuera de ti,que hiciera tanto por quien espera en él.Sales al encuentrode quien practica con alegría la justiciay, andando en tus caminos, se acuerda de ti.He aquí que tu estabas airadoy nosotros hemos pecado.Pero en los caminos de antiguoseremos salvados.Todos éramos impuros,nuestra justicia era un vestido manchado;todos nos marchitábamos como hojas,nuestras culpas nos arrebataban como el viento.Nadie invocaba tu nombre,nadie salía del letargo para adherirse a ti;pues nos ocultabas tu rostroy nos entregabas al poder de nuestra culpa.Y, sin embargo, Señor, tú eres nuestro padre,nosotros la arcilla y tú nuestro alfarero:todos somos obra de tu mano.

                            Es palabra de Dios

Salmo

Sal 79, 2ac y 3b. 15-16. 18-19 Oh, Dios, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve.

Pastor de Israel, escucha;tú que te sientas sobre querubines, resplandece;despierta tu poder y ven a salvarnos. R/.

Dios de los ejércitos, vuélvete:mira desde el cielo, fíjate,ven a visitar tu viña.Cuida la cepa que tu diestra plantó,y al hijo del hombre que tú has fortalecido. R/.

Que tu mano proteja a tu escogido,al hombre que tú fortaleciste.No nos alejaremos de ti:danos vida, para que invoquemos tu nombre. R/.

Segunda Lectura

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 1, 3-9

Hermanos:A vosotros gracia y paz de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.Doy gracias a mi Dios continuamente por vosotros, por la gracia de Dios que se os ha dado en Cristo Jesús; pues en él habéis sido enriquecidos en todo: en toda palabra y en toda ciencia; porque en vosotros se ha probado el testimonio de Cristo, de modo que no carecéis de ningún don gratuito, mientras aguardáis la manifestación de nuestro Señor Jesucristo.Él os mantendrá firmes hasta el final, para que seáis irreprensibles el día de nuestro Señor Jesucristo.Fiel es Dios, el cual os llamó a la comunión con su Hijo, Jesucristo nuestro Señor.

                                        Es palabra de Dios

REFLEXION

 La primera lectura está entresacada del libro de Isaías (63,16-17;64,1.3-8), y es la reflexión de un profeta (conocido por muchos como Tercer Isaías) que después del exilio de Babilonia sabe lo que es la crisis de identidad de su pueblo. Un pueblo que vive sin Dios, buscando simplemente subsistir, no tiene futuro, porque no tiene esperanza. El profeta, puesto en lugar de los sencillos y de las almas anhelantes, nos ofrece un "credo" majestuoso sobre quién es Dios: nuestro padre y nuestro redentor. (Qué anhelo tan fuerte se siente! Quiere que el cielo se rasgue y baje Dios en persona... Y ya percibe el profeta que esto ha sucedido.

 Efectivamente Dios no se ha quedado en su cielo, sino que ha bajado para ser uno de nosotros y enseñarnos a practicar la justicia y la solidaridad. Este Dios ha venido para salvarnos y liberarnos. Esto sucedió, en realidad, en el s. I, con Jesús de Nazaret, el profeta nuevo de Galilea, desde cuando comienza a contarse una historia nueva. Pero muchos siglos antes, hombres, profetas como el Trito-Isaías, lo intuyeron como si lo estuvieran viendo con sus ojos.  Desafiando, incluso, la memoria de los padres del pueblo, Abrahán e Israel (considerando éste como uno de los antepasados) que ya no pueden proteger a los suyos (son solo recuerdo), no le queda más remedio que recurrir a Dios. No puede ser de otra manera, porque es el único que puede responder, porque es el único que sabe comprometerse.

 El profeta repasa la situación anterior y comprende que el pueblo se ha olvidado de Dios. ¿Qué puede ocurrir? En las religiones de dioses celosos, la venganza divina se hubiera dado por descontado. Pero cuando se tiene un Dios de verdad, con entrañas de misericordia, que considera a los hombres como hijos, entonces sale a relucir lo que Dios es: padre y redentor (go´el).  Sin Dios, padre del pueblo, no hay nada que hacer. Es de los pocos textos del AT que usa esta expresión para hablar de Dios como “padre” del pueblo. Dios siempre sabe inventar algo nuevo para los suyos, y en este caso, el profeta, quita el título a los patriarcas para dárselo a Dios, porque Dios es más “padre” que los epónimos, los antepasados. De eso no se vive y hay que reconocerlo. Así es como se “rasgará” el cielo y vendrá el rocío que en tierra de “desierto” es como el maná, como el agua. Esta es una de las imágenes del Adviento. Y entonces el hombre aprenderá a no ser más de lo que debe ser. De ahí que teniendo a Dios como “padre y redentor”, no importa sentirse como el “barro en manos del alfarero”, porque de sus manos siempre sale un vaso nuevo.

  • IIª Lectura: Iª Corintios (1,3-9): El "conocimiento" como experiencia de salvación

 La segunda lectura es, concretamente,  el proemio de la carta de Pablo a la comunidad de Corinto, aquella que habría de darle mucho quehacer pastoral y teológico. En esas comunidades había grupos bien diversos; algunos buscarán caminos de perfección y de conocimiento más altos y exigentes. Viven bajo la espera de la venida de Jesucristo y el Apóstol los alienta para que sin perder esa dimensión tan esencial de su fe no olviden que lo más importante, no obstante, es vivir la vida de Jesucristo. En esa tensión escatológica no valen de nada las elucubraciones y los miedos: quien vive la vida del Señor; quien tiene sus sentimientos, heredará la verdadera vida.

 La comunidad, muy heterogénea, muy plural y muy problemática, se vanagloriaba de su elocuencia y de sus carismas (cc. 12-14). Pablo menciona aquí el “conocimiento” de que hacen gala algunos de la comunidad. ¿Qué conocimiento? Quizás el de la inteligencia (la gnosis, de los griegos). ¿Qué les falta? El conocimiento que viene de la revelación de Dios y que los pondrá en trace de esperar el “día de nuestro Señor Jesucristo”, la “parusía”. En aquellos momentos incluso Pablo pensaba que ese día vendría pronto, como manifestación de la acción salvadora de Dios sobre este mundo y sobre la historia. Y para ese día no hay que prepararse con “conocimiento”, sino desde la praxis de una vida llena de sentido.

(1944-2019)

EVANGELIO DOMINGO 03-12-2023 SAN MARCOS 13, 33-37 PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO

 





En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:«Estad atentos, vigilad: pues no sabéis cuándo es el momento.Es igual que un hombre que se fue de viaje, y dejó su casa y dio a cada uno de sus criados su tarea, encargando al portero que velara.Velad entonces, pues no sabéis cuándo vendrá el señor de la casa, si al atardecer, o a medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer: no sea que venga inesperadamente y os encuentre dormidos.Lo que os digo a vosotros, lo digo a todos: ¡Velad!».

                                       Es palabra de Dios

REFLEXION

 El evangelio de Marcos propio del Ciclo B que inauguramos con este Adviento, insiste en el tema de la carta de Pablo. El c. 13 de Marcos se conoce como el "discurso escatológico" porque se afrontan las cosas que se refieren al final de la vida y de los tiempos. Es un discurso que tiene muchos parecidos con la literatura del judaísmo de la época que estaba muy determinada para la irrupción del juicio de Dios para cambiar el rumbo de la historia. Los otros evangelistas lo tomarían de Marcos y lo acomodarían a sus propias ideas. En todo caso, este discurso no corresponde exactamente a la idea que Jesús de Nazaret tenía sobre el fin del mundo o sobre la consumación de la historia.

 Es bastante aceptado que es un discurso elaborado posteriormente, en situaciones nuevas y de crisis, sobre una “tradición” de Jesús y también de algo sucedido en tiempo del emperador Calígula. Aquí, el evangelista, se vale de la parábola del portero que recibe poderes para vigilar la casa hasta que el dueño vuelva. Estamos ante el final del discurso, y se ve que es como una especie de consecuencia que saca, el redactor del evangelio, de la tradición que le ha llegado a raíz de los acontecimientos que han podido marcar la crisis de Calígula, un hombre que no era agraciado ni en el cuerpo ni en el espíritu, como cuenta de él Suetonio (Calig., L). Los judíos habían derribado un altar pagano en Yamnia, y el emperador mandó hacer en el templo de Jerusalén un altar a Zeus. Para los judíos y los judeo-cristianos supuso una crisis de resistencia como oprimidos frente al poder del mundo. En aquél entonces algunos judeo-cristianos no habían roto todavía con el judaísmo y con el templo. No pueden desear otra cosa que legitimar su anhelo religioso en aras de una visión apocalíptica de la historia: sobre todo, es necesaria la fidelidad a Dios antes que la lealtad a los poderes del mundo que oprimen.

 En la historia de la humanidad siempre se repiten momentos de crisis; situaciones imposibles de dominar desde el punto de vista social y político, cuando no es una catástrofe natural. La interpretación religiosa de esos acontecimientos se presta a muchos matices y a veces a falsas promesas. El hecho de que no se pueda asegurar el día y la hora pone en evidencia a los grupos sectarios que se las pintan muy bien para atemorizar a personas abrumadas psicológicamente. El lenguaje apocalíptico, que no era lo propio de Jesús, se convierte para algunos en la panacea de la interpretación religiosa en los momentos de crisis y de identidad.

 Hoy, sin embargo, debemos interpretar lo apocalíptico con sabiduría y en coherencia con la idea que Jesús tenía de Dios y de su acción salvadora de la humanidad. Se pide "vigilancia". ¿Qué significa? Pues que vivamos en la luz, en las huellas del Dios vivo, en el ámbito del Dios de la encarnación como misterio de donación y entrega. Ese es el secreto de la vigilancia cristiana y no las matemáticas o la precisión informática de nuestro final. Esto último no merece la pena de ninguna manera. Pero vigilar, es tan importante como saber vivir con dignidad y con esperanza. Hablar de la “segunda” venida del Señor hoy no tendría mucho sentido si no la entendemos como un encuentro a nivel personal y de toda la humanidad con aquél que ha dado sentido a la historia; un encuentro y una consumación, porque este mundo creado por Dios y redimido por Jesucristo no se quedará en el vacío, ni presa de un tiempo eternizado. Dios, por Jesucristo, consumará la historia como Él sabe hacerlo y no como los Calígula de turno pretenden protagonizar. Es esto lo que hay que esperar, y el Adviento debe sacar en nosotros a flote esa esperanza cristiana: todo acabará bien, en las manos de Dios.

Fray Miguel de Burgos Núñez(1944-2019)

1/12/23

EVANGELIO SABADO 02-12-2023 SAN LUCAS 21, 34-36 XXXIV SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

 





En aquel tiempo, aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Tened cuidado de vosotros, no sea que se emboten vuestros corazones con juergas, borracheras y las inquietudes de la vida, y se os eche encima de repente aquel día; porque caerá como un lazo sobre todos los habitantes de la tierra.
Estad, pues, despiertos en todo tiempo, pidiendo que podáis escapar de todo lo que está por suceder y manteneros en pie ante el Hijo del hombre».

                     Es palabra de Dios

REFLEXION

El perspicaz Jesús, el inteligente Jesús, el que sabe mirar cuanto le rodea y no se deja engañar ni convencer con argucias, artimañas y palabrerías de los poderosos que le rodeaban, nos pone en guardia a la hora de comenzar este Adviento.

No eran poderosísimos los fariseos ni los sacerdotes del templo, ni tan siquiera los politicastros que estaban al frente… si los comparamos con otros mucho más poderosos que el pueblo elegido había padecido con anterioridad. Pero en ese instante concreto de Jesús, sí que tenían su poder, su parcela de poder, de envidias, de juegos sucios, de maldad e injusticias. ¡Cuántos muertos veía Jesús colgados en altozanos, ajusticiados y delatados por ruines intereses!  Intuía lo que le iba a pasar.

Es fundamental esta advertencia: ¡Estad despiertos siempre, pidiendo fuerza para ser capaces de escapar de lo que está por venir, y manteneos firme, de pie, con convicción ante el Hijo de Dios!  Un Hijo de Dios que bien sabe Él que es Él.

La actitud “despiertos” la repite muchas veces porque sabe que es fundamental en la vida; tiene mucho que ver con la “iluminación interior” con la luz de dentro, esa que no se apaga ni en los momentos más oscuros porque se llama esperanza, porque su “llama” es la esperanza.

De la novela de Anthony Doerr, “La luz que no puedes ver”, extraigo una frase que encaja en esta reflexión: “La luz siempre encuentra la manera de brillar en la oscuridad más profunda”. Creo que es bueno que la Palabra de Dios se nutra de otras palabras, igualmente iluminadoras y lúcidas. Este debe ser nuestro anhelo en el adviento: entrever la luz que sigue brillando en la oscuridad que, con frecuencia, nos rodea, para no dejarnos envolver por el poder de las sombras.

Es Adviento. Sé que todos queremos vivir despiertos, dejándonos iluminar por la luz de la esperanza en este tiempo tan luminoso de lo que está por llegar. Que este tiempo de espera/esperanza no sea baldío.

Fray Salustiano Mateos Gómara O.P.
Convento de San Pablo y San Gregorio (Valladolid)